Capitulo XXIV

¿Algún día me cansaré de ella? No

P.O.V. ETHAN.

Beso con ternura su vientre y ella ríe. Diosa. No puedo creer que voy a ser por fin padre. Estoy tan feliz, orgulloso y emocionado, ni se diga mi lobo. ¿Cómo no amarla si me da todo con tan solo respirar?

Recién nos hemos despertado, más bien ella, yo ya estoy bañado y cambiado con un jeans y una sudadera. Le traje la comida a la cama, ahora tengo que cuidar más de mi Omega, nadie tiene que tocarla, ni siquiera un pelo. 

Una Omega cuando está embarazada es más protectora con todo, su mismo instinto la lleva a alejarse de las personas que cree o puede dañar a sus crías, solo quiere estar con su Alpha, algo que por cierto no me molestara en absoluto, lo disfrutare. 

También ella tiene que estar bien alimentada, ahora come por alguien más. 

-- Ya los quiero ver -- digo emocionado y ella vuelve a reír. 

-- Aún falta mucho para eso. -- levanto mi cabeza para mirarla mejor, ya que estaba olfateando su vientre, mi instinto me llevó a hacer eso.

-- Aún así ya los quiero ver y será hermoso, será mi bebé claro que lo será. -- ella rueda los ojos.

-- Engreído. 

-- Uno con quién te cansaras y tendrás hijos, que por cierto ya viene uno en camino -- ella niega con la cabeza y ríe. Me levanto de la cama -- Tengo que ir a hacer algo antes de que vayamos a la clínica. -- le doy un beso. 

-- Está bien. Ya me alistare -- asiento.

-- Come. -- salgo de la habitación y bajó las escaleras para ir a mi despacho. Al entrar veo que ya está ahí Lukas, anoche le dije que tenía que hablar con él de algo importante y que viniera temprano, por lo tanto se ve medio dormido.

-- ¿Para que -- bosteza -- me quieres? -- se talla los ojos con las manos. Me siento en mi silla detrás del escritorio, él está sentado en el sillón. 

-- ¿Acaso todavía tienes sueño? 

-- Me has hecho venir temprano. 

-- Son las siete de la mañana.

-- ¿Y? Yo me levanto a las ocho. 

-- Que perezoso eres.

-- ¡Oye! Tengo mi derecho a levantarme a esa hora, me tienen ocupado todo el día 

-- Eso no es cierto. 

-- Ya. Pero casi siempre si. -- ruedo los ojos. -- ¿Ya me dirás por qué me hiciste que me levantara a esta hora? Y también ¿Por qué sonríes tanto?

Desde ayer no se me quita la sonrisa ¿Cómo se me va a quitar si me ha dado la mejor noticia de toda mi vida? Una que cada minuto solo se engancha más si fuera posible.

-- Las personas sonreímos cuando estamos felices. -- respondo.

-- Que tonterias dices -- río -- Ahora dime por que estoy temprano aquí. 

-- Necesito que multipliques la seguridad en toda la manada.

-- ¿Por qué? ¿Acaso por un ataque? No estamos del todo preparado para uno, muchos guardias murieron por el ataque en el que secuestr…

-- Está embarazada. -- lo suelto con orgullo.

¿Como no lo estaría? ¡Tendré un hijo! 

Aunque debo de admitir que mis esperanzas se habían bajado con la noticia de la doctora.

-- ¿Que? ¿Embarazada? -- con su mano hace una barriga grande como la de un embarazo -- ¿Lexie? 

-- Si, mi Omega. -- digo orgulloso.

-- ¿Desde cuando? 

-- Ayer nos enteramos.

-- ¡Oh, diosa! Ya viene el futuro Alpha -- se levanta de su asiento con emoción. 

-- ¡Si! -- gritos feliz.

Él se acerca a mí, me levanto de mi asiento y me abraza.

-- ¡Felicidades! -- se aleja y con emoción dice : Pensé que no podían, ¡Diosa! Esto será una gran noticia para toda la manada. 

-- Lo se pero por el momento ninguna palabra a nadie ¿Ok? Por el momento solo lo sabrán los necesarios, es decir, tu y la doctora.

-- Está bien. Multiplicaré la seguridad, ya veré qué excusa pongo para que los de la manada no tengan miedo. 

-- Gracias Lukas. Ahogo tengo que ir por Lexie para ir con la doctora. 

-- Claro -- salgo del despacho y cuando iba a comenzar a subir las escaleras, la veo bajarlas con un lindo vestido azul.

-- Ya iba por ti -- le digo y ella sonríe.

-- No importa, ya bajé. -- me da un delicioso beso en los labios que me hace sacar un suspiro. 

¿Algún día me cansaré de ella? No, nunca lo haré. Es lo más apreciado que tengo, es mi mayor tesoro, ella es mi reina y la única que lo será. La amaré hasta mi último aliento, la amaré hasta que mi corazón deje de latir por que solo late por ella, por mi linda Omega. 

-- ¿Está todo bien? -- pregunta ella preocupada.

-- Si, todo perfecto -- le doy un beso en la mejilla -- ya es hora de irnos. Ella siente, la tomó de la mano y salimos de la mansión, ahí ya está la camioneta, siempre está preparado para cuando yo quiera salir.

La ayudó a subirse a la camioneta, ella habla durante todo el camino y a mi me gusta escucharla, escucho cada palabra que sale de su linda y adicta boca. 

A veces solo pueden ser tonterías pero aún así todo lo que ella diga se quedará guardado en mi memoria.

Llegamos a la clínica, la ayudó a bajar, entramos, me acerco a la recepcionista y le preguntó por la doctora Díaz, ella con temor me responde.

-- Mmm… ell-a esta en su c-consultorio en el piso tres y habitación cinco.

-- Gracias. -- jalo la mano de Lexie cuando veo que solos se me queda viendo y sonrió más.

Toco la puerta y al instante se escucha que alguien dice pase, abro la puerta y en pequeño empujón hago que Lexie entre, através de la marca siento sus nervios. Cierro la puerta detrás de mí.

-- Buenos días Alpha y Luna -- dice la doctora y se levanta de la silla -- Soy la doctora Díaz, por favor tome asiento.

Empujó de nuevo a Lexie, se había quedado quieta. 

-- Buenos días doctora. -- saludo Lexie mientras ella se sienta y yo a un lado de ella.

-- Primero les hablaré sobre cómo llevar un embarazo, el suyo será algo diferente ya que sería hijo de un alpha de sangre pura. Tendrá más apetito que un embarazo normal, no haga mucho esfuerzo -- escuchó atentamente lo que dice -- intente descansar más tiempo del que ya lo hace, yo le daré una vitaminas que se la tomara durante este primer periodo de embarazo para que el bebé se vaya desarrollado mejor y con respecto a la dieta detrás que comer frutas y verduras también. Si tiene cualquier duda me lo puede preguntar. -- ambos negamos.