CAPITULO CUATRO

n el momento que mis manos tocaron la manija de la puerta, el frio hizo presencia inmediata en ellas, tomé una respiración profunda y cerré los ojos un momento. No sabía que caso o que problema estaría del otro lado de la puerta, talvez una , una madre, una hija o una esposa. No sabía de qué se trataba, pero lo que si sabía era que ella había acudido aquí. Y mi labor era curarla, protegerla a ella y a sus derechos .

Volví a abrir los ojos ya tranquilizada, miré a mi costado y vi Hugo examinándome, como si se preguntara si ya me había conocido .

―¿Qué me ves?―pregunté al ver que no despegaba la vista de mí.

―No...nada ―dijo tartamudeando

―Muy bien, entonces. Cuando entremos ahí vas a poner tu mejor cara, no importa si tuviste un mal día, tienes que portar una gran sonrisa como Mary poppins. Sea quien sea que este ahí, tú vas a ser la primera persona que va a ver en el día y posiblemente durante un largo tiempo, así que tienes que asegurarte de ganarte su confianza y ser amable ¿Entendido?

―Si.

―Muy bien, entremos ―ordené

En cuanto la puerta se abrió, puse mi cara más alegre. Feliz , Camille.

Piensa en ... los buenos casos ortopédicos que están por venir ... Si, eso ... Muchas y muchas fracturas.

―Buenos días señora... Parker ―le hablé directamente a los ojos, ella al ver mi alegría, la imitó ―¿Cómo se encuentra hoy ?― me acerqué a ella para poder examinarla mejor .

―Bien doctora. Se ve muy bien hoy.

―Vaya. Muchas gracias.

Le hice un gesté a Hugo para que se acercará y pudiera comunicarse con ella.

Algunos doctores consideran que eso solo les quitaría el tiempo y su única función es atenderla, averiguar el problema, estudiarlo y curarla. Pero por otro lado a mi si me importa la comunicación que tengo con mis pacientes.

Ellos también son seres humanos no robots que se curar y después se les deja por su propia cuenta y por eso me encanta tener un vínculo con ellos y conocerlo. Así después, podré sentir y celebrar con ellos la dicha de haberse sanado .

―¿Qué tal señora Parker?― habló por lo bajito con cierta timidez en su voz.

―Oh, cariño dime Liz, no necesitamos mucha formalidad contigo―le giñó un ojo y le acarició la mejilla.

Parece que alguien ya la fecharon.

Aunque tiene sentido, se veía como un ángel, alguien que no mata ni una mosca.

Dime ¿Quién no se resistiría a su encanto ?

―Con gusto Señ... Liz , Liz ―el chico alzó su mano tímidamente y la puso sobre la de Liz, haciendo leves caricias con su pulgar.

―Bien comencemos ―tomé su expediente para poder analizar la información.

Veamos. Está embarazada y... de gemelos. Seguí leyendo y decía que presentaba TTTS - Hugo define TTTS .

―Síndrome de transfundió de gemelo a gemelo, son fetos gemelos conectados ― habló con la cabeza baja y centrado en sus propios pensamientos .

―¿Conectados por?

―Vasos sanguíneos en la placenta ― esta vez levanto la cabeza y miró a Liz con una sonrisa reconfortadora apretando más el agarre en su mano.

―¿ Y qué significa? ―era la última pregunta y según estoy viendo el si entiende. Pero para mi sorpresa se quedó callado.

― Un gemelo recibe mucha sangre , el otro muy poca, arriesgando la vida de ambos ― le aclaré y ahora si me mi miró a los ojos con algo de vergüenza . No tenía que sentirla, si supiera cuantas veces me quedé callada al no saber la respuesta .

― Fui a muchos doctores y me dijeron que no era mucho lo que podían hacer, pero...―se veía angustiada y desanimada ―supongo que eso pasa cuando vas a muchos doctores y todos te dicen que no tiene solución, las esperanzas se van junto con pequeña parte de ti y no logras ver ningún rayo de luz .

― Señora Parker el síndrome suele ser imposible de corregir. A no ser que logres encontrar a uno de los pocos cirujanos en el mundo que saben y pueden separar vasos sanguíneos fetales y por suerte para usted la Dr. Luddingon sabe hacerlo, así que vamos hacer la cirugía mañana, si tiene alguna duda nos puede preguntar a nosotros.

―¿Él puede estar en la cirugía ?― giró su cabeza para ver a Hugo y después volvió a verme. Ella necesitaba que el estuviera ahí.

Por una rápida y extraña razón la hacia sentir segura.

―Por lo general no pueden entrar más de un interno a la sala de operaciones, pero veré que puede hacer.

― Oh , muchas gracias doctora ―me jaló de mi bata y extendió sus brazos para poderme dar un fuerte abraso . Nunca me gustó el contacto físico repentino de las personas, pero qué más da, todo por Lis.

Yuju.

Levanté mi vista y pude ver a Hugo aguantar una risa con una mano en sus boca pero en cuanto me vio, se enderezó y cruzó las dos manos atrás de su espalda. Mientras tanto la señora me seguía abrazando con tal fuerza que no sentía mis brazos, hice un intento por zafarme pero ella me apretujó con más fuera.

Una vez que Liz se conformó con su abrazo me soltó y pude respirar de nuevo, me acomodé mi bata y mi pelo para verme decente .

―Me legro que este feliz, ahora si me disculpa, iré a conseguir la sala y preparar todo para la cirugía. Hugo se quedará con usted un momento por si necesita algo. Hasta luego ― Me giré sombre mis pies para poder evitar otro abrazo de ella, ya con el primero fue suficiente.

Con rapidez salí de la habitación y me apresuré a buscar a mi residente, no sé cómo mierda la convencería de que Hugo entre a una sala. Apenas era su primer día. Era un crio que no sabe diferenciar un riñón con un trasero.

Pero ahí me ven como una estúpida pidiendo algo que sé que me van a negar .

Estaba en el corredor de la parte sur, por lo general Kate suele andar por aquí. Mi vista estaba sobre todos los presentes, tratando de identificar a una en especial.

Avance unos cuantas pasos y entre la gente la pude ver. Estaba en un rincón con un expediente en la mano izquierda, con la derecha sostenía un lápiz (el cual siempre cargaba) con el que escribía en las hojas. Su corto cabello negro y su cara redonda la destacaba entre muchos, ella siempre portaba ese semblante frío que podía atemorizar a cualquiera que se le cruzara en su camino.