¿Cómo fui?
Matthew:
Me sentía muy mal por haber tratado así a Samanta, pero no lo pude evitar, al enterarme que a ella le gustaba alguien, me puso muy mal y me enoje mucho, por eso no quería verla ni escucharla, me lastimaba mucho saber que su corazón ya tenía dueño y no era precisamente yo.
Pero ¿Cómo fui tan tonto de pensar que yo le podría gustar, de pensar que sentía lo mismo que yo siento por ella desde hace mucho?
Me duele pensar que todo fue una ilusión mía, que mis emociones me hicieron mal interpretar todo, a que pensara que yo le gustaba o que ella podría a llegar a enamorarse de mi.
Y lo peor de todo es que yo estaba listo para decirle lo que sentía y pedirle que fuera mi novia, al fin después de tanto tiempo pensaba confesárselo, decirle cuan enamorado estoy de ella desde el primer momento en que la vi.
¿Cómo fui tan tonto de enamorarme de mi mejor amiga?
¿Pero quién no se enamoraría de alguien como ella?
Es tan dulce, simpática, inocente, tierna, es tan linda que tan sólo verla me alegra el día, ella es quien me impulsa a asistir a clases todos los días, ya que puedo soportar lo que sea con tal de verla y platicar con ella unos instantes con ella.
Pero ella no siente lo mismo por mí y eso me duele mucho, ya que me ilusione con pensar que podríamos estar juntos, que simplemente ella estaba igual de enamorada de mí, como yo lo estoy de ella, que ella podía sentir la misma electricidad que siento con un simple toque de su piel, que ella podía notar lo rápido que latía mi corazón cada que ella se acercaba a mi, algo que aun no puedo controlar, pues ahora se que cuando éramos pequeños la empecé a molestar pues me empezaba a gustar y no sabía como llamar su atencion asi que decidi molestarla ya que sabia que asi era imposible que no me notara, pero salio mal asi que deje de hacerlo, lo único que seguí haciendo es que cada vez que yo salía y ella estaba de espaldas le jalaba la mochila ligeramente a lo cual ella sonreía, lo cual me alentaba a seguir haciéndolo diariamente hasta que se volvió como una tradición, puesto que su sonrisa era lo mas bello de este mundo.
Pero sé que Reichell tiene razón y tengo que agradecerle, ya que gracias a ella no perdí la amistad de Samanta, ya que no sé qué hubiera pasado si me le hubiera declarado y ella me hubiera rechazado no lo hubiera soportado.
Pero ahora debo de remediar lo que hice, sé que me porte muy mal con Samanta y quizá debe de estar confundida, pero espero que me perdone y sigamos siendo mejores amigos ya que prefiero mil veces tenerla a mi lado como amiga a perderla para siempre de eso estoy mas que seguro, pues la amo demasiado como para perderla.
Samanta:
Hoy al despertar me sentía muy mal, no sé porque pero me sentía triste y tenía un mal presentimiento, pero aun así me levanté, me metí al baño, me di una ducha rápida y al salir me fui al closet a buscar algo que ponerme.
Al fin me decidí por unos jeans negros rasgados, una blusa azul con letras grises y unos vans negros. Decidí solo peinar mi cabello y dejarlo suelto, después salí de mi cuarto con mi mochila y mi celular.
Baje, desayune y mi mamá me fue a dejar al instituto.
Cuando llegué mis amigas ya estaban sentadas en nuestras bancas preferidas, decidí contarles lo que haría con Matthew.
Mi grupo de amigas había crecido, ya no eran solo Fernanda, Alejandra y Carolinne, también estaban Camil y Gabriela, todas estuvimos por tres años en el mismo salón y eso hizo que nos volviéramos muy unidas.
—Hola chicas. ¿Qué tal? —Dije saludándolas a cada una con un beso en la mejilla, como siempre.
—Hola Sami. —Respondieron todas al mismo tiempo, si me dicen Sami de cariño, aunque al principio me negué pero son muy tercas así que al final me acostumbre.
—Tengo que contarles algo que are. —dije algo nerviosa, ya que sabía que me regañarían.
—Ay Sami dinos que vas a hacer, que tan malo es para que estés así. —Dijo Fernanda, a veces me caía mal que me conociera tanto, pero por algo era mi mejor amiga desde la secundaria, al igual que Matthew, sólo que con Fernanda llevo casi 5 años de amistad, ya que estamos en nuestro último año de preparatoria y con Matthew llevamos cuatro años de ser amigos, casi cinco, puesto a que el lo conoci meses después.
—Bueno, cuenta ya mujer. —me dijo Alejandra, lo cual me sacó de mis pensamientos.
—Pues les voy a contar, no sé si se acuerdan que el viernes cuando salimos Matthew no estaba donde siempre. —Les dije.
—Aja y que con eso. —Dijeron todas al mismo tiempo.
—Pues la cosa es que cuando baje a la parada de autobús él estaba sentado en una de las bancas del lugar y cuándo llegue lo salude normal y todo, pero él se portó muy mal conmigo, se portó cortante e indiferente ni siquiera me volteaba a ver, como siempre lo hacíamos y pues mi tía me aconsejo que por una semana lo ignorará y así le mostraría lo enojada que estoy con él y le prometí que lo haría, aunque yo me siento mal de hacerlo ya que como ustedes saben el me gusta mucho desde varios años atras. —Les dije todo, ya que sabía que si me pausaba no sería capaz de contarles todo esto.
—Ay Samiiiii, creo que es algo complicado el asunto ya que no sabes la razón por la cual él se comportó así, aparte es muy precipitado que le dejes de hablar solo por eso. —Dijo Fernanda.
—Si piénsalo muy bien porque después no hay marcha atrás y lo sabes. —agregó Carolinne.
Las demás solo me miraban pensativas.
—Si lo se, pero me enojo mucho, ya que yo le pregunte que tenía y me respondió que no tenía nada, pero con un tono muy fuerte y eso me enojo y ustedes saben muy bien que sufro de poca paciencia y trate de controlarme, pero el solo se portaba peor. Y ya lo decidí y lo más probable es que me arrepienta después, pero bueno lo haré y aceptaré las consecuencias. —dije sonando decidida aunque por dentro los nervios me mataban.
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Editado: 16.01.2023