Capitulo 26

Mentiras

En el momento que reaccione, lo aparte de mi bruscamente para después darle una bofetada.

—¿Qué crees que estás haciendo? —pregunté muy furiosa y decepcionada.

—Lo siento pero me gustas y ya no podía ocultarlo, tenerte cerca incrementa más lo que siento. —respondió con una voz desesperada y suplicante.

—Pero sabes perfectamente que tengo novio y que lo amo. —agregue enojada

—lo se pero eso puede cambiar, deja que te muestre que es amar de verdad —contestó tomando mis manos a lo cual yo las aparté.

—Yo se que es amar de verdad y lo único que cambiara es nuestra amistad, ya que no puedo ser amiga de alguien que no puede respetar mi relación ni mucho menos a mi, así que por favor no vuelvas a buscarme. —finalize para luego tomar mis cosas y salir de la habitación sin esperar respuesta alguna, me dirigí al elevador, necesitaba salir de este lugar, me sentía muy asfixiada.

Al subirme al auto las lagrimas salian de mi sin poder evitarlo ya que me dolía que mi amistad con Isaias terminara de este modo, pero era lo mejor ya que mi relación con Matth está sobre cualquier cosa. Luego de unos minutos logré tranquilizarme y luego de limpiar mis lágrimas encendí el auto para poder irme de este lugar.

Pase todo el trayecto debatiéndome en si decirle a Matth lo que pasó o no ya que no quiero ocultarle nada pero al mismo tiempo tampoco quiero que se moleste o sienta inseguro por culpa de ello, pero a voltear a ver al asiento en donde tenía al peluche que el me regalo decidí decirle la verdad, ya que una relacion a base de mentiras puede derrumbarse y la sola idea de que a causa de ello lo pudiera perder me dolía demasiado así que lo mejor era decirle la verdad.

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Estamos en vacaciones de navidad y hoy me toca como todos estos años ir a traer a Matth al aeropuerto y la verdad es que me ilusiona mucho verlo ya que lo amo demasiado y en estos años de relación tres años y unos meses para ser exactos siento que es parte de mí ya que es mi mejor amigo, mi novio, mi confidente y mi vida.

Ya estoy en el aeropuerto junto a nuestro hijo, el pequeño Tyler, el cual he cuidado mucho desde que lo tengo y siempre lo traigo cada vez que Matthew viene. Empezaron a bajar los pasajeros del vuelo donde tiene que venir Matthew y de repente lo veo, la verdad es que en estos años ha cambiado mucho ya que es un poco más alto y el cuerpo un poco marcado, aunque ahora está muy delgado y un poco demacrado. Cuando se acerca corro a abrazarlo.

—¡Matth por fin, no sabe cuánto lo extrañe! —Le dije, ya que últimamente no hablamos como antes, pues él también hace su pasantía y tiene muchas cosas que hacer, lo cual ha reducido un poco más nuestras charlas y video llamadas.

—Yo también la extrañe mucho princesa, no sabe cuánto y más a nuestro pequeño hijo. —Dijo viendo al osito que tengo en mis manos. Luego de eso nos dirigimos a mi auto y pude notar que Matth anda muy distraído y ahora que lo veo un poco más de cerca, tiene muchas ojeras y está notablemente pálido, pero en estos momentos lo dejo pasar en alto, así que agarrados de la mano nos dirigimos al estacionamiento y después de subir sus cosas junto a nuestro hijo en la parte trasera del auto ambos nos subimos y luego de eso empecé a manejar mientras él colocaba música en la radio y estaba sonando precisamente la canción de mi persona favorita, la que es de los dos. Así que empezamos a cantarla a todo pulmón y al terminar de cantarla ambos empezamos a reír, aunque él estaba muy agitado y le costaba respirar. Luego de un tiempo manejando llegamos a mi casa, ya que decidió que pasáremos juntos desde el día de hoy, así que al llegar a mi casa subimos a mi cuarto para que dejara sus maletas y luego bajar a ver películas o simplemente ver si esta la lucha libre o un partido de fútbol así que cuando dejamos sus maletas y yo me quite los zapatos para ponerme más cómoda el tomo mi mano jalándome suavemente para abrazarme, a lo cual yo acepte gustosa y lo abrace muy fuerte. Luego de eso se separó de mí y me dio una carta.

—Necesito que la lea hasta cuando yo ya me vaya a ir por favor, no antes. —Me dijo sonriendo aunque con un tono de súplica y preocupación.

—Está bien y para que no me de tentación, la guardaré en el primer libro que me regaló. —Le dije sacando el libro, ya que rara vez lo leo pues ahora tengo más y este ya lo leí un millón de veces, casi me lo sé de memoria.

—Está bien, gracias Sam hermosa le amo nunca lo olvide, ahora vamos. —Dijo agarrándome la mano para luego besarme y jalarme hacia afuera para que viéramos algo en la televisión.

Al bajar él se sentó al lado de nuestro hijo mientras yo fui a la cocina a preparar palomitas, sacar la gaseosa de la refri, junto a helado de brownies y un poco de nutella para luego dirigirme hacia la sala donde se encontraba Matth.

Después de ver dos películas y un par de horas de lucha libre ya era de noche y acababan de regresar mis papás así que cenamos para luego mi papá fuera a dejar a Matthew a su casa. Después de eso me fui a mi habitación para cambiarme y después meterme a la cama a dormir.

Los días se pasaron volando para luego convertirse en semanas y las semanas en un mes, pasamos una navidad y año nuevo espectacular e inolvidable lo cual me hizo feliz pues es mi época favorita. La verdad es que casi todos los días lo pase junto a Matthew, aunque estuvo muy raro ya que en cada oportunidad que tenía me abrazaba o me decía cosas muy linda, me besaba y la verdad es que no me molesta, pero es muy raro en él pero la verdad es que me gusta que sea así.

Llegó el día temido y el cual quise que no llegara, el día en donde Matthew se va nuevamente y como todos los años soy yo la que lo voy a dejar, junto al osito. Estado en el aeropuerto Matth se portaba diferente ya que no me daba la mano, estaba distraído, distante, tenía los ojos cristalizados y la verdad yo no entendía nada de lo que estaba pasando. En todo este tiempo que pasamos juntos no tuve el valor de decirle lo de Isaias ya que no quería arruinar la forma tan bonita que me estaba tratando, pensaba decírselo en este momento, pero viendo su comportamiento no se si sea lo correcto.