Deseo cumplido
—¿Qué hace? —Le dije sin querer ilusionarme de más.
—Bueno la verdad es que no sabía si hacerlo, pero la amo con todo mi ser, sin usted mi vida no tiene sentido y lo comprobé el tiempo que paso lejos de mí, ya que usted es la única que me da fuerzas y ganas de vivir y quizá el tiempo para mi ahora es incierto, pero sé que lo que me reste de vida la quiero pasar a su lado, por eso le quiero preguntar. ¿Se casaría con este pobre hombre, que lo único que hace es pensar en usted? —Me dijo aun hincado y sacando una pequeña caja azul de terciopelo para después abrirla delante de mí.
—Sí, claro que sí, nada me haría más feliz que ser su esposa. —Le dije entre lágrimas, mientras Matth me colocaba el anillo, el cual era hermoso, la argolla era de color plateado con pequeños diamantes incrustados alrededor de color acul marino, y con una pequeña flor de loto con tonos morados y en el centro petalos rojos que resaltaban mas la flor. Simplemente era hermoso.
—No se imagina lo feliz que me hace. —dijo mientras me abrazaba con fuerza.
—Claro que me lo imagino ya que usted me hace igual de feliz con tan solo permitirme estar al lado suyo y sobre todo ahora que pronto me convertiré en su esposa. —respondí, mientras me separaba de él para besarlo.
—La amo con todo mi ser, le juro que lo que me resta de vida intentaré hacerla la mujer mas feliz del mundo. —contesto con algo de tristeza al separarnos, que causo que mi pecho se oprimiera un poco.
—Yo también lo amo, pero por favor no hable así, quiero olvidar el cáncer por unas horas, quiero pensar que somos dos chicos normales, muy enamorados en París, que pronto se casaran, se lo suplico, hoy no diga nada de eso, quiero que por un momento vivamos el aquí y el ahora y no pensemos en el futuro. —le dije ya que me parte el alma escucharlo hablar así.
—Está bien, lo que mi prometida diga y mande. —Me dijo sonriendo y abrazándome, lo cual devolvió la emoción a mi corazón ya que esa palabra se escuchaba tan bien cuando él la mencionaba.
—Así me gusta, hablando de eso ¿Cuándo nos casaremos? —Le pregunté sin separarme de él, recostando mi cabeza en su pecho escuchando el latir de su corazón, sonido el cual luego de su voz es mi favorito, me da tanta paz.
—Cuando usted quiera. —respondió para luego besar mi frente, la cual estaba cubierta por un gorro.
—¿Qué le parece en dos semanas? —respondí sonriendo.
—Por mi perfecto, ya que el día es suyo y con que usted esté feliz yo me doy por bien servido. —Dijo sonriendo.
—Está bien, entonces nos casamos en dos semanas, me ilusiona tanto pensar que en dos semanas seré la señora de Stone. —Le dije muy ilusionada.
—Se escucha hermoso cuando lo dice, enserio que yo también estoy ansioso por casarme con usted, pero hablemos de eso en el vuelo, ya que si no nos vamos ahorita nos dejara el avión y tomar otro vuelo sería un dolor de cabeza. —Dijo en un tono dulce, que me pareció casi angelical.
Luego de estar ahí un rato con la nieve cubriéndonos decidimos ir a comer a un restaurante cerca del hotel. Luego de comer regresamos al hotel para tomar todas nuestras pertenencias, pagar la cuenta e irnos hacia al aeropuerto, ya que muy pronto saldría el vuelo.
Cuando llegamos estaban llamando a los de nuestro vuelo así que nos dirigimos hacia el área donde entregamos nuestros boletos, luego de eso subimos al avión y antes de apagar mi celular le avise a los padres de Matth que ya íbamos en camino, para que nos llegaran a traer, aunque aún no les diría lo de nuestra boda ya que quería tener a todos juntos y eso lo podría realizar hasta que estuviéramos en Estados Unidos, lo cual será en tan solo unos días, pues adelantamos todo para estar lo más pronto posible en nuestro país y así al fin poder organizar todo.
—Entonces ¿Todas sus amigas serán tus damas? —Me pregunto ya que estábamos hablando de los preparativos de la boda.
—Por supuesto, son trece damas y Fernanda será mi dama de honor por ser mi mejor amiga. —Le dije ya que ahora tenía más amigas contando a mi amiga del hospital Silvia, quien fue la única que me ayudó y enseñó todo lo que tenía que hacer, así también me cuidaba y aconsejaba cuando estaba mal por Matth, así que ella también tiene que ser dama dama en mi boda.
—Está bien lo que diga. Solo quiero saber cuántas necesitan pareja, ya que las que tienen novio, que salgan con ellos como sus caballeros ya que yo no tengo muchos amigos y no hay tiempo para buscar a más. —Me dijo sonriendo.
—Pues solo necesitamos a seis caballeros, ya que las demás tienen novio. —Le dije recordando a los novios de mis amigas.
—Perfecto ya que contando a mi hermano son seis. Bueno eso está resuelto, ahora el siguiente punto ¿A quiénes invitaremos? —preguntó colocándose un poco de lado en su asiento mientras yo empezaba a contar mentalmente a quienes invitaría, a lo cual empecé a dictar invitados los cuales eran los más allegados ya que quería una boda muy privada. Al finalizar las cuentas eran entre los dos doscientos invitados contando los invitados de nuestras madres pues sabíamos que querían invitar a sus amigos a la boda ya que desde muy pequeños nos habían dejado es muy en claro
Así fuimos hablando de todos los preparativos de la boda anotando punto por punto, la verdad es que teníamos todo cubierto, hasta ya habíamos reservado un hermoso jardín, con una pequeña laguna enfrente. El cual estaba disponible, aun con el poco tiempo de anticipación ya que habían cancelado unos novios justo para entre dos semanas. Así que apartamos el lugar, he hice la transferencia de la mitad del pago total, ya que también ofrecerían el servicio completo, que incluía, comida, bebida, pastel horneado por una de las mejores pastelerías de toda Norte américa, decoración, música, fotógrafo, transporte y de más, ellos se encargaban de ordenar y realizar lo que les pidiéramos, así que nos pareció excelente ya que nos quitaría un peso de encima enorme. Quedamos en mandarles toda la información en tres días máximo, para que pudieran preparar todo y tenerlo listo para dentro de dos semanas y la verdad es que al paso que vamos se que les podre enviar todo el dia de mañana ya que nos conocemos tan bien que no es complicado saber qué es lo que queremos en nuestra boda. Al tener el lugar y con ello la mayoría de cosas resueltas nos relajamos un poco y empezamos a pensar en cosas menores y detalles que queríamos en la decoración y demás.
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Editado: 16.01.2023