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El grito y gruñido de los gatos que se oye más a un rito satánico es lo que me ha despertado espantada alas pinches 3am, voy a ir a ver si tengo por ahí agua bendita porque yo digo que son los gatos y que si no son gatos mujer prevenida me dicen.
- ¡Adelina, por fin despiertas! - escuchó en cuanto abrió la puerta.
- ¡Mamá! ¡¿Qué hace aquí?! -preguntó sorprendida viendo a su mamá. - Es una sorpresa.
- pasa, pasa. - dijo haciéndose a un lado para que pasara en el cuarto- te traeré tu pijama terminaras de dormir aquí en mi cuarto, porque no he limpiado tú cuarto ni el cuarto de visita y debe de haber polvo- le contó.
- No pasa nada hija, pero es culpa del avión que se retrasó si no hubiese llegado a las 11pm- se quejo mientras se acomodaba en la cama- dijiste que vivías cerca tarde una hora en llegar aquí y la dirección me la diste mal. -le contó.
- Eso es desde el aeropuerto a mi casa porque desde el centro aquí son 30 u 20 minutos –le aclaró sonriendo tapándola con una frazada.
- ¿Hija que pasa con los chilangos? -dijo tomando el control de la TV. Para prenderla y poner el canal de las noticias
- ¿Qué con ellos? -dijo agarrando el control que le pasaba su mamá, puso el canal de novelas turcas de su mamá
-No lo sé dímelo tú, si estás aquí en la ciudad, no creo que tengas citas.
—Salgo lo suficiente, pero no hay ningún hombre interesante por ahora—le contó.
-No me digas eso pense que aquí encontarias el amor ¡Hija! Y que tal si el amor para tu vida no es producto local- suspiro, Adelina se rio fuerte saliendo a la terraza del cuarto.
-¿Aun crees en eso?
-Aun lo hago- dijo parándose de la cama saliendo tras su hija –la vista es espectacular
-Gracias ¿Por qué no me avisaste que venias?-inquirió y su mamá se encogió de hombros.
-Bien, iré a la cocina, prepararé un poco de café para ti y té para mí, para que me cuentes todo con lujo de detalle- dijo.
-Ahora te alcanzo.
Se dirigió a la cocina imaginándose muchos escenarios donde la protagonista era su hermana, teniendo una discusión con su mamá, no creía que su mamá hubiese venido de visita de sorpresa, pues sabía que su mamá no le gustaba ser espontánea ella era más de hacer planes agendar y planificar todo meticulosamente. Puso el agua a hervir antes de preparar las tazas de té y café.
-Este lugar parece sacado de una revista de decoración -comentó su mamá entrando a la cocina.
-Es organizado, minimalista, espacioso, me gusta.- admitió con las 2 tazas en la mano para dejarla sobre la isla de la cocina.
-¿Por qué escapaste de la Toscana italiana?- cuestionó sentándose.
- bueno, no hay mucho que contar. Mi pasantía había acabado con el chef, aunque me invitó a trabajar con él, pero tú sabes que mi sueño es que prueben más personas de nuestro gastronomía - Declaró con una sonrisa.
- ¡Oh por Dios! En serio te invito a trabajar con él. - exclamó.
- Mamá tranquila Sé que eso es increíble, que tal vez haya dejado pasar una oportunidad, pero yo decidí que era buena idea poner mi propio restaurante Sobre nuestros sabores y colores en la Extensa gastronomía que tenemos- declaró con una sonrisa- Excelente hija, tus sueños son muy importantes para mí y más si ya lo estás cumpliendo.
- Así es, estoy feliz, algo dentro de mí me decía que debía arriesgarme, pero tenía miedo de fracasar y de que no aprobarás mi opinión. Me hace muy feliz que apoyes esto estoy logrando- dijo con orgullo.
- Felicidades.
- Aunque no creas, lloré un poco, estaba muy asustada. Y con el tiempo mientras veía Tomando forma mi proyecto- dijo- Pero estoy Muy enfocada, me ha costado mucho trabajo- termino de contarle.
- ¿Y qué tal estamos en el amor?
- ¡Mamá!
- es la verdad, ahora cuéntame ¿cómo te va con los hombres? -cuestiono.
- Tuve algunas citas fallidas. - Comenzó a contarle.
- ¿por qué?
- Todos son tan imbéciles, unos se creen la última Coca Cola en el desierto. Esos son los peores- Respondió recordando al estúpido italiano que ni al caso.
- Pero no generalices que no todos son o se quedan así por mucho tiempo, es como una temporada de su vida o etapa ve tu papá tú lo vez ahorita y lo comparas con el de hace 30 años y no tiene nada que ver.
- Tienes razón, pero hace poco conocí a uno es italiano de nombre de novela barata, ¿Sabes lo que dijo? Dijo que yo terminaría trabajando con él y que terminaría aceptando sus condiciones. ¿Puedes creerlo?
- Se nota que no te conoce. - señaló.
-Oye, pero no dice que los italianos son muy atractivos y más por su acento o es que este no lo era.