Mi Mitad

Capítulo 08 "La última prueba"

Spencer

Me pierdo en mis pensamientos por un momento tratando de calmarme, traté de ponerme en el lugar de todos por un momento. Supongo que es natural que le tengan rencor a mi madre, pero no creo soportar saber que hablan de ella de esa forma y no hacer nada. Me apoyé en un árbol y me senté en una piedra a los pies de este.

— ¿Por qué no hiciste nada? —pregunté en cuanto sentí a Aza sentarse a mi lado. Suspiró.

—Hay cosas que un Alpha no puede imponer, aunque lo quiera.

—Pero…

—Escucha, hijo, para mi tampoco es agradable escuchar lo mal que hablan de tu madre, pero no puedo ir e imponerles a todos que no lo hagan, que la quieran como solían hacerlo— negué con la cabeza y fije mi vista en el suelo— no puedes obligar a alguien que acepte a otra persona, porque al final terminarán odiándola más.

— ¿Cómo cambio esta situación? —pregunté encontrándole razón a sus palabras.

—Tú no puedes hacer nada, no eres tú el del problema— esta vez lo miré. Su mirada había estado estancada en mí desde que se sentó a mi lado, me miraba con tristeza en sus ojos, sé que esto tampoco es fácil para él, pero si en algo tenía razón Aza, era que este problema, aunque me compete, no es uno que yo pueda resolver. Asentí— en cuanto a Trevor— volvió a suspirar— aunque ahora exista una paz entre ambas especies, todavía es un poco difícil dejar atrás los malos días, no es nada personal contra él.

—No sé porqué estoy sintiendo que todo se está poniendo muy difícil— lo sentí carcajear.

—Ay, hijo, no tienes ni idea de lo difícil que la vida es a veces— esta vez su mirada de tristeza fue reemplazada por una mucho más paternal de lo que esperaba. Dejó caer su mano en mi cabeza y me despeinó. Sonreí ladeándome para alejarme— aún te falta mucho por aprender, van a ver momentos como estos en los que no vas a poder hacer mucho y vas a tener que ceder para que todo se mantenga tranquilo y otros en los que vas a poder apretar y controlar la situación.

Me quedé en silencio por un momento mirando hacia el frente, no pensando en nada en particular, simplemente me quedé en silencio calmando lo último que quedaba de mi rabia, hasta que pensé en qué haría mi madre en mi situación, eso me hizo darme cuenta de que mamá no había hecho nada para evitar este malentendido. Miré a Aza y le pregunté.

—Mamá… ¿Sabe sobre esto? —él sonrió.

—No.

—Bien, cambiaré la pregunta ¿Cuánto sabe mamá sobre todo lo que está pasando en la manada?

—No sabe nada, nos guste o no, ella ya no es parte de la manada— asentí con la cabeza—desde el momento en el que me rechazó, rechazó el puesto de Luna y se fue, ella a no tiene responsabilidades con la manada.

—Eso no es lo que todos dicen.

—Esa es la verdad— volvió a suspirar— algo interesante sobre vivir en una manada, hijo, todos somos familia y eso ata a cualquier persona a una responsabilidad moral. No importa cuán lejos te vayas, no importa lo que hagas, no importa si comienzas una nueva vida, si te desligas de todo, familia es familia.

—Y la responsabilidad moral nunca se pierde.

—Exacto— volví a asentir.

De cierta forma ahora entiendo mejor lo que piensan los demás. Los vampiros, a pesar de ser leales a su raza y a los gobernantes, son mucho más independientes. Los problemas de él no son los problemas de aquel. Viví y crecí con ese tipo de pensamientos, la familia son los padres e hijos y el resto es solo el complemento. Ahora me doy cuenta de que mamá trató de enseñarme que en realidad, en una manada, todos somos familia, pero yo simplemente no lo lograba entender, lo que me decía con lo que yo veía no concordaba.

Ahora, estando aquí, me doy cuenta de cuántas cosas logro comprender que antes no lo lograba. El significado de “familia” es muy diverso, más de lo que imaginaba.

—Jason— mi tío habló llamando nuestra atención. Me miró, sonrió y luego volvió a papá. A mí no me engaña, esa sonrisa fue más de “comprensión” que de otra cosa, supongo que sabrá el tema del que estamos hablando— está todo listo.

—De acuerdo— me miró— vamos.

Siguiéndolo en silencio, caminé a su lado. Alcé mi cabeza cuando me di cuenta de que estaba muy cerca del grupo de personas que nos esperaban. Mi mirada, sin poder evitarlo, se posó en Michaella. Ella inmediatamente bajó la mirada, no pude evitar fulminarla con la mirada, pero soy consciente de que no es su culpa y que por más que me moleste, tendré que disculparme por actuar de forma tan impulsiva.

—Muy bien, ah llegado el momento que esperé durante toda la tarde— dijo Aza apenas llegamos. Lo miré incrédulo— siempre quise ver esto, no me juzgues— me dijo a lo que sonreí—todo tuyo, Cassandra— mi prima se acercó a mí con una sonrisa de maldad pura, se parece a su madre.

—Reglas, mordidas y rasguños están permitidos, ataques al cuello están prohibidos. Al igual que con Richart tendremos quince minutos para derribar al oponente, si ninguno lo logra se considerará empate. El ring es toda la cancha de entrenamiento. Con anterioridad a la pelea evaluaremos tu forma lobuna, altura, dientes, fuerza de mordida, orejas, patas y peso. Esto nos ayudará a saber el estado físico de tu forma lobuna—asentí— muy bien, vamos entonces.




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