Mi Mitad

Capítulo 19 "La verdad"

Spencer

 

Resulta que Jackson tiene neumonía. Cassandra guardó la calma, pero a mí no me engaña, en su interior está vuelta loca porque su Mate tiene neumonía. Quiso ocultarlo, pero no pudo evitar culparme a mí por tenerlo encarcelado en tal estado. No le dije nada, me aguanté sus alegatos hasta que se dio cuenta de lo que estaba haciendo y se calló.

El resto del día no fue más fácil. Romina seguía preocupada por su hermano, que a propósito ni el mismo apellido tiene. Michaella desapareció de mi vista hace mucho tiempo. Dracul siguió mi petición e informó que había una reunión. Y yo tuve que darles cara a Aza, mi tío, mi prima, mi tía, mi primo y lo que es peor, a Michaella.

-Déjame ver si entendí, nos invocaste aquí para liberar a ambos prisioneros, de los cuales uno está encerrado por traspasar la frontera sin autorización y la otra por sospecha de traición- asentí. Aza suspiró, veo en su cara que trata de entender la situación, pero no lo logra- ¿Esto es porque no te dijimos sobre la Rogue?

—No, no es por eso, de hecho, yo mismo mandé al otro a la cárcel.

—Y entonces ¿Por qué? No entiendo esta decisión tan apresurada.

—Primero que nada, Ro…—me callé. Mi idea no es que sepan que es mi Mate hasta el final, o pensarán que mi decisión está influenciada por ese hecho y les quitaría credibilidad a mis argumentos. Aza me miró esperando a que continuara— la Rogue fue encarcelada sin evidencia.

—Michaella dijo que la vio atacando a un grupo de lobos.

— ¿Y qué más? —pregunté. Aza se inclinó en su escritorio y me miró arrugando la frente.

— ¿Qué más?

—Sí ¿Qué más? Si eso es cierto, debería haber más testigos, como los mismos afectados ¿No es así? ¿Ellos han dicho algo?

De pronto, logrando el efecto que quería, la oficina de Aza quedó en total silencio. Aza pasaba su mirada de una persona a otra, esperando que alguien dijera algo, pero nadie dijo absolutamente nada. Eso confirmó lo que sospechaba. Sabía que Michaella fue la que culpó a Romina y sabía que su simple palabra valía más que cualquier cosa, por eso traté de buscar otro camino para llegar a la supuesta verdad.

Admito que por un lado me siento mal por Michaella, casi la estoy traicionando de nuevo haciendo poner su palabra en duda, pero como futuro Alpha no puedo permitir que se tomen decisiones solo basados en la palabra de una sola persona y como Mate de Romina quiero saber la verdad.

No creo que Mica lo haya hecho a propósito, simplemente creo que su versión no es la única.

—Steph, ¿Podrías traer a Michaella?, la necesito aquí para solucionar esto.

Mi tía asintió en respuesta y salió rápidamente por la puerta. Al cabo de un momento, en el que solo nos mantuvimos en silencio a la espera, volvió a aparecer con Mica detrás. Me concentré en observar su rostro. Sus ojos ya no estaban hinchados, pero el rojo aún permanecía en ellos levemente. Su rostro era inexpresivo, simplemente caminaba sin mirar a nadie más que a Aza.

— ¿Me llamó?

—Sí, Michaella, con respecto a la Rogue que dijiste que estaba atacando a un grupo de los nuestros, ¿Recuerdas a quiénes estaba atacando? —Michaella se echó para atrás algo sorprendida, sin embargo, mantuvo la compostura.

—Sí, los recuerdo.

—Dale los nombres a Damon, los necesito para que confirmen tu historia —Aza habló con serenidad, como si poner en duda la palabra de alguien no fuera nada. Casi me sorprendió, pero luego me di cuenta de que yo había hecho lo mismo.

Esta vez, la inexpresividad de Michaella flaqueó. Me echó un vistazo rápido cuando entendió la situación. No me dijo nada y se dedicó a darle los nombres a mi tío, quien llamó a los demás por el link mental entre la manada.

—Por mientras ¿Por qué no nos vuelves a contar lo que pasó? —Aza sacó un papel de una carpeta y lo miró con atención al tiempo que esperaba las palabras de Michaella.

—Por supuesto —respiró profundo antes de empezar— Esa noche fue bastante caótica, después de salir de los calabozos, Spencer me pidió que vigilara al Alpha desde un lugar seguro desde el cual pudiera disparar. En el camino me encontré con este grupo de lobos que peleaban dificultosamente contra los cazadores, me estaba acercando a ayudarlos cuando vi a un lobo desconocido arremeter contra ellos. Fue ahí cuando la atacamos y logramos reducir con facilidad, inmediatamente ordené que la encarcelaran.

— ¿Y qué pasó con el grupo?

—En ese momento estaban muy mal heridos, así que los dejé ahí con el equipo médico y luego me fui a mi posición.

—De acuerdo —finalmente Aza levantó su mirada de la hoja y la posicionó en Michaella— tu versión sigue siendo la misma. Unos golpes en la puerta nos llamaron la atención— pase —obedeciendo por la puerta entraron cuatro chicos jovenes.

Supe que ellos eran mi única esperanza para sacar fácilmente a Romina de ese lugar. Ruego a que digan la verdad y sea a favor de Romi. El mayor no parecía tener más de 25 años y el menor, solo por su contextura física, sé que debía tener apenas 16 años.

Con un puño en su pecho bajaron la cabeza y saludaron al Alpha y al Beta.




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