Spencer
Salvar a Jackson de una muerte por neumonía no fue fácil, sus pulmones habían colapsado, un minuto más tarde y habría muerto, afortunadamente la intervención médica logró salvarlo por pelo ¿El problema? Está inconsciente y con respiración mecánica, en cualquier minuto podría decaer, su cuerpo está demasiado débil como para poder recuperarse por sí solo, necesitará mucha ayuda e intervención médica.
Suspiro de sol pensar en la situación, Lo único que me mantiene calmado es Romina. Mi Mate está considerablemente bien para toda la situación, a pesar de tener que estar conectada al suero y de tener que mantenerse en la clínica por unos días, está perfecta, es por eso que logro mantenerme en calma. Todo lo contrario a mi prima.
Cassandra no ha parado de trabajar desde que dejamos a Jackson en urgencias. Han pasado 3 días y no la he visto quedarse quiete en ningún momento que no sea para dormir. La veo pasar de un lado a otro, ir de allá para acá.
No es de extrañar que nadie note algo raro en ella, porque es lo que suele hacer, sin embargo, yo sí lo noto, a pesar de no ser tan cercanos sé que estas ansiad de trabajar sin parar no son por gusto.
—Listo —dijo entrando a mi oficina, cerró la puerta y se me acercó— hice el itinerario para las pruebas de la sección de búsqueda y también el de los nuevos reclutas —asentí, tomé las carpetas de sus manos y revisé rápidamente el itinerario. Cassie se sentí en la silla frente a mí y esperó.
—Creo que deberíamos dejar una ventana un poco más grande para la hora del almuerzo.
— ¿Dos horas no son suficientes? —negué y la miré.
—Son suficientes, pero si no queremos tener a alguien vomitando será mejor que les demos media hora más para descansar, el ejercicio que viene después es más intenso, no lo aguantarán con el estómago lleno —asintió.
—Está bien, lo arreglaré.
—Gracias —sonreí— esto será bueno, tener una sección de búsqueda nos permitirá mantener las lejanías de la frontera controladas y los nuevos reclutas nos permitirán mantener ese vacío completo.
—De hecho, sí, fue una buena vida —volví a sonreír, dejé la carpeta en el escritorio y me dejé caer en el respaldo de la silla, me estiré y gruñí, se siente bien saber que lo que haces está bien— estoy cansado, creo que iré a ver a Romina un rato y luego volveré a trabajar.
—Me parece bien —sonrió y se paró. Tomó la carpeta y la apuntó— yo por mientras arreglaré esto y verificaré que todo esté en orden para mañana, recuerda que mi tía dijo que mañana fueras a cenar allá para despedir a Drac —asentí.
—Lo sé —suspiré— no lo digas, pero extrañaré a ese condenado —Cassie rio.
—Yo también. Bueno, me iré primero —mi sonrisa de borró al verla dar media vuelta y caminar a la puerta. Apreté los labios, no la podía dejar así, esta chica tiene la mala costumbre de guardarse todas sus emociones y yo tengo la mala costumbre de meterme donde no me llaman.
—Cassie, espera —me miró— ¿Por qué no te tomes un descanso? Has trabajado como loca los últimos días, un minuto para ti no te haría nada mal y nadie te reclamaría por eso.
—No, está bien, así no me aburro, aparte, hay muchas cosas que hacer por aquí —me paré y me acerqué a ella.
—Eso no es cierto, gracias a ti, tenemos todo el día e incluso adelantado, ve a descansar un poco.
—Spencer, está bien, en serio —me volvió a dar la espalda— nos vemos en un rato —justo en el pomo de la puerta. Mi prima quedó congelada en su lugar y sin darse vuelta me respondió.
— ¿A sí? No sabía —finalmente me miró por sobre su hombro— debió haber estado muy mal —asentí.
—No tiene un muy buen pronóstico, la neumonía no es difícil de curar, pero en las condiciones en las que llegó y lo avanzada de la enfermedad, no lo hacen nada fácil —esperé una respuesta seca o sarcástica, pero simplemente me miró. Esperé un poco más, pero lo único que pasó fue que volvió a darme la espalda y abrió la puerta para escapar— hablé con el médico, me dijo que tuviera listo los trámites para un funeral por si acaso —mentí, pero fue la única forma de hacerla parar, la vi tensarse— sin embargo, tú eres su Mate, siento que te corresponde a ti hacerlo —esperé su respuesta. Nada— así que como te vas a trabajar ahora, puedes agregar eso a tu lista de pendientes.
Su reacción a mis frías palabras fue cerrar la puerta con fuerza y enfrentarme cara a cara. Su rostro está serio, su ceño está fruncido, veo su puño tiritar de la fuerza que ejerce al apretarlo.
— ¿Qué pretendes? —me preparo para enfrentarla y me encojo de hombro.
—Solo te estoy informando —sonreí. Le di la espalda y caminé hacia mi escritorio, me senté en la silla totalmente despreocupado y la miré— si no lo haces tú, nadie lo hará y terminará en una fosa común —apoyé mi mejilla en mi puño y observé su mandíbula apretarse. Caminó hasta mi escritorio totalmente rígida.
— ¿Qué es lo que realmente pretender Spencer? —volvió a preguntar.
—Como ya te dije, yo solo te estoy infor… —sus manos chocando fuertemente contra mi escritorio me detuvo a mitad de frase. Está furiosa, lo veo en su cara, pero no solo eso. Ahí está, en ese pequeño espacio en su mirada, ahí está lo que quiero sacar a la luz.