Empieza otra semana y estoy con los ánimos por las nubes, ni pensar que esta semana tenemos partido y el entrenador nos machacará más de lo habitual me desanima, lo bueno es que se que esta semana mi padre no va a dar por culo, molestándome y llamándome para estupideces y charlas innecesarias, ya que se ha ido con su actual esposa a las bahamas de viaje familiar con los dos hijos de ella incluidos, y adivinar ¿a quien a sido al único que ni le han preguntado? así es, a mi, y gracias le doy por ello, no necesito a una persona que solo se quiere sentir padre para lo que le interese, y todo su argumento sea que yo no sirvo para nada mas que no sea el futbol.
Desayunar en la fraternidad a veces es una locura, y hoy es uno de esos días, estamos sentados seis tíos comiendo como si fuésemos veinte, y contando las conquistas del fin de semana.
—¿Tios a que no sabéis a quien me he ligado?—dice Adam captando toda la atención.
—Adam que te hayas liado con otra animadora no es novedad— le digo tirándole un cereal a la cabeza.
— No, te equivocas, podría serlo pero no se trata de ninguna animadora.
—Va pues cuéntalo que nos tienes en ascuas— insiste Justin.
—Ni mas ni menos que Isabella, además me ha dado carta blanca para seguir acostándome con quien quiera mientras nos conocemos, encima de que esta como un queso es lista.
Mi sorpresa es tal que Max parece haberse dado cuenta, suerte que ha sido el único, el resto está comentando que ojalá ellos conocieran a alguien así.
—¿No lo habrás soñado tío? ¿Isabella es lista porque querría tener una relación abierta contigo?— le dice Max y consiguiendo hacernos reír al resto.
—Pues no no soñaba y espero que pronto pueda estar entre mis sabanas.
¿Una relación abierta con Adam? pero en que piensa esta chica, que se quiere dar a conocer como la cornuda de todo el campus, como le da carta blanca a Adam a que se acueste con quien quiera mientras se acuesta con ella.
Pensaba que Isabella no sería como el resto de chicas con las que nos relacionamos, pero al parecer busca lo mismo que el resto, y ni mas ni menos que con Adam que tiene un historial bastante mas amplio que el mío y mira que he estado con chicas.
Estamos ya en la cafetería para comer cuando nos juntamos con las amigas de Kara la chica que parece ha conquistado a Justin, y sin querer pienso en la mocosa, si vendrá a comer con nosotros y efectivamente como si me hubiese leído el pensamiento aparece por la entrada de la cafetería, y inevitablemente nuestras miradas se cruzan, su mirada no se desvía y mantiene la vista fijada en mi, se nota que es una persona segura de si misma, esos ojos color océano son cautivadores, debe haber sido eso lo que ha cegado a Adam porque por su carácter y su poca amabilidad no será.
Terminamos de comer y Adam ya se ha ido a la siguiente clase, se ha despedido de Isabella con un simple pico, estamos hablando de las clases cuando Max nos recuerda la apuesta del otro día.
—Bueno Isabella, ¿nos tendrás que decir que días tienes libre para darnos clases o pensabas que se nos iba a olvidar?
—No, por desgracia no os habéis olvidado, yo los martes y jueves me es imposible, trabajo ¿vosotros que días entrenáis?
—lunes y miércoles, y los viernes cuando hay partido los sábados, así que tendremos que cuadrarlo como sea.— le dice Max
—Joder, ¿y no preferís que os invite a un par de cervezas y ya zanjamos el tema? — nos dice poniendo morritos.
— A no de eso nada, nosotros entrenamos hasta las 7 de la tarde podemos quedar en nuestra fraternidad y darnos allí la clase o ir nosotros a tu residencia y que nos la des allí. —le digo por nada del mundo pienso quedarme sin molestarla durante esas clases.
— Vale, pero mejor en mi residencia, yo a vuestra fraternidad no voy ni loca, tanta testosterona junta no la necesito.
—Perfecto, ves como siempre se puede llegar a un acuerdo ¿empezamos la semana que viene que ya tendremos mas materia?—dice Max.
—Por mi perfecto— les digo
—Vale, si no hay otro remedio.
Pasan los días bastante rápido, estamos a viernes y he quedado esta noche con una chica del equipo de animadoras, necesito despejarme y me vino de perlas que me llamase ayer para quedar, no es que me moleste que tenga mi numero de teléfono, pero si me pregunto como lo habrá conseguido, misterios de la vida.
—¿Puedo?— me dice Max abriendo la puerta
—Si si no te importa ver este cuerazo mojado.— acabo de salir de la ducha y estoy con una toalla y las chanclas.
—Sabes que no eres mi tipo, lo siento.— me dice riéndose