Mi mocosa favorita

capítulo 15: Isabella

 

    No he podido hacer otra cosa que huir, que se mostrase así de amable conmigo era algo que no esperaba de Connor, el simple contacto con él en la moto me ha hecho sentir cosas que hasta hoy no había experimentado, no he sabido que hacer cuando se ha mostrado agradable y preocupado por mi. 

    En la moto subida con él esta vez ha sido distinto a la primera, he sentido la misma sensación que cuando iba de pequeña con mi padre, la seguridad y el cariño al volante me ha trasladado a cuando era solo una cría sin preocupaciones ni conflictos, no he podido evitar abrazarme a su cintura y sentir la respiración agitada de Connor, me atrevería a asegurar que siente lo mismo que yo cuando conduce una moto, la adrenalina y la libertad de no existir nada mas que la carretera él y la moto.    

 

    Al llegar al cuarto no puedo evitar derramar las lagrimas que tenía acumuladas, recordar a mi padre de esa forma me ha removido por dentro,  han sido sentimientos contradictorios difícil de expresar y entender.

    —¿Estás bien Isabella? ¿que te ha pasado?— Me pregunta Kara y me estremezco al escuchar su voz ni he caído en que estuviese despierta.

    —Estoy bien Kara, he recordado a un familiar que murió y me han podido los sentimientos.

    —Lo siento nena, acuéstate y descansa que lo necesitas, no paras en todo el día debes estar agotada.

    —Gracias, lo necesito.

    —Venga guapísima mañana hablamos que te quiero proponer un plan.

    —Me apunto.— le digo mientras me acuesto ya con el pijama puesto y veo como se alegra y me sonríe.

    —Esa es mi chica.

    

    El resto de semana pasa sin apenas darme cuenta, estoy terminando la ultima clase del viernes y estoy hasta nerviosa, la intriga de saber como ira el finde y saber como es la competición me crean grandes expectativas, y más teniendo a Kara las 24 horas hablarme sobre la acampada y lo ilusionada que está al ir conmigo y con Justin.

 

Por fin estoy en la residencia, pero al entrar en en mi habitación la primera imagen es que han entrado a robar, está todo patas arriba, me empieza a entrar el pánico hasta que escucho a Kara reírse.

    —Ni te imaginas que cara has puesto. Te prometo que lo recojo enseguida

    —¿pero que ha pasado aquí, ha entrado alguien a robarnos?

    — Pero tu sabes que difícil es escoger dos modelitos para ir al campo, necesito impresionar a Justin.

    —¿Estás loca lo sabes no?— le digo haciendo hueco para poder entrar en el baño para poder ducharme.

    —Si pero tienes la ropa ya elegida por mi, así que no te tienes que preocupar por que ponerte.

    — A no no yo de ti no me fío.

    —Pues ya es tarde tienes la mochila hecha y no vas a hacerme el feo de cambiarte la ropa después de lo que he tardado en elegirla.    

    —Mira me voy a duchar si no aun llegaremos tarde, recoge todo y prepárate.

    —Vale mama.

    

    Estamos ya esperando a que nos recojan Justin, Max y Adam, desde el otro día que comimos juntos no he vuelto a hablar mucho más con Adam, solo para confirmarle que iría a la acampada, se alegro de que fuese, me aseguró que lo íbamos a pasar en grande y que pasaría todo el fin de semana a mi lado.

 

    Nada mas llegar con el coche me doy cuenta de que no va Adam, si no que viene solo Justin y Max y por lo que me cuenta Max, Adam ha tenido que ir con su coche para que pudiesen ir otra parejita ya que todos juntos no cabíamos en el coche de Adam, y pienso que ya podría haberme dicho algo y haber ido con él en el coche.

    El trayecto es bastante ameno, pasamos la hora contándonos anécdotas y cantando, estoy haciendo bastante miga con Max, la verdad es que es un chico increíble, todo lo que tiene de grande lo tiene de buena persona, y no se por que me da la impresión de que se llevaría muy pero que muy bien con Erik.

 

    —Ya hemos llegado chicos, señoritas ahí tenéis vuestra cabaña.—Nos señala Justin hacia una cabaña de madera con unas tejas rojas que me parecen del todo adorables, el sitio en general es increíble, está en medio de una pinada y por lo que nos han dicho hay un riachuelo a pocos metros de las cabañas.

    —Vamos, que me ha dicho Connor que ya hay están preparando la hoguera.

    Dejamos nuestras cosas en la cabaña y nos vamos directas a la zona central,  está llena de mesas y en el centro una zona acotada para hacer fuego. Mis ojos van en dirección a esos ojos color miel que ya están pendientes de mí, Connor va vestido como de costumbre, lleva su chupa negra y unos vaqueros ceñidos desgastados, y ese pelo despeinado que le da aun mas pinta de tipo duro. 

 



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Editado: 13.09.2018

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