Estoy algo abrumada, en apenas unas horas he experimentado una mezcla de sensaciones y sentimientos que en años no había vivido. Estar cerca de Connor es un peligro, ha sido la primera persona que ha conseguido que mis preocupaciones se esfumen, que pueda divertirme aunque sea por momentos pequeños. No se como ha podido pasar pero mi cuerpo ha reaccionado ante el acercamiento de él, cuando he caído encima suya la piel de todo mi cuerpo se ha erizado, y mis pulsaciones han aumentado considerablemente, pero como ya le he dicho, yo no quiero a alguien que consiga que me brillen los ojos, aunque ello consiga hacerme sentir viva, porque luego todo se complica. Yo necesito tranquilidad en mi vida, una persona que me aporte paz y estabilidad.
Consigo llegar a mi cabaña, aun voy con el pijama, y con la chupa de Connor, se me ha olvidado dársela cuando he bajado de la moto, me la quito y el perfume que lleva siempre Connor se mezcla entre el ambiente, llamarme rara pero yo me quedo con los aromas y perfumes de la gente, suelo asociar a cada persona según el perfume que lleva por ello y he de admitir que Connor huele muy bien.
—¿De donde vienes? me tenías preocupada.— Kara consigue sacarme de la nube en la que estaba.
—He ido a dar una vuelta, me encanta la naturaleza y no he podido dormir mucho.
—¿Y esa chupa?— se acerca y me observa— no te la había visto, ¿te viene un poco grande no?.
—Es que no me la he puesto desde que estoy aquí, va vamos a cambiarnos que en nada habrá carrera.
—Ponte lo que te he traído, que irás guapisima.— Me señala a la mochila.
— Si, no te preocupes.
—Vamos que solo tenemos media hora para cambiarnos y salir a desayunar.
Me cambio y me pongo una camisa con bastante escote, no acostumbro a mostrar nada, tengo bastante pecho para lo delgada que estoy, y es por ello que intento no realzarlo para que no se me note , no estoy acomplejada pero si que es verdad que lo suelo esconder, evitando escotes y camisetas ceñidas.
Dejo la chupa en mi mochila para poder devolvérsela en otro momento, si salgo con ella para dársela cualquiera podría darse cuenta.
Cuando nos acercamos a donde están ellos ya con la mesa llena de café zumos y bolleria, se acerca Adam casi corriendo y me pregunta como he pasado la noche, y me deja hueco para que me siente a su lado, haciendo que me ponga enfrente justo de Connor, haciendo que la situación se haga mas tensa si cabe, ya que este no ha dejado de mirarme desde que he aparecido.
El desayuno transcurre con normalidad, hemos estado hablando casi todo el tiempo de la carrera, y por lo visto también se pueden apuntar chicas pero hasta el momento no ha habido ninguna que lo haya intentado, Max ha estado dandole ánimos a Connor, por lo visto hay otro participante que no actúa de manera licita y que no es la primera vez que compiten juntos.
Estamos preparados ya para ver la salida y Connor antes de ponerse el casco mira en mi dirección y me guiña un ojo, gracias al burullo de gente, no se ha notado el gesto, pero a mi me ha hecho sonreír.
—¿Veo que te gustan las carreras no? estas muy contenta.— Me dice Max haciendo que me sobresalte del susto.
— Así es, desde que era una cría me han gustado.
—Ya, ya ¿y esa sonrisa tiene que ver con algo o alguien mas?— me dice y me pongo tensa, se que no nos está escuchando Adam y no se si la pregunta que me ha dicho Max se refiere a él o a Connor.
—Anoche arreglé las cosas con Adam así que estamos bien.
— En otro momento te diré una cosa, ahora disfrutemos de la carrera.
Los nervios que se me crean por los pitidos del inicio de carrera son parecidos a los que se me hacían cuando yo estaba en la casilla de salida. Se que Connor está nervioso, zarandea mucho sus piernas pero confío en él, conduce con mucha seguridad en si mismo y al coger velocidad apenas se le desvía la moto.
Estamos todos expectantes, están a punto de volver a meta, y por lo que se ve colina a bajo las dos motos que están mucho más avanzadas al resto son la de Connor y la del otro competidor con una moto amarilla que juega sucio, en la primera recta ha cogido posiciones provocando que otros participantes se tambaleasen y perdiesen velocidad de la moto.
Por un momento casi termina Connor por los suelos, el de la moto amarilla se ha puesto a su altura y ha intentado tirarlo dandole una patada a la parte central de su moto, lo que no contaba es la estabilidad que tiene la moto de Connor y su habilidad al volante, haciendo que solo se desestabilizarla un poco, pero ante el fallo a sido Connor quien ha aprovechado el momento y ha cogido más velocidad llegando antes a la línea de meta.
Todo nuestro grupo empieza a celebrarlo, y Connor viene directo a nosotros pasando de unas chicas que estaban esperándolo en la meta, cuando llega a donde estamos todos uno a uno le abraza y le da la enhorabuena, cuando llega mi turno le doy un pequeño abrazo y antes de separarnos me dice: