Soy un completo imbécil, me repito mentalmente una y otra vez hasta que llego a mi habitación, de verdad como he podido si quiera pensar eso de Isabella, pero es que su actitud me confunde, pero lo que ha dicho acerca de Adam me ha echo sentir aun mas idiota, yo pensando que estaba jugando conmigo, y ella ya había dejado las cosas claras con Adam, pero después de lo de esta noche no creo que vuelva a acercarse a mi, la confianza que llegó a tener conmigo la he destruido yo poco a poco, entre lo que escuchó que le dije a Max y ahora esto ha provocado que ella no quiera saber nada de mi.
Estoy ya medio adormilado en la cama después de haber estado garabateando con mi libreta porque no podía dormir, escucho como golpean la puerta de mi habitación, la abro y es Max, su cara demuestra cansancio y agotamiento, debe haber sido duro volver a sacar a su hermano de los problemas.
—¿Como ha ido tío?—le digo ofreciéndole que se siente a mi lado— ¿Una cerveza?—le señalo la nevera.
—Que va pero gracias, ha sido una mierda, sigue igual, no cambia y encima me ataca, y aun así he tenido que ser yo quien haya hablado con el policía, mi hermano no estaba en condiciones.
—¿Y que te han dicho, es grave esta vez?
—Si, le llevarán a un centro de adicciones en cuanto salga del hospital, son ya varias incidencias que no pueden pasar otra más, serán unos meses solo para que se intente curar, pero se que a mi madre le destrozará.
—Es lo mejor que le puede pasar a tu hermano, deberían haberlo metido mucho antes, a ver si de verdad funciona y se rehabilita, dejara de darle disgustos a tu madre y a ti.
—Espero, pero eso no cambiará el odio que me tiene.
—¿Pero porque es así contigo Max? —le pregunto esperando alguna respuesta por su parte, se que es un tema tabú para él.—¿que le has hecho tu para que te tenga ese rencor?
Max baja la mirada avergonzado, y se fija en el cuaderno de dibujo que tenia en la cama, viendo el dibujo que acababa de terminar.
—Tío está preciosa, te trae de cabeza ¿eh?— me señala el dibujo que he plasmado en el papel y asiento sin poder remediarlo.
—En eso no estábamos y lo sabes, sigue— le reprocho sonriéndole, y me mira medio avergonzado.
— Yo en ese entonces era solo un crío, el trajo a una de sus chicas a casa, mi hermano no es que tuviese novia, es que estaba con varias a la vez, al parecer le gustaba acumular chicas , y por suerte o desgracia, otra de las chicas con la que estaba me prometió traerme una figura de Dragon Ball cuando volviese de su viaje a Japón, el problema fue que vino justo cuando estaba Jack con otra en la cama.
—Pero y cual es el problema tío, tu hermano se lo buscó solo antes o después lo descubriría alguna.
—Pues que según él yo siempre sobresalía por encima de él y eso le causaba todos los problemas, como el de la chica, eso fue la excusa perfecta para cabrearse conmigo, pero realmente la causa fue que yo entré en el equipo del instituto y el cuando tuvo la oportunidad y le aceptaron en el equipo la cagó, al ver que no conseguía ser titular en ningún partido empezó a drogarse y llegó el día que le hicieron a todo el equipo un análisis rutinario y salió positivo.
—Pero fue su error, no puede culparte a ti de sus cagadas, así lo único que va a conseguir es destruirse él.
—Ya pero yo no puedo ni quiero hacer más, suficiente tengo con sacarle de los líos en los que se mete, en fin me voy a descansar que mi cabeza me va a estalla, pero no creas que me olvido de lo otro, ya hablaremos al respecto.— me dice levantándose y dándome una palmada en mi espalda.
—Nos vemos mañana, descansa grandullón.
—Buenas noches.— Cierra la puerta a su paso y me deja otra vez sin sueño y con toda la noche por delante.
Los primeros rayos de luz atraviesan la ventana, haciendo que me sea imposible seguir intentando conciliar el sueño, apenas he pegado cabezadas, últimamente es habitual en mi, muchos pensamientos rondan por mi cabeza, encima mi padre sigue sin dar señales de vida, desde que se fue con su nueva familia, no he sabido nada más, y eso hace que esté en calma pero a la vez apenado, que un padre no quiera ni interesarse por su hijo dice mucho de él.
Me visto con unos jeans oscuros con unos cortes a media rodilla y con la primera camiseta que encuentro que está decente, salgo de la habitación y me voy directo a por un café, necesito cafeína para empezar bien el día.
Me encamino hacia la facultad y cuando aparco la moto en el parking me choco de bruces con una de las animadoras que ahora mismo no recuerdo su nombre pero se que lo pasamos bien, lleva el pelo suelto con una cantidad de maquillaje en la cara que si la besase en la mejilla me llevaría media cara.