Epilogo.
No sé qué me pasaba. Pero estaba fuera de mi cuerpo. Estoy mirando mi cuerpo, el cual esta pálido y de una herida en mi pecho sale mucha sangre.
Lo único en lo que podía pensar es se volvió a salir con la suya. Deje solo a William y Azucena, los deje solos. No deje de llorar, aunque nadie me viera.
No podía creer que este era mi destino morir en sus manos. Pero él había obtenido el mismo destino que yo. Su cuerpo inerte estaba al lado del mío, los policías lo habían acribillado justo después que me disparo.
Pero cuando la sargento Duarte, se puso a mi lado y toco mi cuello. Las esperanzas aumentaron cuando escuche “Aun hay pulso.”
Esas palabras se quedaron en mí.
Vi cómo me subían a una ambulancia. También observe como se llevaban el cuerpo del que un día fue mi padre. No sentí dolor alguno.
Me llevaron al hospital, en donde en medio de una cirugía para extraer la bala. Tuve un infarto… Sentí como un hilo invisible tiraba de mí. Pero me negué a seguirlo, me quería quedar a ver como intentaban salvarme la vida. En ese momento, la maquina volvió a pita, haciéndole saber a los médicos que seguía viva.
De pronto ya no estaba en la sala de operaciones. Estaba en un club…
Nadie me había preparado para ver la cara de William cuando se lo dijeron, lo vi caerse al piso y gritar mi nombre. Vi a mi tío llorando mientras intentaba tranquilizar a William.
Cariño déjame decirte que te vi, rogando al cielo que fuera mentira. Rogando que no fuera yo la que salía en las noticias. Yo estaba a tu lado, intente calmarte decirte que sigo, que estoy luchando por seguir a tu lado.
También vi cómo te enojaste conmigo, por no haberte contado de mi plan. Vi como la sargento Duarte intento hablar con vos, pero no querías escucharla. Solo querías verme.
Pero no te dejaban amor, estoy tan delicada. Ese hilo me tira cada vez más fuerte.
Vi a mi hija preguntar por su mamá, nunca pensé que se me rompería tan el corazón. Cuando la vi llorar en tus brazos.
Cuando los médicos te dijeron que no había nada más que hacer, que había entrado en coma. Y lo único que quedaba era esperar…
Pensaste que no fuiste suficiente, que no habías logrado darme felicidad. Pero si lo hiciste mi amor, fuiste más que suficiente vos y ella. Me dieron todo.
Te lo repetí cada noche durante meses. Meses largos en lo que todos te decían que era tiempo de dejarme ir…
Pero no querías, te aferrabas a mí. Como yo me aferraba a todo con tal de que ese hilo no me llevara.
Te tiraste a la cama a llorar por mí, pero no pudiste seguir mucho tiempo allí. Ya que Azucena te necesitaba, ambos se necesitaban. Les vuelvo a pedir perdón, perdón por estar así.
Vi a mi tía llorar, porque nunca pudo defenderme de ese monstruo. La vi culparse. Tía quiero que sepas que fuiste todo para mí, me diste esperanza.
Vi como mi tío quería romper todo, hacer algo. Pero tío, fuiste quien me dio fortaleza. Nunca pienses que no diste todo, pero ambos sabíamos que Damián fue mucho más de lo que podíamos manejar.
Vi a Kevin y Benjamín llorarme. Les agradezco chillos, les agradezco por estar para mi hija, por ser los tíos que ella más va a amar. Y a ti Kevin, te perdono.
Valeri, lo siento, no quería que te derrumbaras así. Cuando dijiste que era como una hija para ti, no pensé que fuera tan cierto. Gracias, gracias por darme el cariño que siempre me falto.
También vi la cara de mi mejor amiga al saber que ella era la nueva dueña de la fundación, hasta que Azucena fuera mayor de edad, y que había dejado mucho dinero a su nombre para que siguiera con lo que un día mi madre comenzó. Te vi gritar y llorar por que no pudiste estar, vi como organizaste una marcha por mí y por mi madre, pidiendo que la justica hiciera algo por mí. Gracias por a ver estado amiga, gracias por cuidar a mi esposo y por no dejarlo solo.
Pero la vida era tan horrible e injusta.
Otro paro cardiaco, el hilo me tironeo tan fuerte…Pero me aferre, me aferre a tantas cosas…
Pero ya me estaba cansado. Ya no quería seguir, mi cuerpo se agotaba al igual que mi espíritu. Nueves meses llevaba en coma, sin mejoras… Vos lo sabias, todos los sabían, yo no iba a despertar.
Perdón amor, por no despertar…
Yo no me hubiera enojado si me desconectabas, me quitarías este peso de encima. Pero no querías, hasta nuestra pequeña dijo “No, mami ya va a despertar.”
O mi amor, cuanto quería besarte y decirte que sos mi tesoro. Decirle a William que lo amaba y que estar a su lado fue lo mejor que me paso.
No fue hasta un mes después, cuando sentí que algo era distinto. Algo no era igual, algo estaba cambiando… Era…, música…
Si música. Pusiste nuestra canción, pusiste Fire on Fire, me susurraste la letra al oído. Mientras repetías nuestros votos… Ese día querías desenchufarme, me querías liberar.
“Serás libre mi pequeño ángel”
Entonces cuando la canción termino. Cuando me diste ese último beso en la frente, cuando dejaste que Azucena besara mi mejilla. Paso lo que nadie esperaba que pasara.
En ese momento cuando el doctor iba a apagar la máquina que me mantenía con vida.
Desperté.
.FIN.
No se vayan. Ya merito les subo una nota…
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Editado: 26.01.2022