Era una mañana de miércoles hacía mucho frío, el invierno estaba muy cerca, salí abrigado y un chulo en la cabeza y mi mochila a la espalda con mis guantes pequeños en mis manos, caminé y caminé sin rumbo a lo desconocido donde mis piecitos me llevaran, la gente caminaba sin darse cuenta que andaba solo me empujaban caminaban rápido nadie me ponía atención, en mi pequeño bolsillo tenía una foto de ella conmigo, a la gente que le mostraba nadie la conocía, algunas personas eran malas al tratarme y algunas personas de compadecían de mí que me daban de comer, no comía por buscar a mi madre rápido, caminé y caminé no recuerdo ni a dónde llegué, había un callejón oscuro sin salida, muros altos, y un vagabundo que tenía la barba grande y descuidada y mal oliente. Me espanté y corrí llegué a un parque y veía cómo algunos niños jugaban con sus padres en el columpio, todos parecían felices, deseaba ese momento que papá estuviera conmigo y me haga jugar, pero más extrañaba a mamá, veía como los niños no paraban de sonreír juntos a sus padres o madres, me sentía sólo y deprimido y sin querer mi lágrima salió, mis ojos se empaparon de lágrima, y el chillido de niño triste me salió, lloré y lloré frotándome los ojos. Y entonces escuché una voz:
-ayy mi niño ¿qué tienes?
Y entonces me asombré mis ojos se abrieron grandes las lágrimas dejaron de caer y alcé la mirada, pero no, no era mamá, era una señora con su bebé en un carrito de bebé, solté más el llanto, la señora se arrodilló y me abrazó me calmó y preguntó:
-tu mamá y tu papá ¿dónde están?
-mamá no llegó a casa y papá nunca llega- le dije a ojos sollozos y voz angustiado
-tranquilo mi niño,¿ conoces la calle de tu casa? Para que te lleve de vuelta, tal vez tu mamá ya está en casa-me dijo con una voz tan dulce como la de mi madre.
Me tomó de la mano y me llevó con ella, le indique calle donde vivía, tomamos un taxi y fuimos al edificio. Entonces me preguntó:
-es aquí ¿donde vives?
-sí-le respondí aun todavía angustiado
Bajamos del taxi y subimos las gradas y entramos al departamento, grité:
-mamá! Mamá! ¿Estás aquí?
La señora tenía una mirada preocupada y a la vez confusa. A decir verdad, ella se parecía a mi mamá, alta y delgada con pelo recogido y una cara bonita y similar a la voz de mi mami solo que de pelo rubio, mi mamá era de pelo castaño. La señora me miró y se agachó y me dijo:
-deberías estar en casa esperándola, puede que llegue en cualquier momento, y si ve que no estás aquí se puede preocupar, además ¿no tenías clases hoy?
-sí, pero mi mami no llegó desde anoche y fui a buscarla, por eso no fui a la escuela.
-tu mamá tal vez amaneció más temprano que tú y se fue antes que tú, mejor espérala aquí ya verás que llegará-me dijo con una mirada que notaba que era algo triste o algo preocupante-¿cómo se llama tu mamá?-preguntó
-Lorena-le dije
-Oh! Bonito nombre.. debe ser muy bonita tu mamá-me decía con una sonrisa contagiosa
-sii
Le respondí, mientras sacaba de mi chaqueta la foto de mamá junto a mí, ella lo tomó y sonrió y dijo:
-se ven muy lindos los dos, y de ti cuál es tu nombre?- me preguntó
-Randy..-le respondí
-Muy bonita nombre Randy, mucho gusto, yo soy kasandra-y sacando a su bebé de su carro me presentó a u bebé-y ella es Mishell tiene 1 año y medio
Su bebé era linda al igual que ella y entonces curiosamente pregunté:
-¿y su papá? Cómo se llama y ¿dónde está?
-él está trabajando en ahora, mi esposo se llama Gabriel, llega a la noche, y ¿qué hay de ti? ¿dónde está tu papá y cómo se llama?-me preguntó así toda curiosa
-papá nunca llega. Mamá dice que está muy lejos y que algún día vendrá a vernos.
Kasandra se compadeció de mí, me miró a los ojos y quiso llorar, sabía ella misma que estaba triste sabía que mamá trabajaba duro. Me dio un abrazo y sólo dijo:
-ya llegará descuida algún día estarás con él.