Mi NiÑo Mi Angelito

Mamá vamos a casa

Ni la señorita Kasandra ni las enfermeras ni los médicos me respondían, todos se iban sin decirme nada, me miraban y se iban, las enfermeras sólo me sonreían y me decían “niño bonito” o “bello angelito” sólo eso respondían y nada más, Kasandra sólo me cambiaba de tema sin decirme más nada sobre mi mami. Pasaron 2 semanas ya, desde que mi madre permaneció así a ojos cerrados sin decirme nada, estuve ahí todos los días esperando que mi mamá abriera los ojos y me diera su sonrisa y escuchar su voz, que saliéramos afuera y nos fuéramos a tomar helados en el parque así como los demás niños que estaban con sus padres. Y luego de eso pasaron otras 2 semanas, y mi madre seguía sin abrir los ojos, una noche miré el vacío que conducía la ventana hacia la calle, podía ver que estábamos  en lo alto del hospital, miré al cielo estrellado, miré la ventana, y en ella mi reflejo, lloré, me pregunté a mí mismo acurrucándome entre mis piernas abrazándome y preguntándome en voz baja  – “¿Dónde estás papá? Mamá está dormida, no despierta, ¿por qué no vienes a verla? Tal vez así despierte, papito te necesito, mamá dijo que llegarías pero¿ cuándo? Tengo frío papito, mamá no puede abrazarme está dormida, nadie me dice qué tiene, solo duerme y duerme mi mamita sin abrir los ojos.¿ Por qué no vienes papito? O es que ¿no nos encuentras? Papito vuelve, llega pronto. Mamá y yo te necesitamos, mamá dijo que pronto llegarías pero sigo esperando por ti, y no te veo, ¿dónde estás papá? Te necesito”­- mire al cielo estrellado, mis lágrimas brotaban, y lloré en silencio, como mi mamá lo hacía, pero no lo podía evitar, me dolía el pecho, extrañaba oír la voz consolante de mi  mami.

  Me aferré a los días solitarios, no fui a clases no fui a casa después de eso, estuve ahí día y noche para ella, me acerqué a su lado de mi madre y me eché a su lado, aún mi madre permanecía a ojos cerrados y quieta sin mover ni el dedo. La miré, veía que estaba cansada sus parpados hundidos, tenía ojeras a pesar decir verdad ya se le notaban una cuantas arrugas sus labios secos y sus manos flacas, mi madre era de contextura delgada pero estando ahí en coma se puso más delgada le susurraba en voz baja:

-¿mamá? Despierta mamita te extraño, despierta mamá, vámonos a casa… vamos a ver película vayamos al parque mamá, ¿por qué no despiertas?

Me quedé mirándola, y nada. No dijo nada ni abrió los ojos ni sus dedos movió, permanecía inmóvil, abracé a mi madre regocijé mi rostro en ella y lloré en silencio, una enfermera entró de mas o menos mayo de edad de unos 50 o 55 años, lentes puestos muy delgados de piel oscura africana me gritó que no podía estar allí en la cama de los pacientes y que dejara a mamá descansar, vio mis lágrimas en mi rostro y se compadeció de mí:

-ayy angelito, perdóname mi niño pero tienes que dejar a tu mamá descansar puede que la estés lastimando y tú no lo sepas, además podrías provocar un accidente.

La miré con cara de arrepentimiento, quería llorar porque lo sentí con un regaño y apenas hablé sin llorar:

-lo siento

La enfermera sonrió y me dijo su nombre Thalia y estiró su mano y me dijo:

-ven mi niño vamos con las demás enfermeras, de seguro tienes hambre vamos ven, te cuidaremos ahí y nos contarás algo de ti-giré mi cabeza hacia mi mamá y no quería dejarla-no te preocupes de tu madre estará bien, se pondrá mejor ya lo verás.

Estiré mi brazo y fui con ella en una sala que decía emergencias vi a varias enfermeras de todo color, de piel oscura canela, blancas, oscuras africanas ahí reunidas me sonrieron al verme llegar todas las enfermeras me decían que era muy lindo, e dieron mi taza de leche con galletas cremosas, a decir verdad estaba muy rico para una temporada de frío que se nos cruzó ese año, la televisión daba el noticiero de las 11 de la noche y todas las enfermeras empezaron a ponerle atención a la tv. También me quedé viendo y algunas de las enfermeras hablaban bajito que no podía oír qué. Entonces la sirena de la ambulancia sonó y todas las enfermeras se levantaron y empezaron a moverse un señor que parecía estar herido entró en camilla y de repente todos los médicos entraron a la sala y rápidamente lo revisaron y lo desvistieron y le vieron los ojos con una linterna y de pronto se llenó de gente a su alrededor, las enfermeras hacían caso lo que el doctor ordenaba y eran tan veloces que casi no pude ver nada, el hombre parecía estar más relajado y tranquilo no fue el único paciente de esa noche a cada hora o minutos u horas venían más gente herida por accidentes de auto o riña en un bar o pelea callejera, veía que a otros les llevaban a otra sala rápidamente cuando una doctora dijo.



#29610 en Otros

En el texto hay: drama y suspenso

Editado: 11.03.2019

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