El no toco el tema de mis moretones, él esperaba pancientemente a que yo le contara, aunque todo lo que le iba a decir era mentira no quería que nadie lo supiera ni, aunque fueses tu Hinata mi dolor era solo mio y de nadie más. Te dije que los moretones me los hice en una pelea y por practicar mucho con el balón no estoy seguro si me creías o no pero tu rostro decía que si, aunque tus palabras me decián que no.
-Siempre estaré contigo- Me decía mientras me miraba con ojos de comprensión -Si necesitas algo pídemelo. No me interesa lo que sea Bakageyama cuentas conmigo.
Bakageyama… Así me llamaba él, me lo decia de una forma que hacía que me sintiera bien, aunque fuera un apodo, mi padre nunca me decía hijo o me llamaba por mi nombre, me decía imbecil, estupido, bueno para nada, aunque el no supiera que era bueno para algo llamado voleybol, pero eso nunca lo iba a saber.
Empece a comprender a mis compañeros del club y ellos a mí comenzaron a notar que siempre llevaba sacos con mangas largas aun en epocas de calor pero nunca se atrevían a pregunterme debo agradecer que tengo una cara que dice “si te acercas te mato” o “no te metas conmigo”, olvidaba cada cosa que me hacía mi padre cuando estaba en el club, me divertía y empece a sentir las famosas mariposas en el estomgo por cierto chico con cabellos anaranjados.
No es normal para los demas por eso me conformo con estar cerca de ti, verte sonreír es de las cosas que mas amo de ti, aunque tambien me anamore de su hinperactividad, de su determinación hacia lo que quiere y nuca rendirse aunque te digan que no puedes, realmente me hubiera gustado decirte que “me gustas” pero y si te daba asco o miedo de que alguien como yo te quiera soy un cobarde, pero como dije me conformo con ver esa sonrisa tan radiante y hermosa tuya.
Una noche papá no había llegado de la cantina. Acababa de llegar yo de el club, por lo que llegué cansado y sin fuerzas, en el club nos tenían corriendo a tope porque ya mismo son las interescolares de voleybol. Me sentía a salvo pues mi padre no estaba y no me estaba golpeando, me preparé algo para cenar y me fui a acostar para dormir y no depertar hasta mañana, llego haciendo un ruido exagerado, parecía más borracho que de costumbre, llego y golpeó la puerta de mi cuarto, hubiera deseado que no llegara, entró a mi habitación y me golpeó fuertemenete en la cara, no tuve tiempo ni de levantarme, llegó y descargó su brazo en mi mejilla, casi quede inconciente. Yo estaba tumbado en la cama cuando… Mi padre se empezo a desnudar mientras reía, no entendía que pasaba, estaba mareado y lo hizo….
Me cogio de las muñecas y me las tiro para atrás con una sola mano y con la otra empezo a bajarme los pantalones, trate con todas mis fuerzas de safarme de él, pero no pude con un solo movimiento que trate de hacer vi su puño en mi cara y asi cientos de golpes para que me quedara quieto, dios sabe cuan asustado estaba cuando metio su primer dedo en mi ano él solo reía.
-Estate quieto hoy serás tu quien me complazca en la cama- me dijo mientras metía el tercer dedo
- ¡Sueltame por favor! ¡Dejame no me hagas estó! - grite con todas mis fuerzas, pero igual que hace un momento me callo con un golpe.
- ¡Callate! Eres mi puta personal – dijo mientras metía su mienbro en mi.
Tenía miedo, asco, quería que todo esto se terminara ya, quería que fuera una maldita pesadilla, quería que mi madre me ayudara, que alguien lo hiciera, quería morir.
Terminó de hacer sus porquerías de inmedianto, pero yo quedé tumbado en la cama inmóvil, traumatizado de por vida, mi dignidad, la poca que me quedaba, estaba en el maldito drenaje, eso ya no importaba no sabía que hacer… Me sentía inútil, usado como un juguete. No me podía creer lo que me hizo. ¡Él! Mi propio padre, a su propio hijo, a mí que solo tenía 15 años mierda ¡15! Me había tomado como una de las prostitutas que llevaba a casa todos los días.
Ese día no fui al club y asi fue por una semana entera.