Capítulo 1: Una situación insólita y única en la vida.

Había una vez un joven llamado Noah Sosa. Nació en una familia muy pobre en un país en vías desarrollado. Sin embargo, para su suerte, le sucedió algo único en la vida. 

Noah solía tener sueños lúcidos y recordaba todo lo que soñaba. Él notaba que algunos sueños parecían predecir el futuro. Por ejemplo, una vez soñó que encontraría dinero en el suelo mientras caminaba hacia la universidad y así sucedió. 

Noah vio un gran potencial en su capacidad de predecir el futuro con sus sueños. Una noche, en sus sueños se le presentó una mujer llamada Jessica Soto. El soñaba que estaba en un cuarto de una casa que parecía ser de ella. 

─Hola, ¿cómo estás? ─preguntó Jessica. 

─Ahí muy bien ─le respondió Noah─. Por cierto, ¿quién eres? 

─Me llamo Jessica Soto y soy la consciencia de una persona que falleció hace mucho tiempo. Quería comunicarme con alguien, pero encontrar a una persona que recuerde los sueños es muy difícil. ¿Tú recuerdas todo lo que sueñas? 

─Así es. Por cierto, ¿tú tienes algo que ver con los sueños que predicen mi futuro? 

─Sí, pero es muy complicado para mí predecir tu futuro, aunque es posible. Tengo que recopilar mucha información física y mental de las personas para poder predecir con exactitud el futuro. 

─Es muy interesante. ¿Puedes saber en qué número caerá el premio mayor de la lotería y donde y cuando comprar ese billete de lotería? 

─Así es, pero podría tardar mucho tiempo en darte la información. 

─Interesante. Bueno tengo algunas preguntas más que hacerte: ¿por qué me ayudarías a dejar de ser pobre? 

─Las consciencias nos aburrimos si no interactuamos con otras personas. Me parecería divertido el ver como asciendes en esta sociedad. 

─Muy bien. ¿Y cómo falleciste? 

─Estaba rescatando a un niño de un incendio en un edificio. Se los arrojé a los bomberos, ellos lograron atraparlo y luego seguía yo, pero ocurrió una explosión de gas propano y salí expulsada lejos de los bomberos. Uno de los bomberos salió corriendo y me atrapó con sus brazos. Mi corazón latía con fuerza debido al accidente, pero lo que me mató fue otra cosa: el bombero era tan atractivo que mi corazón aceleró aún más y me causó un paro cardiaco. Bueno, tu reloj de alarma sonará dentro de poco, nos vemos otro día. 

─Ja, ja, ja... Qué forma divertida de morir. Bueno, hasta mañana pues. 

Noah despierta y de inmediato suena la alarma. Él piensa: 

“¡Qué sueño lúcido el que tuve! Al parecer, mis días de pobreza llegarán a su fin. Y quién sabe que aventuras me esperan. Quizá debería de ir a un ciber-café para ver si es verdad lo que me contó Jessica en el sueño. Hoy es domingo, por lo que tengo mucho tiempo para investigar”. 

Después de desayunar, Noah se dirige a un ciber, paga media hora y empieza a buscar por internet algún suceso de un incendio en un edificio y que incluye el nombre de Jessica Soto. Noah queda estupefacto al mirar el titular de la noticia de una página web: 

─“Una heroína llamada Jessica Soto, salvó a un niño en un incendio, pero ella murió de un ataque al corazón después de salvarlo”.

“Soy amigo de un fantasma”, piensa Noah. “Está noche le diré que le creo y que estoy seguro de que ella es real. Hay una chica que me gusta en la universidad; le preguntaré a Jessica como la puedo conquistar”. 

Se hace de noche y Noah se va a dormir. Al empezar a soñar, a la primera que ve es a Jessica. 

─Hola Jessica ─le dice. 

─Hola Noah. Observé que me buscaste en internet. Así es, me gusta seguirte para ver qué haces. 

─No esperaba que te gustara andar conmigo viendo lo que hago. Bueno, te busqué en internet porque esto me parece insólito, es difícil de creer. 

─Sí. Bueno, te quiero decir algo e iré al grano: te ayudaré a ser alguien grande, pero necesito un favor tuyo. La verdad me da pena decirlo. 

─Bueno, tienes que decírmelo para ver si está dentro de mis posibilidades. 

─Sí, es que fíjate que este mundo fantasmal es muy solitario y actualmente me encuentro solita. ¿Serías mi novio? ─le dice visiblemente apenada. 

─ ¿Es en serio? Me imagino que debe haber fantasmas solteros en tu mundo. Bueno, no es que no quisiera, pero me parece raro. 

─Así es, pero me gustan más los hombres con cuerpo material. Con mucha más razón alguien joven como tú. 

─Bueno, está bien. De todos modos, no tengo pareja y tú estás dispuesta a ayudarme a mejorar mi vida. 

─ ¡Hurra! ¡Qué bien! ─dice alzando los brazos─. Ah, por cierto, ¿alguna vez has tenido sexo con un fantasma? 

─Espera, esas preguntas se hacen después de que tengamos tiempo de conocernos. Aunque tengo que confesarte algo: a mí me gusta una chica de la universidad, por eso no sé si pueda ser tu novio. 

─Bueno, aunque me daría celos verte con otra chica, pienso que no habría problemas si tienes dos novias. De todos modos, yo soy de otro mundo. 

─Ya veo. Bueno, ¿me llevas a recorrer tu mundo? 

─Está bien.