Mi novia es un fantasma.

Capítulo 7: Noah y Oliver combaten contra unos piratas.

En el aire, Noah le indica a Deniska, señalándole con la mano, a donde está el crucero para aterrizar ahí y después le señala para que abra el paracaídas. Ambos abren el paracaídas. Él se encuentra muy preocupado por ella porque no para de llorar y los nervios casi la paralizan completamente. Ella podría caer al mar o chocar fuertemente en algún lugar del crucero y lastimarse gravemente. Noah nota que el avión se apagó debido al pulso electromagnético, cae en picada y se estrella detrás de un barco. 

“Espero que no haya muerto nadie en ese choque”, dice en su mente. “Esto parte del plan de Jessica, pero no tengo ni la más remota idea del porqué ella querría que ese choque ocurriera”. 

En eso suena el teléfono de Noah.  

“Al parecer, el crucero tiene telefonía satelital”, piensa Noah. 

─Aló, ¿quién habla? 

─Soy su empleada. Le quería decir que Josefa no ha comido desde que le dije que usted andaba haciendo algo importante. Ella está inconsolable, quizá se tranquilice si le habla. Le daré mi teléfono para que hable con ella. 

─Ahorita estoy muy ocupado, pero dale el teléfono, hablaré con ella. 

Poco después, Josefa le habla por el celular. 

─Hola Noah, ¿por qué me abandonaste? ─le dice llorando desconsoladamente. 

─Yo no te he abandonado, es solamente que tenía que hacer algo muy urgente. No te preocupes, volveré y te traeré una sorpresa. Te lo prometo. Tengo que colgar, estoy muy ocupado. Espero que tengas una linda noche. 

─Gracias. Oírte de nuevo y oír esa promesa me hace muy feliz. Espero verte pronto. Buenas noches. 

Noah cuelga la llamada y observa que Deniska se dirige al mar. Maniobra el paracaídas para intentar alcanzarla. Tiene suerte que el viento está a su favor.

“¡No lo puedo creer! Si no la alcanzo, ella caerá al mar. La atraparé por la espalda e intentaré maniobrar ambos paracaídas, sólo espero que no se enreden”, piensa Noah. 

La logra alcanzar y le dice al oído: 

─Te prometí que no morirías y cumpliré mi promesa. 

Ella está paralizada por el miedo y ni puede hablar. Noah maniobra los dos paracaídas, que se encontraban pegados, hasta que logran llegar a la antena parabólica del crucero. Alrededor de la antena hay un área donde pueden estar parados o acostados. Noah acuesta a Deniska, le quita las armas y el cinturón de granadas, las deja a un lado, usa los 2 paracaídas como cama y almohada para que ella pueda estar cómoda y le dice agarrándola de las dos manos: 

─Descansa Deniska, volveré por ti, no te preocupes ─y empieza a llorar por ella. 

Se seca las lágrimas, se va y baja por las escaleras de mantenimiento. Llega a un jacuzzi y les pregunta a unas personas que están sentadas cerca del jacuzzi: 

─Hola, ¿saben dónde se encuentra el restaurante? 

Una de las personas sentadas le indica el lugar y después se dirige hacia ahí. Llega al restaurante y nota que hay un mesero cerca. Le pregunta: 

─Hola, ¿Conoce a Oliver Martínez? 

─Sí, se encuentra en la cocina junto a los chefs. La cocina está detrás de aquella puerta ─y la señala con la mano. 

─Gracias ─le responde. 

Se va y se dirige a la puerta. Ve a un mesero y le pregunta: 

─¿Usted es Oliver Martínez? 

─Así es. 

─¿Tú conoces a Josefa Días? 

─Sí, ella es mi exnovia. ¿Por qué la pregunta? 

─Ella te extraña tanto, que me mandó a buscarte. 

─No sabía que me quisiera tanto. Al parecer, ella sentía amor verdadero por mí. No debí abandonarla ─y empieza a llorar. 

Noah lo abraza y le dice: 

─Todos cometemos errores, pero lo importante es corregir esos errores, mejorar e intentar no volvernos a equivocar. 

─Tienes razón. 

─Bueno, necesito tu ayuda, ¿no habrá problemas con tu jefe si te ausentas un momento? 

─En este barco hay meseros de repuesto por sí por alguna razón hay alguno que no puede trabajar. Pero, ¿en qué quieres que te ayude? 

─Te lo diré cuando estemos allá. 

─Está bien, solo le diré al jefe que me ausentaré un momento. 

Oliver habla con su jefe y este le da permiso de ausentarse un momento. Se dirigen hacia la antena parabólica. Suben por las escaleras y cuando llegan arriba, Oliver ve a una mujer en el suelo y acostada sobre paracaídas. Le pregunta a Noah: 

─¡¿Qué rayos pasó aquí?! 

─El avión en que viajábamos dejó de funcionar y saltamos en paracaídas. Ella está paralizada del miedo; tiene lo que se conoce como inmovilidad tónica. Pronto se recuperará sí, es algo temporal. 

─¿Y en qué quieres que te ayude entonces? 

─Si es que entendí bien, creo que unos piratas se apoderarán del barco. Lo que no sé es si solo vienen a robar o planean secuestrar el barco. O peor aún, podrían ser terroristas. El asunto es que debemos atacarlos por si son una amenaza para la gente del crucero. 

“Quizá el barco donde se estrelló el avión era uno de los barcos piratas”, piensa Noah. 

─Entiendo, pero ¿cómo atacaremos a esos piratas? 

─Aquí tengo armas que disparan bolas de pimienta a gran velocidad y granadas de gas pimienta ─las recoge del suelo y se las da en las manos─. Si unimos la electricidad con el agua de una manguera contraincendios, nos serviría también como una forma de inmovilizarlos. Habrá que conseguir un regulador de voltaje para evitar electrocutarlos. 

─Ya veo. ¿Cómo a qué hora llegarán? 

─Quizá no tarden en venir. Desde donde estamos, podemos observar por donde y como ingresarán al barco. Esperemos aquí. 

─De acuerdo. Por cierto, ¿quién te dijo eso de los piratas y como sabe eso? 

─Es un secreto, una larga historia y probablemente no me creerías si te lo dijera. 

En eso, Noah nota que vuelan unos ganchos para escalar a la izquierda del crucero y luego logran engancharse. 

─¡Ahí vienen! ¡Disparémosles en sus caras una vez que hayan trepado al barco! ─le dice Noah. 



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En el texto hay: amor, comedia y humor, sobrenatunal

Editado: 02.04.2022

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