Mi nueva vida agridulce.

¿Un esposo?

 

Ya delante de la mansión me bajo del coche y el señor que conducía también se baja, llama a una empleada que trae con sigo una silla de ruedas. No entiendo para que la necesita hasta que veo como el señor saca del coche al hombre que dice ser mi esposo y lo sienta en ella. Me quedo desconcertada y miro cada movimiento que hacen. 

-¿Porque me miras así? - Me pregunta al ver qué lo miro fijamente.

-No nada - Digo mirando a otro lado un tanto apenada.

Él sonríe y mueve las ruedas de su silla para acercarse a mí. Lo vuelvo a mirar (tiene una linda cara, esos rasgos tan varoniles y ese cuerpo tan sexy) pienso y me avergüenzo al instante. Mis mejillas se tornan un poco rojas y tengo un poco de calor. 

-¡Estás bien!, ¿Porque estas roja? - exclama un tanto preocupado. Al verlo preocupado por mí, mi corazón empieza a latir más rápido y me sonrojó un poco más. Es una estrada y nueva sensación.

-Si estoy bien... - dije sintiendo me incomoda de repente.

-Okey, entremos. - dice tomándome de la mano. Por alguna razón no la retiró, él toma mi mano y sonríe. (No me había fijado que tiene una sonrisa encantadora) pensé.

-Wilson. - llama al señor que estaba esperando un poco alejado de nosotros, y le señala con la mano que se acerque. Cuando se acerca se pone detrás de hombre el cuál estoy tomando la mano sin saber su nombre y empuja la silla de ruedas para entrar a la mansión.

Entramos, el todavía sostiene mi mano, su toque es firme y delicado, podía sentir la calidez de su mano contra la mía. Por alguna razón me siento muy segura y tranquila al lado de este hombre.

-Me podrías decir tu nombre. - Digo de repente y volteo a mirarlo, cuando el me mira me siento un tanto incomoda.  - ¡¡Es que con todo lo que paso no pude preguntar tu nombre!! - Me excuse un tanto nerviosa.

-Si tranquila, me llamo Tomas. - Dice con una leve sonrisa en sus labios. (Se ve lindo cuando sonríe) pienso.

-Y otra pregunta; ¿Nos conocemos? Bueno sin mencionar lo que paso anoche. – Agrego un poco avergonzada. – Q… Quiero decir… ¡tú sabes mi nombre sin que yo te lo hubiera dicho! – Hablo apresuradamente, (que vergüenza) pienso y me sonrojo.

Tomas le presta mucha atención a lo que hago o digo, me mira directamente a los ojos y sonríe cuando me sonrojo y empiezo a mover las manos como loca también cuando me pongo tímida. (El me hace sentir tímida y cómoda al mismo tiempo) Le hice barias preguntas y hablamos un buen rato mientras comíamos.

Sé que debería sentirme nerviosa por estar en la casa de un desconocido en medio de la nada y además tiene muchos guardias, no los había notado antes porque él les pidió a sus empleados que no me mantuvieran encerrada.

Supe que él es el hombre con el que papá quiere casar a Ámbar y ella se negó porque es lisiado y no sabe que es rico; también supe que el presidente de la empresa Black Dragón company, es una compañía de productos innovadores y de tecnología número 1 internacionalmente. Además supe que yo fui la que le pidió que nos casáramos cuando esta borracha y drogada. Tomas sabe que mi exnovio y mi media hermana drogaron el vino que me tome y me enviaron a él en el hotel tres estrellas wain.

Dijo que se casó con migo porque le hice jurar que me amaría y protegería para siempre y además nos conocemos dela infancia.

Mientras daba un paseo alrededor de la mansión recordé lo que habíamos hablado antes.  

*-¿Nos conocemos de la infancia? – Pregunto algo aturdida. – Si éramos amigos en el instituto, prometimos estar juntos por siempre pero después de ese accidente desapareciste. – Dijo con un tono triste.

Al mirarlo me dolía el pecho, sentía ganas de abrazarlo y consolarlo; pero no lo hice.

-Te busque por años, supe que la señora Daft murió y que tu padre había aparecido y te llevo con él. – cuando dijo el apellido de mi madre me entristecí, no la recuerdo, no recuerdo mi niñez; pero siempre tengo sueños donde mi madre me amaba mucho. - en el accidente que ocurrió hace tres años donde perdí la movilidad de mis piernas supe que te habías cambiado el apellido y eras parte de la familia Gannan, también que habías perdido tu memoria. No me acerque a ti porque tuve mis razones. – agrega muy dolido. – quiero seguir preguntando pero no creo que sea lo correcto.*

 

Me senté en el borde de una fuente. – el me conoce y cuando estoy con el siento una extraña sensación familiar. – dice en voz baja. En ese momento don empleadas de la mansión se me acercaron.

-¿cierto que eres la esposa del joven maestro? – pregunta la más joven de ellas. Estoy desconcertada. Y cuando trato de decir no la otra me interrumpe. – Por supuesto que lo es  el joven maestro siempre aleja a las mujeres y con ella no ha sido grosero. – dice. – solo queríamos decir que esperamos que se quede con el joven maestro, así no nos regañara tanto. – agrega.

-Sí, ahora que usted está aquí el joven maestro no nos ha regañado. – dice la más joven. - ¡Carla! – Regaña Wilson a Carla la empleada, mientras camina hacia nosotras. – Lo siendo. – dicen las dos empleadas retirándose un poco asustadas. Estoy todavía más desconcertada. – No les preste atención, solo están hablando tonterías. – dice y solo asiento con la cabeza.

-¿Donde esta Tomas? – le pregunto a Wilson. – en el estudio. – me responde guiándome hacia este mismo. Al llegar me acerco a Tomas y Wilson se retira.

– Quiero irme a casa.- le digo. Pone una cara triste y contesta. – Pero tu casa ahora es conmigo, nos casamos.- me hace sentir mal al mirarlo a la cara así que desvió la mirada. – Yo no te recuerdo. – Digo. – Esta bien pediré que alguien te lleve devuelta. – dice con una voz dolida y un poco fría. Trato de no mirarlo y salgo del estudio.



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En el texto hay: amor, ceo celoso

Editado: 28.05.2022

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