Voy camino a la escuela , ayer todo se fue a la verga , llegó el dueño de la casa donde estábamos y todos salimos corriendo , al llegar a mi casa me fui directo a la cama y me dormí profundamente.
Al llegar a la escuela me fijo que todos están fuera y rápidamente busco a Ava , entre tanta gente aglomerada se me dificulta mucho pero logro encontrarla luego de unos minutos , ella está junto a Justin y Gus , mirando hacia el interior de la escuela como las demás personas.
– ¿Que coños pasa? – me apresuro en preguntar cuando estoy a su lado .
Ella acaba de notar mi presencia así que me hace un ademán de saludo junto con una sonrisa forzada.
– Miralo tu misma – dice señalando el interior de la institución.
Giro mi cabeza para posar mi vista en el acontecimiento que ocurre frente a mis ojos , guau , delante de mis ojos está la escena más perturbadora de mi vida.
Hay un chico tirado en el suelo, con marcas de golpes por todos lados y bañado en sangre; siento deseos de vomitar así que rápidamente aparto mi vista y echo a andar hacia las afueras de la multitud.
La cabeza me da vueltas y siento que me caigo cuando unas manos rodean mi cintura sosteniéndome; recupero el aliento y me giro para presenciar quien a sido mi salvador.
Oh, no
Sus ojos marrones mi escanean descaradamente y me safo de su agarre, Charles me sonríe y se acerca más a mi sí eso es posible.
–Parece que has visto un fantasma – me dise con el ceño fruncido.
Había olvidado lo débil que me ponían este tipo de cosas.
–Por suerte el fantasma no, pero el cuerpo te aseguro que si.
El se ve confundido así que opto por aclararle
–Al parecer han encontrado a un chico...en la escuela...y...esta...ejem...¿muerto?.
Su rostro se desfigura y me mira como si tuviera dos cabezas .
–¿Que?
–Miralo tu mismo– señalo la multitud de personas aglomeradas
El no se lo piensa cuando corre directo hacia la escuela, atropellando a todo el mundo.
Se pierde de mi campo visual gracias a la cantidad de personas que hay en este lugar.
(....)
Los maestros han llevado al chico al hospital, aunque no pudieron hacer nada por el, y nos dieron la semana libre.
Todos creen que Carter, el chico que murió, fue asesinado ya que encontraron varias marcas de manos al rededor de su cuello y la policía está investigando.
Sus padres se han puesto muy mal y los entiendo, no es fácil perder a un hijo, al igual que no es fácil perder a un padre.
Para mí no fue tan difícil ya que mi padre me habandonó y le importo tres pepinos, pero si hubiera muerto sería distinto.
Estamos en el bar que está cerca de la escuela, intentando olvidar lo visto horas atrás, pero no será nada fácil.
Hemos venido casi todos; Gaspar, Ava, Will, Justin, Charles y otros chicos que no conozco; al parecer amigos de Gus.
Eh pedido una cerveza para refrescar la mente y al parecer los demás han hecho lo mismo.
–¿No crees que es mucho para ti, Rosita?– me dije Chuck con una ceja alzada.
El se ve un poco incómodo por todo lo ocurrido y se ve algo extraño, pero debe ser normal, seguro era amigo, o algo así, de Carter.
–No, eh tomado más, créeme– le digo con un tono de superioridad.
–Si tú lo di...– no termina la frase cuando una chica de más o menos uno setenta de altura se posiciona justo frente a él y de espaldas a mi.
–¿Que haces aquí?– pregunta y él no responde– No puedo creerlo Chuck, me dijiste que estabas enfermo– le dice con tono dramático y no puedo evitar reír por lo bajo.
Otra más de tus conquistas ¿Eh?
–Sofi, no es...– no lo deja terminar cuando le suelta una cachetada.
Oh, esto se puso bueno...
–¿Y esta quien coños es?– dice, ahora frente a mi
Te metiste con la perra equivocada, Sofi
–Esta, tiene nombre, y no tengo nada que ver con, ese– digo señalando a Charles que nos mira estupefacto.
–Si, claro, debes ser otra más de sus "chicas"– dice haciendo comillas con los dedos al decir la última palabra.
–Eh, parad de una vez– interviene ojitoslindos– Ella no es una de mis "chicas", y tú, tampoco lo eres, ninguna lo es...¿No entiendes que lo nuestro solo fue una noche? Y si, te mentí, no estoy enfermo, solo no quería volver a verte la puta cara, desvergonzada.
Ella parece no asimilar nada de lo dicho, cuando rompe en llanto frente a todos y no puedo evitar sentir lastima por lo que le hizo Charles; sin duda nunca estaría con alguien así.
–Eres un estúpido, te di todo de mi, mi corazón, mi amor ¿Que más querías?– su llanto aumenta y las lágrimas salen por montones– Nunca vuelvas a mirarme a la cara, tonto.
El parece sorprendido, pero se sorprende aún más cuando la chica le lanza otra cachetada. Se puede ver la furia en sus ojos y si Will no lo estuviese sujetandolo justo ahora estoy segura que a ella le iba a ir mucho peor.
La chica se marcha a paso firme y yo miro a todos que tienen cara de haber visto un fantasma, Charles está que arde en furia y lanza objetos al suelo.
–Debes calmarte, Chuck, sabes que no es bueno cuando estás así– le calma Justin que se a posicionado frente a él.
–¡Dejadme en paz de una vez!– dice a la vez que tira un baso al suelo.
Todos parecen entender lo que pasa, pero yo no.
¿Todo esto es porque le dio una cachetada?
Ava se acerca a mí, y como si me leyera la mente dice:
–El pobre tiene un trauma, sufre ataques de ira– me explica.
Con razón se ve tan isterico.
Pasan unos minutos para cuando logran calmar a ojitoslindos, ya puede volver a respirar normalmente, me siento más tranquila, no tengo idea de porque.
Todos se están yendo y Gus se acerca a mí para luego decir:
–¿Te llevo?
–Tranquilo, me voy sola, tengo que pasar por la tienda antes de llegar a casa para buscar algo– miento, no quiero tener que ser siempre una carga para él.
Estúpida.
–Podemos ir juntos– se ofrece pero me niego ya que todo es mentira.
–No hace fal...– no logro terminar, cuando Charles se posiciona junto a mí, mirando a su primo, pasa una mano por mi hombro.
–Relajate, primito, yo la llevo; también tengo que pasar por la tienda.
Ahora sí la metí hasta el fondo. Hablo de la pata.
–Si ustedes lo dicen...– dice Gus para luego tomar sus cosas e irse.
–¿Nos vamos, Rosita?
–Nunca dije que iría contigo– espeto
–De todas formas vas a ir– pone una sonrisa burlona.
–Creo que estás muy seguro de ti mismo.
–Claro, porque sabes donde queda– ironisa
Pensándolo bien, no tengo ni la menor idea de dónde está la tienda, y creo que tendré que comprar algo, al final no fue del todo mentira.
¿Pero que comprar? Ya veré cuando llegue.
¿Estoy afirmando que iré?
Al parecer si iré.
–Vamos, ojitoslindos– le digo, y no se cuando se me escapó ese sobrenombre.
Torpe.
–¿Ojitoslindos? Me gusta.