Mientras el ascensor bajaba, yo estoy caminando de un lado a otro tratando de calmar mi enojo.
—¡Necesito un flan! — el flan es mi postre favorito, lo amo como si de eso dependiera mi vida, no importa en qué situación este, cuando me como uno y siento como el sabor de la vainilla se derrite en mi boca todas mis preocupaciones desaparecen por segundos.
Llegue a la conclusión que olvidaré todo lo que paso hace un rato, no voy a dejar que mi día se arruine por un idiota. Me calmé y cuando se abrieron las puertas salí y me dirigí a recepción.
—Buenos días, soy Alisha Johnson. — le dije a la recepcionista quien es una mujer de unos 50 años, elle me sonrió y busco en su ordenador. —Señorita Johnson, llega tarde. — se me caía la cara de vergüenza.
—La verdad es que llegue hace 30 minutos y como se encontraba sola la empresa comencé a ir por los alrededores, pero me encontré con un mosco muy molesto que casi hace que mi día se arruine. — lo dije con un tono serio, aunque creo que no servirá de nada.
—Un mosquito. — la mujer sonrió, parece que lo tomo como una broma. — Te creo. — no sabía que pensar, si de verdad me creía o solo lo hacía como un favor por ser mi primer día. —Yo soy Lucia Cler, pero puedes decirme Lucí. — mi día comenzaba a mejorar ahora que encontré a una persona agradable.
—Mucho gusto Lucí, por favor llámame Ali, espero contar contigo de ahora en adelante. — le extendí mi mano la cual ella tomo amablemente. —Ali, trabajaras en el piso 24 tu jefe ya se encuentra, buena suerte.
—Muchas gracias, nos vemos después. — cuando note que algunas personas tomarían el elevador, corrí antes de que se cerrara, cuando llegue al piso 24 salí y era igual a la sala en la que había estado antes, tome aire y comencé a pensar las palabras que me diría la persona que está detrás de esta puerta que conocía muy bien.
Toque dos veces y escuche un "adelante” abrí la puerta y ahí estaba el con esa sonrisa traviesa que volvía loca a mi hermana, camine hasta estar enfrente de él siendo su escritorio lo único que nos distanciaba.
—Buenos días Sr. Brus, mi nombre es Alisha Johnson, a partir de hoy seré su secretaria por favor no sea rudo conmigo. — lo último que dije fue con un tono burlesco, mi jefe comenzó a reírse y yo lo miraba un poco molesta ya que había echado a perder mi linda actuación.
—Ya podemos dejar las formalidades, o más bien dicho tu juego a un lado Ali.
—¡¡Oye Edi me lo estaba tomando enserio!! Te recuerdo que es mi primer trabajo y quiero hacerlo bien.
—Con que hacerlo bien, ¿dime como una persona puede llegar 30 minutos tarde en su primero día? si yo no fuera tu jefe, te hubiera dado un gran sermón. — baje mi cara de la vergüenza, pero me recupere rápidamente.
—Yo de verdad llegue temprano, de echo llegue 15 minutos antes de mi entrada, puedes preguntárselo a mi hermana, solo que me encontré con algo molesto.
—¿Algo molesto? — dudé en contárselo, pero se iba a enterar de todos modos, así que le conté todo.
—Ya veo, así que te encontraste con Cris.
—¿Cris? ¿quién es Cris? — le pregunté inclinando mi cabeza a un lado. —La persona de la que te conté se llama Erick ñaz y trabaja en diseño gráfico.
—Pero dijiste que él te había hecho eso porque regreso de París y el que estaba haya era... Oh— Edi puso sus manos en su cara y comenzó a maldecir al tal Cris.
—¿Edi? — le dije con un tono de confusión.
—Dejemos esto de lado Ali. — ¿porque me cree tan fácilmente? me alegro de que tanto Lucí como Edi me hayan creído, pero es una historia de locos, si a mí me hubieran contado eso, lo dudaría por algún tiempo, pero ellos lo creyeron a la primera, me pregunto por qué.
—Por cierto, sabía que habías llegado temprano. — comenzó a buscar algo en su cajón.
—¿Qué quieres decir?
—Denis me llamo en la mañana y me lo dijo, yo sólo quería jugar al jefe contigo un rato, pero termine enterándome de un mal momento que tuviste y me disculpo. — Mi hermana no tiene remedio, pero aun así estos dos se cuentan todo, la confianza entre ellos es infinita y eso demuestra que tanto como Denis y Eduar van enserio, ya tiene 4 años de relación y soy testigo de que se aman como locos, pero hay algo que no entiendo.
—¿Disculparte tú? ¿por qué?
—Eso la sabrás más tarde, pero toma. — cuando mire sus manos le di las gracias a dios por tener como jefe a este bendito hombre que sabe exactamente lo que necesitaba en este momento, en una de sus manos sostenía una cuchara desechable y en la otra él tenía al amor de mi vida que pedía a gritos que lo comiera.
—¡Te he dicho que eres el mejor cuñado del mundo! — le dije mientras le quitaba de sus manos la cuchara y comenzaba a comerme el flan lentamente para que durara ese sabor en mi boca.
—Es tu premio por haberte quedado con el trabajo, aunque la verdad me sorprendió cuando Denis me lo dijo, nunca pensé que la hermana de mi hermosa novia terminaría siendo mi secretaria.
—Picaron, bien que querías que ella hubiera terminado como tu secretaria, pero el jefe final se quedó con ella, así que confórmate con tu cuñada que te molestara por un tiempo.
—Desde que lo supe me preparé tanto mental como físicamente.
—Entonces comencemos con el juego jefecito, ¿Cuál es mi primer trabajo? — gracias a ese flan olvide todas mis preocupaciones y me sentía con mucha energía.
—Te daré estos documentos que son contratos que la empresa ha hecho, ordénalos por fecha y regístralos en tu ordenador, cuando termines los gurdas en tu archivero.
—Como ordene señor, con su permiso.
—¡Ali! Por favor deja de ser formal conmigo al menos cuando estemos solos, la verdad es que me siento incómodo.
—¿Es una orden?
— Si.
—Pero que malo eres al darme tanto trabajo apenas llegando, se lo contare a mi hermana. — salí de su oficina y aun con la puerta cerrada se escuchaba su risa, me fui a sentar a mi escritorio y comencé con mi trabajo.
#1698 en Novela romántica
#619 en Otros
amor jefe y secretaria, secuestro y peligro, universitaria y jefe
Editado: 26.12.2021