AUDREY.
—No te creo —Amira se sienta a mi lado, pero no deja de leer su libro.
—Sí. Yo me sorprendí porque no me lo comento, si no hubiera evitado que se perforara.
—Esperemos que tu papá no se enoje con él.
—Ojalá.
—Parece que llegó papá... Más tarde te llamo y te cuento.
—Ok. Te amo.
—También te amo.
Bastian termina la videollamada y suspiro toda enamorada.
—Has ido directo y sin freno, y has caído de cabeza en el amor.
—No me arrepiento de nada.
—... ¿Qué pasó? ¿Va a ver problemas?
—Ethan se perforó ambas oreja.
—Uhm.
—El señor Abel se va a medio infartar cuando vea eso.
—Tampoco así.
—Pero de que lo regaña, lo regaña.
—Sabrá Dios.
A Amira nada le interesa. Yo si me preocupo, porque no quiero que castiguen a mi cuñado. Además, pueden que Bastian también sea castigado por no vigilar a su hermano menor.
[***]
BASTIAN.
Miro a mis padres y Ethan no se atreve a decirle nada. Lo bueno que no dijo nada en medio de la cena.
—Ethan, tengo que hacer unos planos, no tengo toda la noche.
Ethan se pone de pie y se quita la capucha. La cara de mi padre se deforma, mientras mano solo lleva la mano a su boca de la sorpresa.
—Son falso, ¿verdad?
—No... Me hice las perforaciones.
—¡¡Con qué permiso!! —esto no me gusta.
—Si te pedía permiso no me lo ibas a dejar hacer.
Suelta una sonrisa llena de enojo —. ¿No te cansas de darme dolores de cabeza, Ethan?
—Nada más son simples aretes, papá.
—Los hombres no utilizan aretes, eso fueron hechos para las mujeres, ¿acaso eres mujer? —Ethan frunce el ceño.
—No lo soy, pero siempre me ha gustado...
—¡¡Abel!! —grita mi madre ante la bofetada que papá le dio a Ethan.
—Te quitas eso, porque no eres una niña, eres un hombre y por lo tantos te comportas como tal.
—Claro, como no soy tu orgullo todo lo que hago te parece mal... No me pienso quitar nada...
—Ethan... —mi hermano lo interrumpe.
—Solo te advierto papá, que me voy a tatuar —papá intenta pegarle otro bofetón, pero mamá se mete.
—Lucía, este contestón merece un buen escarmiento.
—Ethan, Bastian, vayan a sus habitaciones —ordena mamá.
Hago caso y de paso me llevo a Ethan. Papa reaccionó muy diferente, a mí ni me pegó.
—Ethan...
—Siempre es así, Bastian —dice e ingresa a la habitación.
Escucho a papá y a mamá discutir. Entro a mi habitación, me acuesto en la cama y Ethan comienza a tocar su guitarra, pero esta vez la melodía es triste.
Entra una videollamada y contesto porque es Audrey.
—¿Qué pasó?
—Papá no se lo tomo nada bien, e incluso le pego a Ethan —confieso.
—Mejor no le hubieran dicho.
—Si no le decía la cosa iba a ser peor, a papá siempre hay que hablarle con la verdad, pero no pensé que iba a reaccionar tan mal. Cuando me hice el tatuaje, que es peor que una perforación, solo me regañó, pero Ethan no corrió con la misma suerte.
—Espero se le pase el coraje.
—Ojalá... Oye, y si te escapas a media noche, muero por...
—Estoy aquí, Bastian —dice Amira.
—Eh... Hola.
—Hola, felicidades.
—Gracias —Audrey me sonríe.
—Eres hermosa —muerde sus labios.
Quería jugar con Audrey, pero esta Amira y no hay como.
ETHAN.
Dejo de tocar la guitarra y la pongo a un lado. Me pongo de pie y me acerco a la venta. Quedo paralizado al ver la silueta de la vecina totalmente desnuda.
Me alejó de la ventana a esconderme, no quiero que se dé cuenta de que la estoy mirando. Observo cada uno de sus movimientos, aunque no veo una imagen nítida de ella, se puede apreciar que tiene una bonita figura.
La vecina se termina de vestir y se percata de la ventana, rápidamente cubre la ventana con la cortina. Suelto un suspiro y me dirijo a mi cama.
He visto y he tocado el cuerpo de una mujer desnuda, pero es la primera vez que me escondo para ver la silueta de alguien, porque la distancia no deja apreciar con claridad.
Sacudo mis pensamientos, ya que parezco un acosador. Retiro mi ropa e ingreso al baño, este día ha sido muy pesado.
Papá no se tomó nada bien que me pusiera arete, pero a mí siempre me han gustado y los tatuajes también. Mi padre siempre ha tenido a su favorito, por el hecho de que Bastian va a estudiar arquitectura y él quiere que yo estudie una buena carrera, pero yo solo voy a estudiar música y eso no le parece a él, ya que para papá esa carrera no es rentable para mi futuro.
Quiero a papá, pero son mis sueños, y lucharé por ellos.
BASTIAN.
Son más de la media noche y tengo sed. Salgo de mi habitación hasta la cocina y al bajar visualizo la habitación de trabajo de papá. Camino hasta la refrigeradora, saco 2 latas de cervezas y voy con papá. Toco la puerta e ingreso.
—Papá —deja la regla y el lápiz a un lado.
—Dime, hijo.
—Tenía sed y vi la luz prendida, por lo que decidí traerte esto —le doy la lata de cerveza.
—¡Ay, Bastian! —toma la lata y la abre.
—Papá, creo que fuiste muy estricto con Ethan —abro la lata de cerveza.
—Tu mamá también me dijo lo mismo, e incluso nos peleamos —toma su bebida.
—En cierta parte me siento un poco culpable, ya que como hermano mayor le he dado un mal ejemplo al tatuarme a los 15 años, pero así como fuiste conmigo, y me entendiste, debiste de haberlo hecho con el papá.
—Es que es diferente, Bastian. Tú nunca me has decepcionado, no eres como Nain ni Ethan.
—Tampoco soy un santo, papá.
—Lo sé, conozco tus manías... Sabes, a un tatuaje no le veo nada malo, lo que me molestó fue que te lo hiciste ante de los 18 años.
—Entonces cuál es el problema con Ethan.
Suelta un suspiro —. Te seré sincero. Hay una duda que me carcome el alma. Ethan desde niño ha sido muy delicado, y a veces siento que es gay —me aguanto la risa—. Es que, por más que le busco algo que lo haga ver como hombre, no le encuentro nada. El hecho de que se ponga arete me hace crecer más esa duda.
—¿Qué pasaría si Ethan fuera gay?
—Me tocaría aceptarlo, aunque no fuera de mi agrado.
—¿Eso es lo único que te molesta de Ethan?
—Su necedad con de ser cantante. Quiero un buen futuro para él, y la música no lo es.
—Papá, uno estudia lo que le gusta, tampoco puedes obligar a Ethan a estudiar algo que no quiere, eso seria en vano. Ethan solo tiene 15 años, deberías apoyarlo más, tratar de entenderlo y ayudarlo a cumplir sus sueños. Que no haya preferiríamos entre él y yo, no porque yo sea "el hijo perfecto", quiera decir que todo tu orgullo y atención sea para mí. Piensas en mis hermanos, ellos se dan cuenta en la forma en que lo trata a ellos, y en la que me tratas a mí.
—Tienes razón. Cabe aclarar que los amo a lo tres por iguales, pero mi relación contigo es diferente, porque además de ser padre e hijo, somos amigos.
Papá es mi primer mejor amigo, siempre he sido sincero con él, e incluso siempre ha sabido de mi amor por Audrey.
—Así mismo deberías ser con Ethan y Nain. Sé que ellos dos han rompidos tus expectativas, que no han seguido tus órdenes, pero de eso se trata la vida. Te aconsejo que hablas con Ethan, que por un momento dejes de ser su padre y te convierta en su amigo.
—Trataré de hacerlo.
—Que bueno... Papá, te quería comentar que Audrey y yo somos novios.
—¡Vaya! ¿Me debo quedar callado o puedo molestar a mi ahora nuera?
—Por ahora es secreto por lo de la señora Micaela.
—No diré nada.
—Por cierto papá, a Ethan le gustan las mujeres.
—¿Cómo está tan seguro? —pregunta con desconfianza.
—Conozco a mi hermano.
—Eso es un alivio para mí, gracias por comentármelo... hablaré con Ethan y daré mi mayor esfuerzo para intentar que nuestra relación mejore.
—Eres un gran padre, solo sé tú.
—Ve a dormir, encontraré un buen momento para hablar con Ethan.
—Descansa, papá.
—Igualmente.
Salgo de la habitación y voy a la mía. Miro por la ventana la habitación de Audrey, pero todo está oscuro. Con una gran sonrisa me tiro en la cama. Estoy muy contento porque al fin Audrey es mi novia.
[***]
Salgo de la habitación preparado para irme a la preparatoria; me detengo en la habitación de Ethan.
—Oye, voy donde Audrey, ahí te espero.
—¿Vas a sacar el auto?
—Sácalo tú.
—Bueno —sigo mi camino.
El desayuno fue medio pesado, ya que nadie habló, mamá sigue enojada con papá. Papá no dijo nada, Ethan peor y como nadie hablaba yo tampoco hablé.
Salgo de casa y me dirijo a la casa vecina. La señora Micaela ya se fue, y mi novia me comunicó que no se iría con ella para irnos juntos.
Toco el timbre y en cuestión de segundo se abre la puerta. Ingreso y al cerrar la puerta me la beso con frenesí, porque en la preparatoria no voy a poder besarla a su debida manera.
[***]
—Se nos hace tarde —me separo de ella, aunque no quiera—. Dejen su beso para después, tenemos que ir a clases —declara la responsable de Amira.
—Ya que —dice Audrey desanimada.
No Damos otro beso sin importar que nos vea Amira y después nos salimos de casa separados porque los vecinos tiene ojos de alcon.
Ethan nos ve y maneja hasta frente de la casa. Sale del auto y se va al asiento de atrás.
—Buenos días, Audrey —pues con Amira no se llevan.
—Buenos días —Audrey corre hacia él—. Déjame ver los aretes —Ethan se quita la capucha —. Te quedaron superbién, y te hacen lucir como un chico malo, ya no tienes cara de bebé.
Ethan ríe. —Falta el tatuaje —agrega.
—¿Quién lo diría? Saliste todo un rebelde.
—Siempre rompiendo las reglas —dice entre risas.
—Vámonos Bastian, todavía hay que pasar por Stacy.
—Sí.
No sé cómo Ethan y Amira van a ir atrás. Me va a tocar manejar rápido para que Stacy les haga compañía.
Amira se sienta atrás y se pone a leer un libro, y Ethan se pone sus audífonos. Esos dos no se van a hablar nunca.
Miró a Audrey y ella se encoge de hombros. Ella ingresa al auto y yo también. Comienzo el recorrido hacia la preparatoria, acompañado de la chica que amo.
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Editado: 12.07.2022