NARRADOR.
Naín palideció al ver a Noah, ella acercó a Ian más a su pecho cubriendo su rostro, aunque no tenía rasgo parecido a Noah, temía que él descubriera la verdad
Julián vio la acción de Naín y quedó confundido. Naín no pudo con la presión que sentía y se marchó de la fiesta sin decir nada, no obstante Noah la vio.
Él saludó a Audrey y Bastian, seguido a su madre, los vecinos y al resto de invitados. Al percatarse los demás que Naín no estaba quedaron confundidos, ya que eran los mejores amigos.
Julián sacó la escusa de que Naín le había dicho: "Ian, tiene dueño, voy a hacerlo dormir". Él sentía la necesidad de ayudarla.
Noah no dijo nada, pues entendía a Naín, pero eso no quitaba sus ganas de verla. Dejando a un lado la actitud de la hermana de Bastian, la fiesta continuó.
Bastian y Audrey se la pasaron juntos, bailando y evitando tomar, pero si darle bebidas a otros para poder escaparse por unos minutos.
Amira y su novio pasaban de los mejor, no obstante, el tener a Ethan cerca hacía que Amira no dejara de pensar en él. Por otro lado, Stacy y Braulio andaba hecho los locos medios controlados.
Mientras todos celebraban, Noah salió de la casa de su madre y fue a la casa vecina, quería ver a Naín, hablar con ella y ponerse al día de todo, y sobre todo quería conocer al hijo de ella.
ETHAN.
Rogelio besa a la vecina... qué cursi. No entiendo cómo anda con alguien con un carácter espantoso, ¡ay, no! Qué falta de amor propio.
Tomo mi jugo. Desde el día en que me emborraché y no sé con quién pase la noche no he vuelto a tomar, no quiero hacer pendejadas de nuevo.
Suspiro, veo a mi hermano tan amoroso con Audrey, definitivamente el amor cambia la personalidad de los hombres, pero bueno, no puedo criticar, no vaya a ser que por estar estirando la lengua peor que en camaleón vaya a terminar peor. Dios me libre de ese mal, yo de cursi jamás.
… ¿Dónde está Noah?… Abro mis ojos, ¡¿y si fue a ver a Naín?! Después de todo ella se fue contal de no verlo, yo vi todo... Tengo que salvar a mi hermana de aprietos. Me voy rápido a la casa.
No sabía que Noah iba a llegar, aunque Ian solo heredó el cabello de Noah, pero igual, dicen por ahí: "la sangre llama".
Entró a la casa y voy corriendo a la habitación de Naín. No sé qué hará ella ahora que Noah se encuentra de visita.
—Naín...
Quedó tieso al ver a Noah tan cerca de mi hermana que, pareciera que se fueran a besar.
—E-Ethan —Naín se aparta de Noah y viene a mí como alma libre. Me agarra del brazo y me da una mirada de ayuda—, ¿qué deseas?
Las manos de Naín están frías como una rana, y Noah no deja de mirarla con una mirada de confusión.
—Eh... Yo vine a preguntarte, ¿si no has visto los Paracetamoles? Es que estoy enfermo —me hago el achaquiento.
—Están abajo... Noah, que bueno que estés de regreso... Hablamos después.
—Está bien... Tú y yo tenemos mucho de que hablar —camina hacia nosotros sin dejar de ver a mi hermana y se detiene frente a ella—. Me gusta el olor de tu perfume... Quisiera saber el nombre... a mi novia le encantará —se va.
Me quedo callado... ¿Cómo que quiso dar a entender algo con lo del perfume?.
—Ethan, tengo miedo... La mirada de Noah estaba llena de incertidumbre —Naín está que tiembla.
—¿Vio a Ian?
—No, pero algo pasa con él.
—¿Y si le dices la verdad? ¿Y si le dice que tienen un hijo?
—No... El vecino no debe saberlo.
¡Ay, Dios bendito! ¿En qué terminará esto? Y lo peor de todo es que hasta yo estoy involucrado.
BASTIAN.
—Solo será 2 horas, suegra —insisto.
Pensé que la suegra se iba a emborrachar, pero ha sido buena para beber. Quiero llevar a Audrey a un lugar, no obstante, si el permiso de la suegra, mi amor no se mueve.
—Mamá, por favor —ayuda Audrey.
—Ustedes dos son persistente... Si a las 12 de la noche Audrey no está en la casa ni más me vuelvas a pedir permiso, Bastian García —mis labios se curvan en una sonrisa.
—De eso no se preocupe, suegra.
Audrey le da un beso y un abrazo a mi suegra, y juntos salimos de la casa. Ingresamos a mi auto y nos vamos.
Le quiero dar algo más a Audrey y quiero que sea en un lugar bonito. Tomo la mano del amor de mi vida y la beso, esta noche será muy especial.
[***]
Audrey sale del auto viendo el hermoso paisaje de la ciudad.
—¡Wow! Se ve hermoso este lugar. Tiene una vista increíble —me acerco y la rodeo de la cintura.
—Sí, tiene una vista increíble —beso su cuello.
—Déjame llegar bien amor —hunde sus dedos en mi cabello.
—Es que cuando estoy contigo no puedo con las ganas de tener tu cuerpo desnudo sobre el mío
—No digas más, me derrites fácilmente —la hago dar la vuelta hasta dejarla frente a mí.
Le doy un suave beso, ante de ir a hacer el amor quiero hacer otra cosa.
—Audrey —me mira.
—Dime, amor.
—Todos estos meses de noviazgo han sido maravillosos. Yo he disfrutado contigo cada segundo que estoy a tu lado y cuando no te tengo cerca te extraño. ¿Sabes? Siempre supe que tú serías la única mujer a la que yo amaría, por eso no dude ni un solo segundo en tatuar tu nombre en mi piel —ella abre sus ojos como platos—. Tiempo atrás me preguntaste, "¿Y tú qué quieres para tu vida?". Ahora sin temor te puedo decir la respuesta: te quiero a ti, siempre, Audrey Montesinos.
—Yo te quiero para siempre, Bastian García.
La abrazo y ella también. Inhalo su aroma, ese aroma que amo y que amaré siempre.
—Amor, ¿qué tatuaje te hiciste por mí? —me separó de ella y alzó la manga de mi camisa enseñándole mi primer tatuaje que me hice.
Cuando tenía 15 años me lo hice porque siempre estuve seguro de mi amor por Audrey y quería que su nombre estuviera marcado a mi piel siempre
—Está en otro idioma, pero es tu nombre —muerdes sus labios.
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Editado: 12.07.2022