Y vivieron felices por siempre, ¿Cuántas veces hemos escuchado esta frase?, He perdido la cuenta de cuántas series he visto en donde ya sé que la protagonista se queda con el protagonista, aún cuando existan miles de villanos, al final sellan su amor con un beso y fin, el amor vuelve por arte de magia. El amor parece tan sencillo en estas películas, sí, es verdad que atraviesan por infidelidades, confusiones y malos entendidos pero sabes que al final se va a resolver, incluso sabiendo el final nos sentamos por horas a ver cómo solucionan sus mal entendidos, pues claro, sí todo fuera perfecto la película empezaría y directamente nos iríamos a los créditos. El amor tiene su magia, dichos como Un clavo saca a otro clavo, Hay muchos peces en el mar, nos enseñan a no preocuparnos por nuestra relación actual, simplemente si algo no funciona aplicar la técnica "Grande" , Thank u, next.
—Marianne, ¿Te puedes callar? —Me lanza un almohadazo en la cara—
—Discúlpame, pero hay gente que tiene que trabajar —Cierro Mi laptop—, Entiende Sarah, necesito terminar mi podcast para mañana, la audiencia necesita consejos de amor.
—¿Amor? —Suelta una carcajada— Hermana, sé que eres muy buena hablando pero creo que no eres la persona ideal para hablar de amor. No sabes ni siquiera que es una relación.
—¡Oye! Estás tocando fibras delicadas, para hablar de amor no es necesario estar en una relación puedo ver las relaciones de mis amigas e incluso de mis padres. —Le recrimino por tan doloroso pero tristemente acertado argumento—
—¡Ay mi Marianne! —Se acerca a mí y me da pequeñas palmadas burlescas en mi espalda—
Sí, a mis 17 años nunca he tenido una relación, pero no es porque nadie me quiera, yo no he querido aceptar a nadie ¿O tal vez soy muy fea?, no, por supuesto que no, claro que has tenido pretendientes pero no cumplen con tu lista de deseos. Eso es Marianne, por eso no tienes novio —Trato de darme ánimos mientras me termino de alistar para ir al colegio—
Me preguntó ¿Cómo será mi primer novio?, obviamente habrá alguien igual que yo, pero quién será ese chico ¿Viene caminando? ¿Qué está esperando? Le pago el Uber si quiere —Me río sola— Tomo mi mochila y rápidamente escucho una voz enfuercida.
—Marianne, ya es tarde, llegarás tarde al colegio, ¡Ya vámonos! —Mi madre toma las llaves del auto y me abre la puerta, me mira con sus ojos retadores al verme perdida en mi mundo—
—Ya voy mamá—Le respondo y salgo corriendo a medio peinar— Nunca me peino, pero no porque no me guste si no que prefiero dormir, digo, la salud es primero que la vanidad ¿No creen?.
Me subo al auto, y realmente estaba emocionada por el primer día de clases, nuevos compañeros, nuevos maestros ¡Qué bella es la vida!, acaban de romperme el corazón pero pasado, pisado, no tiene caso volver a hablar de ello, aunque he de admitir que me salvé de ese patán.
—Hija, ¿ya viste quien se va? —Sus ojos me miran intrigosos, apenas llevamos una pequeña esquina desde que salimos de la casa, me mira y señala una casa —No es muy grande ni lujosa, simplemente se ve acogedora, además que se dedica a la venta de productos varios necesarios para la vida cotidiana.
Año 2008
—Mamá. No le cambies a la tv, mi serie favorita está por comenzar, ahora vuelvo —Grito a todo pulmón, tomo mi dinero y me dirijo a la tienda—
Tengo exactamente 10 pesos, creo que compraré mis golosinas favoritas.
La única tienda que se aproxima a mi casa es aquella pintada de blanco, seguramente venden —Me dirigo a los stands de comida chatarra — Tomo un panqué, pero después veo una de las creaciones más perfectas del universo, las maravillosas y coloridas almendras confitadas, no sé que tienes estas golosinas que me han vuelto adicta a su sabor —Dejo el panqué pues solo podría llevarme uno y me dirijo a caja dispuesta a pagar mis golosinas y correr a casa porque mi show está por comenzar.
—Son 10 pesos —Me dice un chico de piel clara, aparentemente de mi edad.
¡Oh Santo Cielo! Acabo de ver al chico más hermoso de toda mi vida. —Con el dinero en mis bolsillos, mi falda mal puesta y de lado, lo único que pude hacer fue algo totalmente estúpido. —Le doy una moneda de 5 pesos, me doy la media vuelta cuando escucho nuevamente su voz.
—Emm, faltan 5.
—Es verdad, lo siento —Le doy el dinero faltante, agarro mis golosinas y regreso a casa.
El camino hacia mi casa era demasiado corto, pero caminaba y mi mente reproducía Spice Girls - Wannabe. Me había enamorado. Mi corazoncito había sido flechado.
Año actual
—¡Oh ya sé quién es! Sí lo recuerdo. —Contesté y seguí pensando en cómo terminar mi podcast—
Sería muy gracioso que ese chico estuviera en mi mismo salón —Pensé, portábamos el mismo uniforme pero la posibilidad era mínima, siguiendo las técnicas de las probabilidades axiomáticas los casos favorables eran 1 en 35 posibles.
Me recosté en la ventana en lo que llegábamos a mi colegio.
Bajé del auto —Me despedí de mi madre— Con todos los ánimos de comenzar este año. Siempre he amado los inicios, una nueva oportunidad de cometer nuevos errores. Caminaba en lo que encontraba mi aula.
—Hola amiga —Me saluda de beso
—Hola — La abrazo, está chica era una amiga del pasado, y al estar nuevamente juntas nuestra amistad se fortalecería aún más.
—¿Estás lista para sufrir Marianne?
—No, para nada.
El maestro entra al aula, toma sus marcadores y comienza escribiendo su nombre en la pizarra.
—Una disculpa maestro, ¿Aún puedo entrar?
—Por supuesto, pero que no se vuelva a repetir.
—¿Entendido?
—Entendido.
¡Esto es imposible!