Hoy era uno de esos días donde el sol era más brillante y te provocaba salir a pasear, pasar un rato divertido y en familia, con amigos o solamente con tu mate.
Era un buen plan salir ya que tenía tiempo sin hacerlo. No desde que tome las riendas de la manda convirtiéndome en una persona de las que las demás dependían. Teniendo y sobrellevando toda la carga sobre mis hombros.
El viaje de Dos años no contaba ya que con todo lo que tenía en mente lo último que podía hacer era relajarme y pasar un rato agradable disfrutando de los bellos paisajes que me ofrecía Rusia.
Pero a pesar de mi deseo inmensurable por salir a recorrer las calles de la manada como en los viejos tiempos... ¡Me encontraba sentado en la sala de estar viendo caricaturas con Willow! y no es que me desagrade la idea de pasar tiempo a su lado es solo que.. ¡Arg! Ella no me mira para nada y eso es lo que me molesta.
Llame tratando de llamar su atención — ¿Pequeña? — Willow hace un sonido gutural afirmando que me escucha pero no voltea a verme, su mirada seguía fija en la TV — ¿Que tal si hoy vamos a dar un paseo?
— ¿Adonde?
— Por la manada ¿Te parece?
La propuesta hace que Willow se olvide por completo de la televisión y me voltee a ver con una sonrisa.
— Claro, ¿Por que no? — se lanza sobre mi callando sentada a horcajadas sobre mi regazo — hace días te lo quería pedir pero seguian surgían cosas — suspira con cansancio — vamos.
Cuando estoy por responder los constantes gruñidos de Zed se hace presente en la sala de estar — ¡Grrr! — salta desde la parte de atrás del sillón y cae sentado justo a mi lado — Necesito salir — sentencia — estoy tan enfadado con Connor ¡Esta tan embelesado con la pequeña Anaya que no me presta atención para nada! — gruñe de fastidio y termina por aponcharse en el sillón.
— ¿Entonces por que no le das un bebé? — sus ojos se entristecen y niega — ¡¿Entonces?! Sabes como es Connor a él le encantan los niños — suspira — Además no lo culpo, mi sobrina es tan hermosa que cualquiera la amaría con solo verla.
Willow me pega en el hombro haciendo que la voltee a ver.
Cruza sus brazos sobre su pecho y me mira molesta — ¡¿Que?!
— Si, Anaya es bonita pero no más que yo — Willow me mira con altivez haciendo me reír — faltaba más — tira su cabello hacia tras y voltea la mirada — hmmp — Zed y yo intercambiamos miradas y no podemos evitar reír
— Claro que eres hermosa — aprieto sus mejillas con mis manos haciéndola quejarse un poco pero no dice nada.
— Tanta meloseria de ustedes empalaga. Salgamos — propone Zed — si me quedo otro momento más aquí subiré esas escaleras buscare a Connor y no lo dejaré salir de la habitación, no, hasta que ocurra un milagro y alguno de los dos termine embarazado — se levanta del sillón — Osea.... Nunca — me mira esperando una respuesta.
Era triste. Me entristecía pensar que mi amigo no podía tener hijos con su predestinado. Y aunque él lo tomara de buena manera y bromeara con eso... Se que le afectaba mucho, sus ojos lo delataban.
Sé que muchas veces renegaba de su naturaleza común Beta. Y no, no era por el hecho de no poder tener un alma gemela al nacer ¡Porque él era afortunado! Por alguna extraña razón era el único beta sobre la faz de la tierra con un mate predestinado solo para él pero a pesar de eso él quería ser capaz de darle un hijo a su mate, ser capaz de formar una familia al lado de Connor ¡Ese era su mayor sueño! Pero Zed no podía quedar embarazo y no podía embarazar a Connor en su lugar. Le dolía.
Pero ahí estaba yo, ¡Recordándole! Dándole en su punto débil. Me odiaba.
— Si, vamos. De todas formas también quería salir — me pongo de pie y cargando a Willow me encaminó hacia la puerta principal.
(٥↼_↼)
Así paso nuestra tarde entre risas, quejas por parte de Zed,llevando a Willow a conocer el territorio y saludando a una que otra persona con las que nos encontrábamos.
— Oh, claro Alpha, le diré a mi padre — uno de los muchos cachorros de la manada con el que me encontraba hablando se retira despidiéndose con la mano.
— Creo que es hora de regresar — miro al cielo y se aprecia como la noche empieza a caer haciendo desaparecer el bello atardecer que se muestra ante mis ojos.
— Si, es lo mejor — responde Zed.
— Willow, amor nos vamos... — Cuando la buscó me percató de su ausencia — Zed ¿Donde esta Willow? — mi corazón se acelera y no de una buena manera ¿En que momento había soltado su mano? ¿En que momento se alejó? Pero aún más importante ¿En que momento deje de sentir su esencia?
— ¿No estaba a tu lado? — asiento. Sintiendo que perdería la cordura si algo le llegaba a pasar y todo iba a ser por mi culpa, todo por mi maldito descuido — ¿Entonces? — me preguntó Zed y en serio me fastidia la actitud tan relajada que tenia en este momentos.
Mi Luna está en algún lugar de esta manada, sola y a él pareciera que le importa menos que un cacahuate ¡¿Es en serio?! Miro de un lado a otro con desesperación. Se empiezan a cerrar las puertas y ventanas de las casas, Las calles se comienzan a vaciar y eso me preocupaba aún más.
Me preocupaba el hecho de que; como todavía no he presentado a Willow como mi mate y luna de la manada cualquiera que no la conozca puede hacerle daño al pensar que es una forastera o algo. Eso me preocupaba.
Zed me toma del hombro — cálmate Noah — es idiota ¿O que? Estaba apunto de golpearlo si me decía que me calmara de nuevo.
— ¡¿Como rayos quieres que me calme?! — le grito — algo le puede pasar en cuestiones de segundos y lo sabes mejor que nadie.
— Si, lo se — responde encogiéndose de hombros y gruñó al ver de nuevo su actitud despreocupada.
— ¡Tu futura gobernante puede estar en peligro y pareciera que no te importara — lo tomo por el cuello de la camiseta.
— Claro que me interesa, Noah — se zafa de mi agarre — ¿Pero que puedo hacer yo? No puedo ayudarte en esto. ¿Acaso tengo que recordarte que solo tú la puedes encontrar? — me da a entender lo que estaba ignorando por mi desesperación — recuerda que soy un simple Beta, no debe estar muy lejos. Solo cálmate y concéntrate en su aroma y ya está.