Dalia.
Diego me veía fascinado al parecer el objetivo principal se había cumplido, cuando se acercó a darme un beso, mi cuerpo reacciono a su cercanía, respondiendo con la misma entrega y pasión aquel beso.
:- te gusta cómo me veo amor, porque lo he hecho especialmente para ti.- lo digo en tono coqueto y seductor mordiéndome el labio inferior.
Diego.- Te vas fabulosa.-
Me acerque a Dalia, la tome por la cintura y pegando su cuerpo al mío comencé a besarla de una manera desesperada como si no hubiera un mañana, como si fuera la primera vez, ya que sentía el deseo crecer en mí, de pronto su lengua abrió paso en mi boca y comenzó a rozar mi lengua se sentía jodidamente bien que comenzaba a exitarme, como respuesta mordí sus labios dejando escapar un gemido de sus boca, me separa de Dalia porque me había quedado sin aire, mi respiración era agitada, estaba demasiado excitado.
.- Me encantas, me fascinas, me vuelves loco amor.-
Dalia.- No te imaginas cuanto te amo Diego y lo que me encanta estar a tu lado, Te amo demasiado.-
Nos dirigimos a la habitación, Diego me iba abrazando por detrás, podía sentir como su erección crecía, y con ella mis ganas de que me tomara y me hiciera suya, me iba besando el cuello y sentía un gran cosquilleo recorrer mi piel, al entrar a la habitación tomo mi cintura, pegando mi cuerpo de nuevo al suyo comenzó a besarme, con una de sus manos iba acariciando lentamente mis piernas deslizando su mano haciéndome estremecer, le desabotone la camisa y se la quiete, con mis manos, fui acariciando su perfecto abdomen, pasando mi lengua por su pecho lentamente podía ver que lo disfrutaba.
Comenzó a besarme de nuevo, pero esta vez sus besos estaban llenos de deseo, de pasión me hacía estremecer al sentir su lengua en mi boca, mordió mi labio y me hizo gemir de placer, quitando el pequeño vestido que me cubría, me recostó en la cama y el sobre mi comenzando así a besar mi cuello, bajando a mis pechos, a mi estómago, nuestras miradas eran oscuras y profundas a causa del deseo.
Diego.- eres perfecta mi amor.-
Me costaba trabajo poder hablar, estaba demasiado excitado, y por si eso fuera poco Dalia tomo el control de la situación ahora ella estaba encima de mí con su pequeña y delicada boca empezó a dar mordidas en mis hombros en mi cuello, bajando hasta mi abdomen, y me desabrocho el pantalón comenzó a quitármelo con sus manos, bajando con su boca por mis piernas se sentía tan rico que logro calentarme más de lo que ya estaba.
.- me vuelves loco, -
Tome a Dalia de nuevo comenzando a besarla de nuevo acariciando su espalda con delicadeza le quiete el sostén dejando su pechos al descubierto, con una de mis manos lo tome y comencé a acariciarlo, llevándome a la boca el otro, podía sentir a Dalia excitada y jadear de placer, baje hasta su intimidad con mi lengua haciendo pequeños círculos, con mi lengua me había encargado de quitar las bragas, ella se endereza y me quita el bóxer. Liberándome de lo único que me estorbaba para entrar en ella, ambos jadeamos de placer y Dalia comienza a gemir, pronunciando mi nombre arquea sus caderas y hace que aumente el ritmo de mis movimientos, ella se aferra a mi espalda y sin despegar mis labios de los de ella llegamos al orgasmo, era tan deleitante sentirla escucharla gemir y saber que era yo el que le provocara tal éxtasis.
Dalia.- Te amo, es maravilloso hacer el amor contigo.-
Diego.- yo también te amo amor, oye muero de hambre.-
Me puse mi pantalón y Dalia se había puesto mi camisa, eso lo hacía verse aún más sexy, no dirigimos a la cocina a calentar la comida que había preparado, para comer juntos.
Dalia.- Espero te allá gustado amor, porque la hice espacialmente para ti,.-
Después de comer, nos dirigimos de nuevo a la habitación,le doy un beso a Diego, que se encontraba recostado mi lado, decidimos ir a dormir un rato, bueno entre otras cosas.