Cap. 14

Autora: M. Esparza

libro 1 Trilogia curvas Impredecibles

***POV ANNIE***

Después de aquella mañana en la que unimos nuestros cuerpos una vez más, donde no sabíamos quien empezaba y cual terminaba y tampoco la manera en que no podía dejar de verlo a él y sus exuberantes ojos, no recordaba que estar cercas del provoca sensaciones que creí haber olvidado tampoco recordaba que hacer el amor con él es como si dependiera de una estación gravitacional, verdadero detalle que me hace delirar al recordar cuando hacíamos el amor.

Habían pasado tres días en los cuales el volvió al trabajo y yo tuve que regresar a mi casa por los preparativos de la fiesta de mi hermana. Desvié la atención de los recuerdos de aquella noche para concentrarme en seguir entregando las invitaciones, en este caso nadie iba conmigo ya que cada quien iba a entregarlas a las personas que conocían, hicimos algo así como trabajo dividido ya que Victoria aún se encontraba en la escuela sus vacaciones comenzaban este fin de semana y que mejor manera de celebrarlo con su cumpleaños al iniciarlas.

- ¿Cómo te encuentras, azul? – por un momento me había olvidado de los chicos, en este caso quienes estaban conmigo eran Thomas y Marck.

-Estoy bien, es como la tercera vez que me lo preguntan desde que salimos de mi casa – dije riendo, ellos iban a diez metros de distancia en un auto negro.

La verdad es que el turno en que ellos estaban conmigo era bastante bueno y divertido, mientras que con Mika y Trenton era más intrigante y serio más por Trenton que me ve como si quisiera saber qué es lo que escondo cuando no hay nada por esconder, pero fuera de eso tener a estos cuatro hombres cuidándome y a mi familia durante las noches que se quedaban fuera de casa es bueno, no lo sé, pero me gusta su compañía.

-Bueno es que en tu estado no sabemos cómo funcionan las cosas – Comento Thomas haciendo que negara con la cabeza.

-Hey, no seas idiota Thom – Escuche como Marck lo reprendía ellos dos hacían de mis salidas divertidas y cómicas.

-Chicos solo cinco invitaciones más y los invito por una hamburguesa – en verdad es que esto del embarazo solo hace que coma y parezca pelota.

Había invitado a los chicos a la fiesta de Victoria y también a Álvaro, los chicos se harían pasar por amigos de Álvaro ya que me vigilan 24/7 y no me pueden dejar sola. En este momento lo que nos hacía poder comunicarnos era el pequeño auricular que nos asignó Álvaro.

-Eso suena muy tentador, Azul – reímos todos, mientras volvíamos a parar frente a la casa de un amigo de la academia de baile.

Decir que estaba cansada era poco, por fin había terminado de entregar las invitaciones a cada amigo que visitaba se sorprendía al verme ¿Y quién no? Si estaba embarazada y la última vez que me vieron fue cuando aún era virgen, pero lo bueno de todo estos es que están tan entusiasmados por asistir y poder vernos de nuevo más Marcus, me había quedado a platicar con él, unos minutos me conto que todo el grupo de había ido una semana a Las Vegas a concursar lo cual me emociono y que estaban encantados de volver a recibirme y quería regresar, propuesta que me encantaría considerar. Ahora nos encontrábamos en camino a un McDonald por unas apetecibles hamburguesas, mi cabeza estaba totalmente ocupada con lo de la fiesta que había olvidado por completo darle la invitación a Connor, aunque podría ir por ella en la noche, hasta el momento los chicos han hecho un buen trabajo al no dejarse ver por nadie de mi familia y tampoco por Connor y sus guardaespaldas lo cual es muy bueno.

Deje mi auto en el estacionamiento un lugar no muy lejos del centro comercial, apague el auto y tome mi bolso con las llaves para salir al abrir la puerta dos manos grandes se posaron en mi visión haciéndome sonreír.

-Oh pero que caballerosos son – comente riendo, tome ambas manos y me impulse suavemente fuera del auto.

- De nada, no queremos que tu esposo nos corte las pelotas – comento Marck con sorna.

La primera noche que lo vieron no les tomo muy bien la idea de ver quien era ya que su porte de chulo y hombre egoísta lo hizo dudar si en realidad él me quería, pero después de ver media escena de sexo afuera de mi casa los hizo cambiar de opinión.

-Mejor entremos que muero de hambre y estos pies me están matando – me queje de la hinchazón de mis pies, pero es que es tan jodido retener líquidos por el embarazo.

Al entrar al local este no se haya muy lleno lo cual era bueno, eran como las cuatro de la tarde de un jueves a lo que supuse que estaría repleto de gente pero no es así en cambio había como cinco mesas esparcidas por todo el lugar donde algunas eran familias y otros eran parejas o simplemente amigos, nos encaminamos hasta llegar a la caja donde se encontraba los menús y precios, los chicos en realidad no perdieron tiempo en coquetear con las chicas que estaban atendiendo, se sonrojaban eso era claro pero los ignoraban ya que creían que eran algo mío.

-Son mis amigos, soy casada – literalmente lo era ya que llevaba el hijo de Connor, pero no lo estábamos y me haría la mujer más feliz del mundo si él fuera mi esposo.

Al final tomaron nuestro pedido y nos dijeron que en cinco minutos estaría nuestra orden, hablamos de cosas sin importancia trataban de evitar a toda costa hablar sobre el tema de la persona que me amenazaba pero los entendía, la comida había llegado, la cual estaba más que deliciosa, después de un rato más de pláticas decidimos irnos, pague las hamburguesas ya que yo había invitado y no falto el típico papelito con el número telefónico de las chicas, reí por eso negué con la cabeza yo jamás haría y no he hecho eso porque lo considero un poco grotesco y desconsiderado. Volvimos a casa y los chicos esperaron fuera de esta a hacerles compañía a Mika y Trenton, entre a la casa y solo estaba mi mama y mis tías quienes estaban preparando la merienda de la noche, le dije que había comido algo y que me iría a descansar.