No dormí bien durante toda la noche y hoy tenía un largo día por delante.
Llamé a Jef unas 5 veces en el correr de la mañana y no he podido comunicarme con él, en el último intento le dejé un mensaje en su buzón de voz para que me llamara en cuanto pudiera.
Fuimos con Meggan a nuestra casa para ver los avances de la constructora, gracias al cielo habían adelantado el trabajo, y el plazo se reducía a unos 3 o 4 días más.
Había hablado con su nana, Teresa cuidaba de Meggan desde que nos fuimos a EEUU, era una mujer de unos 40 años de edad, no tenía familia en el país ya que se había visto forzada a emigrar en busca de un futuro mejor hacia aquel lugar, había aceptado gustosa trasladarse hasta aquí para poder seguir cuidando de mi pequeña, ya que se había encariñado con ella en gran manera. Llegaría al día siguiente, y yo tenía que tramitar los temas legales para su estadía.
Cuando volvimos, no encontré a Mia por ningún lado, almorzamos solo Megg y yo, ya que Ben se había ido a pasar el día con una chica que había conocido hace un tiempo, parecía que estaba algo interesado en ella, algo extraño en él ya que no era de los que se esforzaban por complacer o cautivar a alguien, se lo veía intentándolo y eso me agradaba.
Recibí una llamada de Jef después del almuerzo.
Estaba muy molesto, era alguien muy estricto con mis empleados, no me agradaba que no contestaran mis llamadas, por algo le pagaba una jugosa cantidad de dinero, necesitaba que estuvieran disponibles al cien por cien para cuando hiciera falta.
-Buenos días Maik, ¿Cómo estás? Disculpa que no he podido contestar antes, estaba atendiendo unos asuntos personales.
Eso hizo que me enfadase aún más, sabía que probablemente su asunto personal tenía que ver con Mia, ella salió temprano a encontrarse como cada mañana de domingo, con sus amigos, según lo que me había contado Ben, por lo tanto era obvio que todavía se encontraban juntos, tan ocupados como para ignorar mis llamadas.
-Buenas tardes queras decir Jef, (corregí molesto), sabes que odio que me hagan esperar, y paso a informarte que te has pasado de los límites con el tiempo que demoraste en devolver mis llamadas.
-Sabes que nunca ocurre, hoy es domingo, y no esperaba recibir una llamada tuya a esas horas, sé que debe de ser algo urgente, no volverá a suceder algo así.
Dijo con pesar, sabía que debía de ser más benevolente, pero mi malestar no era por no atender mi llamado, sino por lo que mi mente se imaginaba que estaba haciendo con Mia mientras no tenía tiempo para contestar.
-Lo dejare pasar porque como bien dices es algo que nunca te ha ocurrido, pero espero que no se haga costumbre. A lo importante, eh regresado a París, necesito que organices una reunión para mañana a primera hora con todo el personal, necesito también otra reunión a la hora del almuerzo con los jefes de cada sector, donde me expongan la información concerniente al último mes, y que me consigas una secretaria calificada ya que voy a estar aquí indefinidamente, mañana nos pondremos al día con todo, nos vemos temprano y espero que todo este perfecto para las reuniones, no quiero ningún fallo.
-Es una grata sorpresa que hallas vuelto, te tendré una secretaria para mañana mismo a primera hora, no te preocupes por nada me encargo de que todo este perfecto para tu llegada.
-Nos vemos mañana, espero que sea así.
Dije de forma cortante y sin esperar una respuesta colgué la llamada.
Me estaba comportando como un crío pero me lo podía permitir, después de todo era mi empresa y Jef se había metido sin darse cuenta en terreno peligroso.
Paso el día velozmente, sin darme cuenta la noche había llegado, al sentir la puerta me apresure a ir la sala creyendo que Mia había llegado al fin, pero era Ben quien entraba con una gran sonrisa en su rostro.
-Hola hermano, ¿esperabas a alguien? Te noto algo decepcionado al verme.
Dijo riéndose mientras se sentaba frente a la tele.
-Oh no. Solo estaba algo preocupado, no he visto a Mia en todo el día y no sé si le paso algo, quizás debas llamarla para corroborar que este bien.
Dije con preocupación, mientras me sentaba a su lado.
-Tranquilo ha estado con Jeremy, hable con ella hoy temprano, están recuperando el tiempo perdido, esos dos son como uña y carne, Mia siempre que puede se escapa a su casa para ver a su pequeño ya que Jeremy es quien se hace cargo de él, y pasan tanto tiempo juntos que hasta hablan igual, no te lo imaginas, pueden ser un verdadero grano en el culo cuando se lo proponen esos dos. Pero te acostumbraras.
Dijo mientras cambiaba los canales sin prestar atención.
-¿A su pequeño?
Pregunté nervioso.
-Si Mia y Jeremy adoptaron a un pequeño vagabundo, lo llamaron Bili, sabes lo difícil que puede ser mi querida hermanita cuando se le mete algo a la cabeza, amenazo con irse debajo de un puente con él, si no lo dejaba vivir aquí, es imposible, nunca estamos en casa y te podrás imaginar la atención que demanda, podrán ser pequeños y tiernos, pero son unos demonios del infierno. El idiota de Jeremy que no ha aprendido todavía a decirle que no, se hizo cargo de todo y se lo llevo a vivir con él, las lágrimas de Mia son un verdadero castigo para su corazón, es capaz de cualquier cosa por verla sonreír, por eso a lo largo del tiempo he aprendido a aceptar ese relación tan extraña que tiene ese par.