Una vez que había pasado la semana de descanso, todos regresaron a clases, en este momento Nebu ya no tenía mente tratar nuevamente con Nohemí, ya que no deseaba volver a causarle problemas además de que le hizo sentir mal lo que le dijo en aquel momento.
Pero, al finalizar las clases, tomando todas sus cosas como era costumbre, se fue a su casa solo. Lo que no sabía es que, desde la mañana Nohemí estuvo esperando a ver si se acercaba hablarle. Sin embargo, eso no paso. Para Nohemí no fue suficiente el esperar y, sintiendo que esta vez era un problema que ella misma causo, no dejaría que esto se quedara así. Además de que ella estuvo esperando por mucho tiempo el poder hablarle y no podía dejar que todo se quedaría como era antes de que se conocieran y tuvieran la oportunidad de hablar.
Nohemí, que lo seguía desde atrás desde que salieron de la escuela, no hizo nada hasta que llegaron al campo y no había nadie alrededor de ellos. En ese momento fue el indicado para acercarse. Nohemí, corriendo hacia Nebu, se lanzó para caer justo en su espalda y así tirarlo. Pero, justo en ese momento en que se lanzó contra Nebu, él se detuvo y se dio la vuelta, ya que se había dado cuenta de que ella lo estuvo siguiendo durante todo el camino y quería preguntarle el motivo por el cual lo estaba siguiendo.
Justo en ese momento, cuando Nohemí cayó encima de Nebu, terminaron viéndose cara a cara. En ese momento sus ojos brillaban con una gran intensidad y el latido de sus corazones estaba tan rápido que sentían que en cualquier momento se les iba a salir o estallar.
Después de unos segundos, los dos reaccionaron y, Nohemí levantándose rápidamente, miro a un lado mientras extendía su mano a Nebu y decía – lo siento, así que te voy ayudar a levantarte – Nebu, un poco avergonzado, tomo la mano de Nohemí mientras decía entrecortadamente – gracias – y luego también evito verla directamente ya que no podía pensar en otra cosa más que en ese momento en que se estaban viendo y lo cálido que era su mano.
Nohemí, volteándose a verlo, dijo – bueno, creo que esto debe de ser así. Si dejamos que todo vuelva a ser más divertido, deberá de ser algo muy bueno, pero no creo que sea bueno ni mucho más fácil si lo hace solamente una persona, por lo que considero que estaría bien si me ayudaras a tratar de hacer que las cosas puedan ser muy pero muy divertidas. Así que, si estás de acuerdo con esto, que te parece si pasamos nuevamente el tiempo como lo habíamos hecho – Nebu– está bien, pero no creo que esto sea así de simple – Nohemí, mirando a Nebu, respiro profundamente y luego dijo – de acuerdo – se acercó a él y, tomándolo por el cuello, le empezó a dar unos coscorrones.
Nebu, lográndose liberarse de Nohemí, empezó a correr para que ella no lo alcanzara. Nohemí, que no pensaba dejarlo escapar, lo siguió de esta manera durante el resto del camino. Todo este asunto al fin había terminado y el ver como Nebu mantenía esa actitud un poco tímida y que solamente ella podía ser quien lograba alterar este aspecto de él, era algo que la hacía mucha gracia.
El tener que compartir con Nebu por bastante tiempo y sin conocer lo que podría pasar en el futuro, decidieron que esto era mejor que estar peleados o tímidos. Si pueden pasar un poco más tiempo juntos y disfrutar de estos pequeños momentos, todo habrá valido la pena.