Jayden
-¿Te podría preguntar algo?- Cuestiona la castaña
-Claro- Respondo con algo de temor a lo que pregunte
En verdad no sé porque me encuentro en un estado de turbacion en este instante, en todo el dia que he compartido con ella, no me he mostrado con miedo o tan siquiera con nervios como hasta este momento, puede que me sienta atraido por ella por lo consiguiente creo que tengo miedo a lo que piense sobre este tema,sobre que piense que me guste alguien mas.
Aun no decifro como pase de que me gustara alguien como Mia Anderson, a una chica que apenas percibi su presencia, alguien tan simple y sencilla como Ariana, no lo niego ella es muy bella, solamente que lo que no comprendo es porque con ella puedo estar sin nervios, porque con alguien que acabo de conocer me siento tan feliz y seguro aun sin convivir tanto, a veces el corazon puede actuar de formas tan extrañas como esta.
-¿Te sientes atraido o te gusta Mia?- Veo como brotan los nervios en ella
-No, solamente es una amiga,solo eso- Miento
La verdad ya no se que siento en realidad, me siento mucho mejor con alguien que acabo de conocer que con alguien con quien ya estaba, el corazon de un adolescente es tan errático, en un momento te sientes atraido por alguien y de manera inopinada ya te sientes atraido por alguien más.
Creo que por esta razón paso lo que hace dos años
-Ya veo, pense que si, parecia que si porque a donde iba tu la seguias y mas acciones que mostrabas- Opina mirando hacia otro lado para ocultar algo
-Creo que las acciones muestran mas que mil palabras- Suelto una pequeña carcajada al concluir la frase
Ella sonrie cuando sabe que lo digo sarcasticamente, en este instante me le quedo viendo fijamente sin disimulo alguno, cuando ella noto que no he dejado de mirarla, pone una capa de cabello sobre su cara como una especie de muro que la protege,identico como hace un par de horas cuando la conoci, cuando vi por primera vez su espectacular bellesa.
-Ha este paso jamas finalizaremos el trabajo, nos estamos deviando mucho del tema todo el tiempo- Proclama con sequedad
-Pienso lo mismo, hagamos algo, organicemos el trabajo y si quieres despues hablemos sobre las dudas que tengamos del otro- Recalco
Despues de 15 minutos hablando sobre el trabajo sin distraernos, mira su relog indicandome que ya es demasiado tarde y se tiene que ir.
-Oye ya es bastante tarde, no lo habia notado hasta ahora, creo que ya me ire a casa- Menciona tomando sus cosas para marcharse en direccion a su casa
Por un momento me paralizo, no sé si decirle adios u ofrecerme a acompañarla, me quedo por laconicos segundos pensando en es, ella me ve algo extraña por no responder, hasta que digo de forma golpeada.
-Si quieres te acompaño, claro si aceptas- Creo que en este momento me he ruborizado por lo que acabo de decirle
-S...i... me gustaria que me acompañaras- Dice al mismo tiempo en que se empieza a sonrojar