Mi prometida

27: Cita.

Después de que Thomas terminara de comer y se pusiera la camisa, bajamos, mis hermanos, que aun estaban ahí, se acercaron a él a preguntarle como se sentía; mientras ellos hablaban, yo camine nuevamente al cuadro que siempre había llamado mi atención, cada vez que me acercaba, descubría nuevos detalles, ya fueran nubes, una mariposa o algo que no vi la primera vez que lo miré.

—Thomas —habló Sara, volteé a mirar y ella estaba entregándole una canasta, con comida seguramente.
—¿Está todo lo que te pedí? —ella asintió y él sonrió —Gracias.

Ella caminó fuera de la sala y Thomas se acercó a mí, yo sonreí y abracé su cintura.

—¿Me contarás de esa pintura? —señale y él sonrió mirando el cuadro.

—Fue la primera vez que estuve en el mundo humano, lo primero que vi cuando llegue fue una niña pequeña, que sorprendentemente, podía ver mis alas, incluso cuando yo pensaba que estaban ocultas, era tan inocente que pensaba que era normal que las tuviera, fue un momento tan bonito que hace unos años hice que lo pintaran, claramente el artista interpreto el ángel a su manera, de la manera en que los humanos nos imaginan —sonreí, ya entendía porque la pintura me trasmitía tanto cada vez que la miraba.

—Es hermosa, me gusta mucho mirarla —él sonrió y tomo una de mis manos.

—¿Estás lista para irnos? —asentí.

Mis hermanos se acercaron y me abrazaron cada uno, despidiéndose, ya debían volver a su casa y atender sus responsabilidades.

—Volveremos a verte pronto, cuídense mucho ambos —besé la mejilla de cada uno de ellos y salimos todos juntos de la casa, ellos subieron a sus autos y Thomas y yo caminamos hacia el bosque, donde tendríamos nuestra cita.

El camino esta vez fue mas largo de lo normal, al parecer no íbamos hacia el lugar que yo pensaba, y estaba un poco perdida.

—¿A dónde vamos? —Thomas sonriente, me miró y dijo.

—Es una sorpresa Dennise, disfruta de la incertidumbre de no saber a dónde vamos por un momento —reí, era un tonto.

—Bien, como quieras —continuamos caminando hasta que el se detuvo y estiro la canasta hacia mí.

—Sostenla un momento por mí, mientras pongo esto en tus ojos —puso un pedazo de seda sobre mis ojos cuando recibí la canasta y gentilmente la amarro, tenía mucha curiosidad de saber porque estaba cubriéndome los ojos, estábamos en medio del bosque, que podría haber allí que me sorprendiera.

Después de tener mis ojos vendados tomó la canasta y luego mi mano, me guio con paciencia y cuidado por el bosque hasta llegar al lugar que él tenia planeado, cuando estuvimos allí, soltó mi mano y desató la venda dejándome ver, cuando mis ojos pudieron enfocar bien, miré alrededor y al ver lo que había allí, hice lo que normalmente todos hacemos cuando algo nos sorprende, abrir la boca y luego cubrirla con la mano.

Estábamos afuera de una cabaña pequeña, con una iluminación hermosa y pétalos de rosa regados por todo el camino desde donde estaba de pie hasta la entrada, también en un costado, un pequeño lago acompañaba el paisaje, haciéndolo aun mas irreal y hermoso.

—Sigue los pétalos cariño —susurró y de inmediato empecé a caminar.

La puerta de la cabaña estaba abierta cuando llegué, por lo cual pude entrar, el camino de pétalos seguía por la sala de estar, un pequeño pasillo, la cocina y la puerta trasera, el camino me guio hasta una manta en el suelo, con una botella de vino y dos copas, era un picnic romántico para nuestra primera cita oficial; estaba muy emocionada por esto, era la primera vez que alguien se esforzaba de esa manera por mí.

—¿Te gusta? —preguntó Thomas poniéndose sus manos en mis caderas y su rostro entre mi cuello y hombro desde atrás.

—Me encanta —sonreí mirando todo lo que tenia al frente, era sencillo, pero muy tierno, me sentía feliz —Nadie había hecho algo tan bonito por mi antes.

—¿segura de eso? —dio un beso en mi mejilla, me soltó y camino hacia la manta, lo seguí y juntos nos sentamos en ella, destapó el vino y sirvió en ambas copas.

—Muy segura, no he tenido novios tan en serio como para que quisieran hacer algo así por mi —asintió y estiro una de las copas hacia mí, la tome y probé el sabor del vino, era dulce.

—Pues ahora tienes a alguien que haga cosas lindas por ti, las mereces todas y cada una de ellas Dennise —sonreí más, era muy tierno.

—¿Qué hay en la canasta? —tenía mucha curiosidad, además de que quería cambiar el tema para no sonrojarme como tonta.

—Ábrela, amore —sonrió y estiro hacia mi la canasta, la tome en mis manos, no pesaba mucho, era bastante liviana para ser la canasta en la que traíamos la comida.

Al momento de abrirla, vi que dentro además de un único pastel, había algo mas que no me esperaba.

—Thomas —Murmuré —¿Qué…?

—¿Te gustaría casarte conmigo?

No fui capaz de responder nada en ese momento, no esperaba que él pusiera un anillo en la canasta y menos que me propusiera matrimonio; mientras yo miraba el anillo y a él, su rostro dejo de estar sonriente y parecer feliz a estar preocupado.

—Dennise —lo miré y respiré hondo.

—Si quiero casarme contigo Thomas —la alegría inmediatamente volvió a su rostro, apartó la canasta y se lanzo sobre mi abrazándome fuerte y haciendo que ambos cayéramos sobre la manta, beso mis labios y después empezó a bajar con sus besos por mi barbilla y cuello mientras que sus manos inquietas buscaron el borde de mi cabeza para empezar a subirla despacio, dándome tiempo de detenerlo si era necesario, pero no sentía ganas de detenerlo, quería que continuara y así lo hizo hasta quitar mi camisa y acariciar con sus manos cálidas la piel de mi cintura, abdomen, espalda hasta que decidió bajar al pantalón y con la misma paciencia, lo desabrocho y bajo por mis piernas, hasta que estuve solo en ropa interior, no sentía frio a pesar de estar afuera con él, la calidez de su cuerpo me mantenía caliente, además del sonrojo que sentía por todo el cuerpo, me daba un poco de vergüenza que me viera desnuda, pero perdía un poco esa pena, cuando sus ojos se cruzaban con los míos y podía ver lo brillantes que se veían sus ojos en ese momento, dejándome saber que deseaba verme.



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En el texto hay: angeles, romace, destino

Editado: 24.07.2020

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