Me besa lento, pero de momento intensifica el beso. Abro los ojos, pongo mi mano en su pecho y lo empujo, mientras alejo mi rostro del suyo. Sus ojos se abren al instante y se refleja el temor, creo que piensa que me voy a ir. Toma mi mano en su pecho para evitar que me aleje más.
- ¿Qué pasa? - Me pregunta confundido.
- Que no ves que tenemos publico menor de edad. - Acerco a Hannah a mi pecho.
- Ella no sabe. - Me dice coqueto y mueve sus cejas de arriba abajo. Intenta volver a besarme, pero muevo mi rostro y sus labios chocan con mi mejilla. Se aleja resignado y mira a Hannah. - Se llama Hannah. ¿Verdad? - Asiento. - ¿Es tu sobrina?
- Es más que eso. Es tanto mi sobrina como aijada, igual que sus hermanos.
- Con razón el perrito ya tiene nombre. ¿Cuánto son en total?
- Tres. Gabriel, Gabriela y Hannah.
- ¿En serio? ¿Gabriel y Gabriela? - Me observa extrañado.
- Estaban esperando un hijo y decidieron que si era niño se llamaría Gabriel y Gabriela si era niña, pero en el quinto mes se descubrió que eran gemelos un niña y un niño.
- ¿Dónde están? - Mira a todos lados buscándolos.
- Siguen dormidos. Hannah se levanto y me levanto media hora antes. Por eso está aquí conmigo. Por suerte, no me hubiera gustado dejarla con mi hermano. Cuando Hannah se despertó él ni la escucho. En cambio, con mis Gabs no tendrá oportunidad, pues sé que si no se levanta lo tiraran al piso. Eso sí que me gustaría verlo. - Me río. Miro a Coco y esta haciendo una de sus gracias. Miro a Torres que está totalmente serio. - ¿La puedes sujetar? - Su rostro palidece.
- ¿A la bebé? - La señala. - No estás loca, nunca lo he hecho se me puede caer. - Se escusa.
- No seas exagerado. - Alzo una ceja. - No me digas que eres de las personas que se niegan hacer algo solo, porque nunca lo han hecho. Es que tengo que recoger las gracias de Coco. ¿O prefieres ir tú a recogerlas? - Mira el popo de Coco y mira a la bebé. Respira profundo.
- La bebé. - Extiende sus brazos para que le de la bebé.
Le indico como la tiene que cargar y se la paso. Hannah se queda tranquila. Esperaba que llorara normalmente no tolera los extraños. Tomo el periódico, recojo las gracias de Coco y la llevo al contenedor de basura más cercano. Vuelvo con ellos y se ven tan tiernos que desearía tener mi cámara ahora, pero saco mi celular de mi bolsillo y les tomo una foto. Me acerco a ellos y antes de sentarme le hablo a Torres.
- Vez no pasó nada y lo haces muy bien serás un buen padre. - Sentencie. Alza la mirada y me mira sorprendido por la forma tan firme que lo dije. Me vuelvo a sentar a su lado y extiendo mis brazos para volver a cargar a Hannah. - Ven preciosa ven con titi. - En vez de extenderme sus manitas como hace rato, se pega más al pecho de Torres. Abro mi boca con asombro. - Pequeña tramposa y traidora. - Le hago cosquillas en el cuello. Para luego cruzarme de brazos y mirar para otro lado.
- Estás celosa porque me prefiere a mí. - Canturrea. Volteo mi rostro en dirección a Torres y le saco la lengua. – Vamos. No hay ser femenino en la tierra que se resista a mis encantos. - Dice orgulloso. Me pongo cómoda en la banca me cruzo de brazos y le miro a los ojos.
- Tienes el ego muy alto. ¿Lo sabías? Una cosa es tener encanto natural y otra muy distinta es no arruinarla al abrir la boca. - Sonríe de lado y me dice.
- Siempre y cuando mi boca no te aleje de mí me doy por satisfecho. - Siento mis mejillas arder. - Las invito a desayunar. - Me dice de momento. Me enderezo.
- No puedo. Tengo que ir al departamento para prepararlos y prepárame para ir al trabajo. Su ceño se frunce.
- ¿Cómo? ¿Los llevaras al trabajo? - Su tonó es de sorpresa. Suspiro.
- Sí. Ellos participaran en una campaña, así que seré la encargada de cuidar, preparar a los niños y fotografiarlos. Espero que no me despidan por esto. - Digo preocupada.
- Es muy irresponsable de sus padres.
- Henry tiene una actividad de modelaje por la mañana y solo tienen un coche, así que Ángela no podrá llegar. Además, yo soy la madrina y eso me pasa por ofrecida. Lo bueno es que podre llevar a los niños a divertirse por la tarde. - Digo animada y contenta. Me mira con su ceño fruncido.
- ¿Cómo que ofrecida?
- Sí. Ángela y los niños llegaron ayer de Puerto Rico. Yo me ofrecí a cuidarlos para que los tortolos tuvieran una noche de intimidad. - Muevo mis caderas sugerentemente y sonriendo. - Lo que no estaba planeado era la sección de fotos para los niños. Son oportunidades que aparecen y hay que aprovecharlas. - Me encojo de hombros.
- Eso te puede perjudicar a ti.
- No te niego que me enoje con Henry, pero eso es lo bueno de no tener a nadie que dependa de mí. Ellos necesitan el dinero. Apenas se están estableciendo aquí y son cinco bocas que alimentar. En cambio yo, tengo mis ahorros y me las arreglare si me despiden. - No dice nada solo me observa y sus ojos muestran una chispa de admiración. Miro a Hannah. Me fijo en su reloj de muñeca de Torres la hora. - Es tarde me tengo que ir. - Me levanto y me inclino para tomar a Hannah, pero a mitad de camino los labios de Torres impactan contra los míos.
Cierro los ojos al instante sin poder resistirme a la calides de sus labios. El beso es lento y totalmente inocente, pues no pasa más halla de movimientos lentos y dulces, dándome más emoción que un beso apasionado. Siento como acerca a Hannah a mis brazos y la tomo con cuidado, pero sin romper el beso. Nos separamos por falta de aire. Me quedo inclinada cerca de su rostro solo mirándolo a los ojos. Le sonrío y le doy un pequeño beso que a penas es un rose de piel. Al separarme le susurro sobre sus labios.
- Adiós modelo insoportable.
Acomodo a Hannah en el coche quien se queja. Se resiste un poco en lo que la amarro, pero al pasarle un peluche se calma. Me coloco detrás del coche tomo la correa y llamo a Coco que viene al instante. Me doblo para ponerle la correa, al pararme me voltea a ver a Torres. Me sorprendo verlo parado junto a mí. Con una mano toma mi cuello y con la otra mi cintura e impacta sus labios a los míos con fiereza, sin si quiera una pisca de pudor explora mi boca con decisión. Se me es muy difícil seguirle el beso, pero no lo detengo solo le sigo como puedo. Nos separamos por falta de aire y mis mejillas arden. Este beso fue muy intenso, estaba lleno de necesidad.