Mi querida influencer

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Lo único en lo que podía pensar era en nosotros. La única pregunta que tenía en mi cabeza era que tan bueno era en la cama.

Porque alguien que se veía así no podía ser malo en ese aspecto, o si? Si lo fuese sería una verdadera decepción, pero no la primera que había vivido en ese sentido.

Recuerdos de mis malas experiencias con tipos que no duraban ni la mitad del tiempo que había esperado que lo hiciera se vinieran a mi mente.

Ya había olvidado las veces que había tenido que fingir un orgasmo solo para evitar herir sus frágiles egos.

Lo único que necesitaba era de alguien que me viera con otros ojos , que supiera tocarme donde tenía que tocar y que pudiera llevarme al cielo sin retorno.

Tal vez Caleb era el indicado.

Pero estaba demasiado aterrorizada como para darnos una oportunidad. La idea de un “nosotros” me volvía loca. No porque me creyera incapaz de amarlo, y sabía que algo sentía por mí. Sino porque no estaba emocionalmente lista para enfrentarme a las consecuencias de dejarlo ir.

Era un precio demasiado alto para pagar.

Por lo pronto , seríamos amigos.

Y si él lo aceptaba tal vez podríamos llegar a ser amigos con ciertos beneficios. Sin ataduras.Sin compromisos. Sin problemas.Sin sentimientos.

Tan simple como eso.

-Un centavo por tus pensamientos-se paró a mi lado.

-Nada , solo pensaba en como el invierno se acercaba sin piedad.

-Lo se y lo odio. Pero nada dice invierno como dos tazas de café humeante.

Me giré y sus ojos tenían una expresión cargada de diversión.Algo había oculto detrás de ellos.

-Por eso , será mejor que regreses al sofá-dijo mientras encendía la cafetera-Ya los llevaré en un segundo.

-Está bien.Gracias.-salí de la cocina.

-Te encuentras bien?

-Si solo tengo sueño.

-Es por eso que el café es una idea aun más maravillosa.

Dejé la cocina y me volví a sentar en el mismo lugar donde había estado hace unos momentos atrás cuando mi cabeza no estaba tan confusa y no reinaban estos pensamientos tan impropios en mí.

Caleb volvió adonde estaba con las tazas y ofreciéndome una se sentó a mi lado.

-Si mal no recuerdo , debias mostrarme tu trabajo-me miró con una gran sonrisa en su rostro mostrando sus blancos dientes.

-Toma-le entregué mi teléfono-Puedo?-señalé con mi cabeza su falda.

-Claro.Yo paso las fotos mientras tu cuentas las historias detrás de ellas.

-En serio?

-Claro , las amo y estoy seguro de que tienes más y mejores que las del tacón roto.

-Tienes razón.

Los minutos pasaron y lo próximo que recuerdo entre tantas anécdotas e imágenes era que me dormí en la falda de Caleb con sus manos acariciando mi cabello mientras cantaba por lo bajo una hermosa canción de cuna.



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En el texto hay: comedia, amor, pandemia

Editado: 23.12.2021

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