Capítulo 17

MARATON 1
  En un lugar en lo profundo del bosque yace una manada, la cual está en un abandonó total ni hablar de cada lobo que vive en esa manada (es sus ojos se puede ver la tristeza y el calvario que viven día a día).
El líder, un alfa cruel, él asesina sin remordimiento al que se ponga en su camino para lograr su cometido.

Estaba un omega, de rodillas frente a un lobo, él no era cualquier lobo, él era un alfa (el cual era conocido por su ambición).

—Dime, necesitó la información.— gruñe el alfa, le propina un golpe al omega, el cual cae al suelo.

El omega se queda inmóvil en el suelo, no mira al alfa por él mido que le causa. Él sabía que sería asesinado por no tener información.

—No.— fue lo único que pudo pronunciar antes que su cabeza fuera aplastada.

Un gruñido salió interior del Alfa. Su sed de poder ha oprimido algún sentimiento de amor bondad. Lobo interior lo abandonado. Hace años no escucha su voz, él solo permite la transformación, sí solo proteger la manada.

—Casandra.— exigen la presencia de su amante.

 Ella aparece en la sala delante del Alfa.

— Dime Alfa.— Casandra tiembla al hablar.

— tengo una misión para ti.— le indica El Alfa y hacer ve la expresión de su amante.

— debe ingresar a la manada Luna Azul Y averiguar ¿Cuál es la relación del Alfa supremo y el nuevo Alfa real milenario?— él sonriendo y su sonrisa hace que a la Loba le dé escalofríos.

— lo...  Lo...— ella vacila en sus palabras.— lo haré.— por fin logró decir. 

Después de tres días, Casandra tiene todo listo para su viaje a Suiza, allí en medio del Bosque está la manada Luna Azul. El número del vuelo ha sido anunciado, ella comenzó a caminar al lugar del abordaje. 

Ana

 El día está hermoso, hoy es un día cálido, estamos los últimos días de verano.
 Hoy entramos al centro comercial, Mary comienza a hablar ¿Cuál es la mejor tienda para comprar cada prenda? E indica que debo comprar lencería para seducir Enzo.

* de ninguna manera, ¡por la diosa luna!, esa ropa no tapa nada* balbuceo.

* vamos a Ana, mi Alfa enloquecerá.* anima Ashley.

Meri me arrastra a una tienda de vestidos elegantes, caminamos por el sitio, me dé varios vestidos.

—Ana, este es hermoso.—toma un vestido, la falda es azul claro y blanco con piedras. 

Nos dirigimos al vestidor y hace que entre en el sitio y me pasa varios vestidos. El vestido a elegir debía ser azul, el primero era un azul agua marina el cual deseche al instante.
En total me medí unos veinte vestidos, salgo y me siento en una silla junto al vestidor.

— No, me rindo.— suelto un sonoro respiro.

— Ana, escoge tu vestido a tu gusto.—salgo y observo varios vestidos, hasta que mi mirada se posa en un lindo vestido azul rey, la falda larga y de color piel con piedras azules.

— ¡Si! —grito por la emoción. Meri sale del vestido con su vestido rojo.

—Ana, que sucede.—ella me mira de pies a cabeza.

— Es perfecto.— doy saltos de alegría, mi amiga de mira con expresión, ¡se te safo un tornillo!

Salimos de la tienda con nuestros vestidos. La tarde la pasamos haciendo más compras y comiendo en el restaurante.

Cierro los ojos recordando las palabras del padre de su mate *Enzo está encerrado en una celda de seguridad*
Mi loba pedía que dejara todo y fuera a su regazo, para acompañarlo en todo momento. Ahora entendía, el lazo que nos une es fuerte y cada parte de mi cuerpo pide a gritos su marca.
Mi brazo golpea un cuerpo, alzo la mirada encontrándome con una loba de piel morena y ojos marrones.

— Lo lamento.—se disculpa la mujer, parecía asustada, miraba en todas las direcciones.

— No te preocupes, iba distraída.— seguimos nuestro camino hasta el estacionamiento, olvidando por completo lo sucedido con aquella loba, al llegar acomodamos las bolsas y nos subimos y dirigimos a nuestra manada. Eran pasadas las seis de la tarde, había tardado cinco minutos en abrir la puerta con las bolsas en mis manos subo casi trotando las escaleras que dan al segundo piso.
Mi habitación es espaciosa y en colores claros. Consta de una cama pequeña, no tanto puedo dormir cómodamente en ella.
Dejo las bolsas en el sofá.

*sufrirá de un infarto* ronronea Asly,
Pues de un largo discurso de mi mejor amiga asedia a comprar varios conjuntos de lencería

Una hora más tarde está bajando las escaleras, el ruido de mi familia hablando se escucha. Mi familia está reunida en la sala, hoy es noche de series y películas, es una tradición desde hace muchos años creo que mi madre lo hizo para unirlo un día a la semana.

— Buenas noches.—el ruido cesa.

—Hola.—saludan en coro.

— ¡Cariño! Tienes el vestido para la ceremonia.—se acerca y me abraza mi madre.

— ¡Si madre, todo listo!.—sonrió recordando que veré a mi alfa

— Claro, podemos conocer a tu mate.—habla alegremente Sámara, mi sobrina, ella es mayor por treinta años.

*mm es solo mío, no dejaré que lo mires* gruñe mi loba en mi interior.

*Asly ella tiene mate*. Nada más gruñe en respuesta.

 Pase un tiempo agradable con mi familia, olvidándome de todo lo que afligía mi corazón. Mi familia es grande, cada uno de ellos son especiales y únicos, sus comentarios consejos siempre terminaban en frases graciosas.
Luego de una maratón de películas y series, él mofe se estaba apoderando de mi cuerpo, aun sabiendo que luego ya no podía dormir una noche entera.

— ¡Buenas noches, familia!—bostezo.

Salgo de la sala apresurada por llegar a mi habitación, al llegar abro la puerta y entro al directo al vestir. Tomo lo primero que veo y me despojo de mi ropa cambiándome por un pantalón corto y una blusa de tirantes, después de mi rutina de aseo me acuesto y duermo.

Una ráfaga de viento frío hace que abra mis ojos, parpadeo, adaptándome a la poca luz de la luna que entra por mi balcón. (La visión de mi loba, hace que vea perfectamente a la oscuridad)No he dormido bien, siempre es lo mismo cada noche, no queda rastro del brillo de mis ojos, este fue remplazado por dos círculos negros que están debajo de ellos.