Mi querido alfa

Capítulo 25

ANA

Luego que me atreví a tocar su miembro salí corriendo de ese baño dejando a Enzo más confundido, soy un desastre total, maldita, sea lo hará que me dio curiosidad de saber que podía hacerlo sentir como él me hace sentir a mí.

Ahí estaba él mirándome con sus ojos negros, tengo dos opciones, una es salir y esconderme en el bosque, pero no es nada viable, hoy me convierto en alfa suprema y hacerlo seria como rechazar mi puesto.

La otra opción es enfrentar la mirada lujuriosa de Maximus y a las consecuencias de jugar con fuego puro y confiar en él.

Él siempre es sexi, así este desnudo.

* así se ve mejor.* menciona mi loba.

* En serio no es el momento.* la regaño.

Me dirijo al vestidor, saco mi vestido azul rey y blanco con escote de corazón, sin mangas. Mis pantis rosa de corazones, la atenta mirada de Maximus sigue cada paso (no puedo creer que haya tocado su miembro, en que demonios estaba pensando) me pongo mis pantis, me siento frente al espejo y lo miro atreves de él, miro un poco más abajo y muerdo mi labio.

— Ana.— su voz es ronca.

— lo siento, Maximus no debí hacerlo.—

— No, tú lo puedes hacer, ven aquí.— él demanda.

No puedo, solo fue curiosidad, ni siquiera sé cómo hacerlo, me paro y me dirijo a él con duda, mis piernas tiembla, me acerco quedando a dos pasos de él, el alza mi babilla con un dedo, solo ese contacto hace que los bellos de mi cuerpo se pongan de punta.

— Tienes idea de lo que me provocas.— pregunta.

— No.— estoy confundida si es lo mismo que yo siento.

Su mirada lívida y hace que duela mi estómago, es un dolor que me gusta, mi piel grita que necesita sus caricias, él se acerca hasta que mi piel hace contacto con la suya.

— Mon précieux.(preciosa mía)— habla de nuevo en francés.

Toc, toc, el hechizo se rompe pues mi madre toca la puerta.

— Maldita sea.— gruñe Maximus.

— Ana ya están listos.— habla mi madre atreves de la puerta.

— Si ya casi.— respondo jadeante, ya que Maximus chupo mi cuello.

— Deben darse prisa, ya es tarde.— ella se aleja.

— Maximus, tenemos que irnos.— él a regañadientes acede.

El camino a la ceremonia es algo silencioso, Enzo y yo hablamos unos días antes de tomar el cargo y nos pusimos de acuerdo para presentarlo como mi pareja, hoy es luna nueva, por lo tanto, está oscuro el cielo.

Hoy inicia una nueva etapa en mi vida y la de mi manada, lo he esperado durante años, hoy caminando de la mano de mi mate esperando ser digna de llevar el título de alfa suprema.

— Ana lo harás bien.— él, aprieta un poco mi mano, su gesto me anima, sé que él será un gran alfa para mi manada.

— perdón, por lo del baño.— susurro.

— ¿Qué voy a hacer contigo?.— me dice y se detiene.

— Nada más que darme amor.— le sonrió

— te ves preciosa.— Enzo.

El sendero que lleva al claro está iluminado por antorchas y una cantidad de flores blancas, hoy más tarde Enzo se irá a su manada, eso deja un vacío en mi corazón, saber que debo esperar dos semanas para estar a su lado.

Al llegar los miembros de la manada aplauden y comienzan a lanzar hojas de rosas blancas, Enzo me da un beso en la frente y se pone a un lado de Mis hermanas y amigos, ellos sonríen y gritan mi nombre.

* Que seria de nosotras sin ellos.* le comento a mi loba.

* Serías la loba más aburrida.* grita Asly.

* Amor, la diosa, te guie por el buen camino para que decidas que es lo mejor para tu manada.* habla Enzo a través del enlace.

Le sonrió y sigo mi camino, mi madre espera por mí.

— Que la gracia y sabiduría de la diosa luna, guíen tus pasos.—mi madre me pone una corona de diferentes flores blancas y besa mi mejilla. Derrama unas cuantas lágrimas.

— La diosa es sabia, pediré siempre su sabiduría.— respondo aceptando mi responsabilidad.

Sigo mi camino donde espera mi padre para iniciar los rituales

— Querida Manada, luna azul, hoy es luna nueva, hoy inicia una nueva etapa para nuestra manada y mi hija...— dice mi padre

Al terminar con su discurso, una daga de oro corta mi mano, dejo caer la sangre en el suelo y cada gota derramada es la alianza de sangre que hago con la diosa luna. El ritual termina y soy presentada.

— Ana Sofía.— odio mi segundo nombre.— alfa suprema.— Álava, mi padre y me da un abrazo fuerte.

— larga vida a la alfa Suprema.— grita mi manada.

* con que Sofía, porque no me dijiste tu segundo nombre.* Enzo habla atreves del enlace.

La loba que rescataron mi padre se acerca a mi alfa, la ignora. Es hora de presentar a mi pareja como sol de la manada y próximamente alfa de ellos.

— hola, hace unos, mese atrás se habló de algunos cambios que tendría la manada.— algunos murmuran. — hoy quiero presentarles oficialmente a mi mate el alfa real milenario Enzo.— los lobos aplauden y gritan.

Enzo se acerca y me da un beso, tras un discurso de mi alfa, la celebración da inicio entre bailes y comida tradicional de mi manada, se acerca la hora de mi alfa de irse.

Lo tomo de la mano y lo arrastro a la casa de la manada donde tengo un cuarto, es la oportunidad que tengo, no sé cómo hacerlo, le pediré que me guie.

— Sofía, a donde me llevas.— me acaba de decir Sofía.

— Odio ese nombre.— le gruño.

— es hermoso y perfecto para mi reina.—no le respondo.

Empujo la puerta principal, el lugar está solo pues todos están en la celebración, lo dirijo a las escaleras subiendo a pre suarda por ellas, al lado contrario se encuentra mi habitación.

Abro la puerta y entramos, me doy vuelta y acaricio su rostro, enredo mis dedos en su cabello y jalo obligándolo a bajar su cabeza, nos fundimos en una guerra por saber cuál tiene el control del beso.

Se ve sexi con su esmoquin y corbata a juego con mi vestido, desahogo el nudo de la corbata, él sabe lo que quiero y toma control de la situación.

Se saca la ropa con cuidado y deja a un lado en el sofá y luego baja, él sierre de mi vestido el cual car a mis pies, él me alza en sus brazos y me deja caer en la cama.




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