Capítulo 3
"Ataque"
Hay momentos en los que siento que el universo se burla de mí, pero esta burla era diferente, inclusive hasta sentía que todo esto era demasiado conveniente, porque el día que olvide anotar que tendría que recordar todo lo que viviría aquí, paso esto.
—Escucha, no sé porque está pasando esto, pero no recuerdo nada de ese día, desperté en mi realidad llorando…
Aún recuerdo ese sentimiento de la mañana, de hecho, tenía que ser rápida, como viaje la noche anterior, creo que esta vez me debilitaré rápido.
—Bueno te recordaré lo que paso… Ese día estábamos entrenando, llegaste como siempre, estuviste entrenando con nosotros, entonces Lizzie dijo que iría a la ciudad al mercado para comprar comida, entonces te fuiste con ella emocionada. Esa misma noche llegó Lizzie preocupada, dijo que te quedaste en un estante viendo unos collares, ella fue al siguiente, te dejo un par de minutos sola pensando que se reencontrarían en un punto, pero no fue así…
Cerró la mochila y se la puso en el hombro, caminó fuera de la habitación, volteé para ver si no había nada más, pero él ya había agarrado lo esencial, así que lo seguí para continuar con la historia.
—Lizzie volvió asustada, no te encontró, te buscó por todas partes, pero era como si te hubieras esfumado, en eso se vieron las luces y de ahí solo fueron gritos.
Trataba de recordar lo que dijo, pero parecía como si hubiese sido otra persona, mi cabeza comenzó a doler, no podía con tanta presión, no estaba entrenada para este tipo de cosas. Además, que en internet decía que esto era imposible. Lección: Nunca confíes en el internet.
—Escucha, no recuerdo nada de eso, pero les ayudaré a resolver todo esto…
John asintió mientras bajaba las escaleras de dos en dos, logramos llegar a la primera planta, dimos vuelta en la escalera hacia la derecha, seguimos por el pasillo, hasta que llegamos a la cocina, abrió la puerta que daba hacia la cochera.
Los carros seguían ahí, abrió la caja para sacar las llaves, las tomo y abrió la camioneta Chevrolet custom 1971, era demasiado antigua, pero estaba bien cuidada, su color rojo le daba un buen toque.
Me metí en el copiloto, mientras John en el asiento piloto trataba de encender la camioneta, cuando logró encender, abrió el portón automático, antes de marcharnos lo único que dijo fue:
—Lo mejor es que tengas las armas a la mano, no sabemos que podemos encontrarnos en el camino. —Lo dijo tan fríamente que me provoco intranquilidad e incertidumbre sobre lo que pasaría en nuestro camino hasta el refugio.
La camioneta avanzó, logramos salir del edificio, quizás esta era la última vez que lo vería, me di la vuelta para verlo por la ventana de atrás, nos comenzamos a alejar, mientras la carretera se abría frente a nosotros.
Cuando el edificio desaparecido de mi vista, me senté en mi lugar y me coloqué el cinturón. Hice cálculos en mi mente la ciudad estaba a 20 minutos del instituto, por lo cual teníamos 30 o 40 minutos de recorrido.
Era demasiado incomodo el estar sola con él, más después de lo que paso entre nosotros, trataba de no pensar en ello y el dolor que sus palabras me habían provocado.
—¿Y cómo hiciste para venir aquí?, ¿Un brujo te trajo?
Voltee a verlo, él estaba centrado en la carretera, mientras sus musculosos brazos agarraban el volante, el sol hacía que se viera como un modelo.
—No, lo vi por una aplicación llamada tik tok, escribí un guion, seguí ciertos pasos y aquí estoy… Siempre quise conocerlos.
Mi lado fangirl salió a flote, no podía evitarlo, la primera vez que los vi tenía que reaccionar normal, porque no podía decirles que ellos eran personajes de unos libros.
—Entiendo, sabes me muero de curiosidad, Minos nos explicó un poco sobre las realidades, que en otras realidades nosotros pudimos haber muerto jóvenes, podemos ser unos viejos, o inclusive ser personajes de un libro, serie o película. —Dijo emocionado.
Lo que me preguntaba es que, si yo existía en esta dimensión o tal vez jamás nací…
—Es interesante, pero no te puedo decir….
—Bueno, no importa, sea quien sea en tu realidad, sé que las chicas mueren por mí.
Me reí ante su comentario, porque era verdad millones de chicas decían que era su novia, inclusive hasta yo en mi Facebook tenía su apellido en mi usuario.
—Por favor no seas egocéntrico. —Lo dije con una sonrisa divertida.
—Es como si me dijeras no seas tú….
Rodeé los ojos, seguí mirando la carretera mientras veía todas las plantas desiertas que llegaban hasta el inicio de la montaña.
—Bueno, sé que no me puedes decir quién soy en tu realidad, pero me puedes decir quién eres en tu otra realidad.
Temía que me preguntará eso, no quería que viera que era una chica normal, que estaba aburrida así que decidió viajar a otras realidades, pero tenía que contarle la verdad, era lo justo después de casi un mes diciéndole mentiras.