Capítulo 9
"Si tienes al enemigo cerca te puede matar con más facilidad"
Me sentía sumamente confundida y desconfiada, era demasiado extraño que un brujo estuviera aquí, habían dicho que todos se había ido cuando tuvieron la oportunidad. Tal vez podría ser un demonio, así que no baje las hachas por si nos intentaba atacar.
—Tranquila, —Dijo Leandro con una sonrisa inspeccionándome de arriba abajo. — no te haré daño, por si no te has dado cuenta les acabo de salvar la vida.
—¿Cómo sé que no eres un demonio?, sé que son los amos del engaño. —Contraataque.
Leandro parecía divertido ante la situación, John estaba más callado de lo normal, pero también estaba a la defensiva.
Respire hondo tratando de analizar la situación, de hallar una explicación, al fin y al cabo, él había hecho magia y nos había salvado la vida.
—Escuchen, soy Leandro Dager, pueden checar en los registros, provengo de Inglaterra, vine aquí de vacaciones, estaba acampando cuando sucedió todo esto, no he podido huir porque mi magia está fallando y no reacciona como debería, he estado luchando con demonios y tratando de salir del bosque.
John y yo nos miramos tratando de ponernos de acuerdo ante la situación, él sería un buen aliado, pero a la misma vez un enemigo potente, no podíamos corroborar si estaba mintiendo.
—Mi nombre es John Hawk, soy un recolector. —Dijo dándole la mano, mientras yo guardaba mus hachas. — Lamentamos la hostilidad con la que nos presentamos, pero si gustas puedes venir con nosotros y te mostramos el camino para salir de aquí.
Leandro asintió con la cabeza, ¿En qué estaba pensando John?, me volteo a ver, esperando a que me presentará.
—Hola, mi nombre es Alyssa…. Soy una recolectora. —Dije finalmente. —Lo mejor será que agarremos la leña y nos vayamos, está oscureciendo y no quiero que seamos emboscados nuevamente.
Dimos la vuelta, y entre los tres agarramos los restos que sobraron, caminamos hacia el campamento, me acerqué a John con cuidado para preguntarle qué era lo que estaba planeando, solo susurró.
—No confíes en él, además como dijo Sun Tzu “Ten a tus amigos cerca, pero más cerca a tus enemigos”
—¿Y no crees que si tenemos al enemigo más cerca nos pueda matar con más facilidad? —Le pregunté.
Él sonrió divertido, observe a Leandro que estaba delante de nosotros absorto en su propio mundo, además tal vez cuando llegáramos al campamento él se iría.
Los últimos rayos del sol estaban sobre nosotros, teníamos que apresurarnos si queríamos llegar antes de que oscureciera.
—Solo confía en mí. —Dijo John, por último.
Caminamos lentamente y con cuidado, hasta que logramos llegar al campamento, atravesamos el campo provocando un escalofrío por todo mi cuerpo, las carpas estaban listas y los demás estaban platicando sobre un tronco.
—¡Ya llegueeee! —Dije gritando.
Todos voltearon, pero se les borro la sonrisa al ver a Leandro. Todos se pararon mientras John y yo dejábamos los palos en el piso. Sinceramente odiaba acampar, la única vez que lo había hecho me habían atacado los insectos, además de que la lluvia inundo mi casa de campaña por lo que tuve que dormir mojada y con frío.
—¿Quién es él? —Arlie se paró a mi lado mirando a Leandro.
—Mucho gusto, soy Leandro… Soy un brujo y les sale la vida a tus amigos.
Madeline de una manera preocupada se acercó a nosotros para inspeccionar que no tuviéramos alguna herida.
—¿Están bien?, ¿Se siente bien? —Preguntó Madeline mientras inspeccionaba a John.
Asentí con la cabeza, él ver la confianza que tenía para poder tocarlo, me hizo sentir mal, ya que la única vez que yo lo había tocado así se había puesto a la defensiva, además de decir que había sido un error.
Trate de borrar esos pensamientos de mi mente, no quería pensar en él, no quería sufrir nuevamente por él.
—Leandro, ya ha oscurecido, lo mejor será que te quedes, mañana en la mañana te mostraremos el camino para que pueda salir e ir al refugio. —Dije sonriéndole.
—Gracias. —Me devolvió la sonrisa pudiendo admirarlo, se le formaban unos hoyuelos y había algo que me atraía.
—Déjenme devolverles el favor. —Dijo amablemente, de sus manos salió una flama roja como la del bosque, pero en vez de quemar todo lo que estaba alrededor, formo la fogata con los palos que habíamos traído.
Lizzie aplaudió al ver esto, mientras se sentaba cerca de la fogata. Arlie caminó directo hacia John para encontrar una explicación de lo que estaba pasando por lo cual se alejaron un poco, Madeline paso a un lado mío para acercarse a la fogata.
Así que la imité me senté con ellas y Sheldon, mientras sacaban comida para cenar, lo cual era perfecto porque me estaban gruñendo las tripas, acepté el sándwich mientras lo devoraba.
—Deberíamos hacer guardia, necesitamos organizarnos de dos en dos. —Dijo Madeline.
Asentí con la cabeza mientras agarraba un palito y anotaba en la arena las horas, éramos siete personas por lo cual una podría hacer guardia sola. Podríamos poner a esa persona cuando amanezca.