Quizás está historia quede marcada en dos días. Dos días que puedo o no estar bien emocionalmente. Admito que estoy sobre una cuerda en estos momentos.
Admito que es tan decisivo algunas cosas, que algunos planes dependen de algo y que los momentos a veces te marcan.
Cada esfuerzo es una aprendiza un logro y una alegría. Me sentía tan devasta cuando algo no salía.
Por dos años dejé lo que amaba y volver a ello me cuesta mucho. Y es algo que aún no logro encontrar solución.
Cada mañana busco y busco y no encuentro algo mejor que la dulce melodía de las palabras, el hermoso arco de las sonrisas y el placer de pertenecer en medio de ellos.
A pasado mucho desde aquel momento, desde esos anhelos. A pasado mucho desde que los números eran mis amigos. Que un cansancio me impedía todo.
Y es que es tan frustrante no volver a lo mismo. No amar como se debe, sino hacerlo porque es lo que queda, es lo que se quiere, pero ya no con esa misma chispa.
Que si sonrisas, que sí lamentos, que está claro que aún no es mi momento. Pero es más claro que yo misma me estoy rindiendo.
Y es que eso no debería existir, cuando en un mar de aprendizaje te encuentras, tienes que ser más fuerte que las mismas corrientes.
Las corrientes te ganan, no fracasas, sino que lamentas por días lo sucedido. Porque ahora entiendo que no es fácil volver de cero.
Es que es lo que queda, quizás vuelva con más fuerza. Pero si frente de 120 personas no tuviste miedo, ¿por qué delante de un papel lo tendrías?
Es que no puedo expresar con sólo palabras el dolor del alma, el dolor del llanto, el mismo dolor del desprecio.
Es que sólo son nombres, sólo son pensamientos y una idea errónea invade mi pensamiento.
Luchar acá, luchar ahora y conquistar está tierra es lo que busco, porque ahora nadie me conoce, pero cuando de esta tierra me vaya, tendré que dejar muchas cosas hechas, talvez en ese momento me recuerden.
Pero voy a quedar como esos autores de los libros que no lees. De aquellos que sólo están por momentos y luego desapareces.
Pero es cierto que en dos días es el final. Y si después de ese día vuelves. Sólo has que recuerde el hermoso arco de la sonrisa y la luz brillante de los ojos, esos mismos que buscan mirar el horizonte.
#3320 en Otros
#881 en Relatos cortos
#210 en No ficción
amor, amor juvenil rencuentros de la vida, poemas cartas y un poco de tristeza
Editado: 04.05.2025