Era un día indudablemente precioso, ya no sentía presencias extrañas, me había convencido de que todo fue una pesadilla, una mala broma que me hizo mi propio cerebro,pero no es de extrañar que no había querido entrar al cuarto de Valery la semana pasada.
Eran las 8:00 am la mayoría estaban dormidos, mi padre y mi hermano salieron una hora antes a la universidad, así que estaba solo con mi madre y mis hermanas, cocine el desayuno, lo serví en platos y los cubrí con papel aluminio para luego ponerlos en la mesa.
Salí al patio para llenar los platos de Storm y Zeus quienes al escuchar que sus platos eran llenados nuevamente, se lanzaron sobre mi, tuve que hacer un gran esfuerzo para no caer, y uno más grande para dejar los platos en el suelo sin que los perros me comieran una mano.
Cuando por fin me libere de ellos camine un poco más adelante, tras la casa hay otra más pequeña, es un pequeño invernadero que mamá y papá construyeron antes de mi nacimiento, mi madre es dueña de una florería, y todo lo que vende en su mayoría es cultivado aquí, solo algunas plantas especiales le son importadas de otros países.
Desde niño este lugar me fascinaba, mi madre me enseñó el cuidado de las plantas desde que era muy joven, desde entonces le ayudó cada vez que puedo, en especial ahora con la nueva integrante de la familia, aveces traigo a Valery aquí sobre todo cuando esta triste, parece que estar entre flores le gusta mucho pues se calma rápidamente, riego las flores y roció un poco de insecticida amigable con las plantas, rara vez lo uso, pero hay hormigas que estaban matando a las orquídeas y debía actuar.
Por ahora la florería estará cerrada hasta octubre pues mamá aún debe descansar y necesita atender a la bebé, Ania ayuda a mamá en la florería casi siempre, es como una empleada pero sin sueldo, yo solo me encargo de el invernadero.
Cuando termine puse las cosas en su lugar, pero la regadera la coloque mal y al borde de la mesa, estaba muy distraído, la recogí pero al momento de hacerlo una segunda cosa cayo de uno de los estantes de aquella mesa, y debían ser unas tijeras, casi me perforo el pie, pero cuando esa tijera salió de su lugar mire algo extraño cuando la puse ahí otra vez, en la pared tras la mesa habían colores extraños, moví cuidadosamente la mesa para ver mejor.
Eran dibujos, había una niña y un niño, muchos árboles y una casa, me reí un poco al verlo pues era muy gracioso y a la vez nostálgico.
Puse las cosas en su lugar y regrese a casa para levantar a todas y desayunar.
Mamá ya estaba en la cocina con la bebé, ella se veía cansada, se nota no había dormido bien, se preparaba una taza de café mientras la bebé veía consternada una cuchara y jugaba con ella.
-Buenos días- dije al entrar
-Buenos días-me contestó ella
-No te ves bien-
-Ayer no fue una buena noche-
-Es extraño, ella siempre está calmada-
-Si pero esta noche no-
-¿Papá no te ayudo?-
-Se rindió a la quinta vez-
-Si quieres Ania y yo cuidaremos de ella, tú ve a descansar-
-Gracias hijo, pero ya tengo planes para hoy-
-¿Planes?-
-Pronto la florería abrirá denuevo, necesito volver a trabajar-
-No creo que sea prudente aún-
-Esta bien, además el dinero pronto nos hará falta a este paso-
-Aún así, pienso que es demasiado pronto-
-Porfavor, pude atender la florería con éxito aún con los nueve meses de embarazo, creo que ahora me será más fácil ya que no tengo a Valery dentro de mi ¿No es cierto pequeña?- decía mi madre un poco sonriente.
- Y ¿Quién cuidará a Valery mientras no estás?-
-Por ahora la llevaré conmigo a la florería, tú dijiste que adora las flores-
-Es cierto...pero-
-Buenos días- dijo mi hermana apareciendo aún en sus pijamas.
-Buenos días- conteste
-Buenos días cielo-
-¿Quién cocino hoy?- preguntó ella sentándose a la mesa y retirando el papel aluminio de su plato.
-Yo- respondí comiendo mi tocino
-Parece que hoy no quemaste nada-
-Yo nunca quemo nada-
-¿Qué me dices de el pan de ayer?-
-Fue un accidente-
-Accidente-
-Mañana te toca cocinar a ti- le recordé a la chica.
-Ya se, ordenaré pizza-
-¿Es broma no?-
-Si es broma, Valery ayer estuvo muy inquieta, ¿quieres cambiar de cuarto conmigo?-
-No gracias-
-Bien, basta- interrumpió mi madre
-¿Dónde están papá y Denial?-preguntó Ania
-Están en la universidad-respondí
-Que madrugadores- agregó mi madre sentándose a la mesa con su taza de café y con papilla de bebé en la otra, este punto de el desayuno es bastante incomodo pues mamá empieza con "el trencito"
-Abre, Abre, aquí viene el tren, chu chu-decía mi madre cantado para que la bebé comiera.
-¿Cómo te fue en el club?- le pregunte a mi hermana.