Estaba regando las plantas, ya es fin de semana, por la mañana mi hermano estudia y en la tarde se la pasa con sus amigos, mañana saldré con los míos, esta mañana muy temprano regué y atendí las plantas de el invernadero, ahora estoy con las de el patio, en el patio no tenemos muchas flores, no almenos cerca de las casitas de Zeus y Storm, solo unas pocas margaritas y dientes de león que a ellos les fascinan.
Zeus está durmiendo, es muy dormilón solo se mueve con dos tres sonidos: escuchar "a comer", el sonido de uno de sus juguetes y por supuesto el sonido de su correa.
Storm ahora está jugando con una botella de plástico, el tiene otros juguetes pero ama las botellas.
Mi madre está con mis hermanas adentro, deben estar viendo alguna de esas novelas latinas o alguna repetición de ANTM, quizás están conversando o quizás están tomando una siesta, no lo sé.
Luego de regar las plantas entre en casa, mamá estaba tomando una siesta con la bebé y mi hermana dejo una nota en el refrigerador.
Ben: Iré a la escuela, hoy serán las pruebas para las aspirantes a porristas y al club de carrera, esta vez serán los cien metros planos, dile a mamá que llegare a las tres de la tarde, atte.Ania.
Mi hermana es una gran deportista, igual que Denial, ella es capitana de las porristas y de ese club, por tanto tiene mucho trabajo, sobre todo al llegar las nuevas integrantes, aunque también hay chicos porristas.
Entre en mi cuarto y saque debajo de la cama una caja pequeña, mi cuarto está decorado con postres de varios deportistas y bandas de rock, la mayoría no los conosco, pero sé que esto agrada a papá, pero todo lo que me gusta se encuentra dentro de esta pequeña caja.
Saque de ella muchas rocas blancas y otras negras, las acomode cómo debían estar formando un piano improvisado, me puse los audífonos y seleccione en mi mp3 una lista que decía "Beethoven " y empezó a correr bella música de piano, era "moonlight", mis dedos empezaron a moverse por el piano de piedra tocando silenciosamente la bella música, nadie lo escuchaba, yo solo imitaba lo que se escuchaba en el mp3, pero parecía que de las piedras saliera esa música.
A mí nunca me gusto el deporte, aveces salgo a correr con mi hermana, pero no es lo mismo que correr en una carrera de verdad o en un maratón, pero lo que realmente me gusta es el piano, sea música clásica o incluso contemporánea, el piano es lo que más me gusta en este mundo, me interesó desde niño, pero en escuela media un maestro me empezó a enseñar, practicaba mucho luego de clases mientras mi hermano estaba en su práctica de football, una vez intenté decirle a papá lo que me gustaba, pero no me escuchó, estaba fascinado con las palabras de el entrenador de mi hermano, el hombre dijo: "Este chico tiene futuro en el mundo de el deporte", una vez mi maestro de música y tutor secreto de piano : el Sr.Lobart ,intento decirle a mis padres sobre esto, el dijo: " Este niño es un genio musical", pero papá tampoco lo escucho estaba al pendiente de lo que los maestros de matemática, química y otras materias decían, cuando mi maestro dijo eso...me sentía tan orgulloso de mí mismo, no un orgullo prepotente, si no como cuando aprendí a montar en bicicleta, luego de miles de veces que caí y me raspe las rodillas porfin pude aprender y me sentía tan feliz, sentí que lo podía todo porque me había superado a mi mismo, así me sentí ese día, pero mi felicidad duró poco, cuando vi la reacción de mi padre.
-Ho, si, que bien, que bien...- y luego se fue a hablar con el maestro que me impartía sociales e historia, creo que ni siquiera escucho lo que dijo mi tutor.
No habría sido para tanto, pero me sentí muy desilusionado, cuando a mis hermanos los elogiaban por alguna cosa, aunque fuera mínima, papá parecía tan feliz, tan orgulloso y pasaba horas hablando de el elogio o de la felicitación que recibieron mis hermanos, cuando mi maestro dijo eso creo que esperaba algo similar, pero me equivoque, fue una desilusión tan grande que quería llorar, no sé porque no lo hice.
Luego de eso probé en muchos deportes, pero no era muy bueno, siempre había alguien más rápido, fuerte, o ágil que yo, así que me rendí y en secreto continúe con mi verdadera pasión, el año pasado cuando entre en la secundaria me enteré de algo realmente devastador para mí.
El señor Lobart, mi maestro de piano y amigo falleció, ya era un hombre de edad avanzada, así que no era de extrañar, asistí a su funeral en secreto, éramos pocas personas, cuando lo enterraron yo fui el único presente, me quede en el cementerio y llore todo lo que podía porque al llegar a la casa no podría hablar de esto con nadie, no habría consuelo, ese día papá me regaño por irme sin avisar.
Pensaba en todas esas cosas, y en lo agradecido que estaba con el señor Lobart, porque gracias a él existe un momento que no me siento un inútil, existe un momento en el que me siento como un ganador, y ese momento es al tocar.
Luego de tres canciones pare la música y guarde mi piano improvisado, lo guarde en la caja y está bajo la cama, en esa misma caja tengo un dinero ahorrado, no puedo comprar un piano pero algo muy parecido es un teclado electrico, podría tenerlo en mi cuarto y lo tocaría los fines de semana, la casa es toda para mí los fines de semana, desde que tengo memoria, Cuando Denial estaba en la presecundaria pasaba más tiempo con sus amigos al igual que Ania y sus amigas, yo aún estaba en primaria así que no podía ir y venir como ellos que eran más grandes, mamá trabajaba en la florería y papá en su trabajo, así que me quedaba solo en casa, y así fue todos los años, cuando mamá abra nuevamente la florería volveremos a esa rutina y solo seremos Valery y yo, tocaré todo lo que quiera en ese tiempo, Valery escuchará mi música, estoy seguro que le gustara, quizás a ella le guste y quizás un día yo le enseñé, esa idea me gusta mucho.