Yo no recordaba muy bien cómo era el proceso del Águila, pero es uno de mis procesos favoritos, no precisamente es el más tranquilo y bonito de todos, todos conocemos a esa bella y enorme ave de presa, cuentan con un pico filoso para desgarrar a su presa y sus garras... completamente peligrosas, tienen una enorme fuerza, las cual le permite elevar a presas de mayor tamaño que a ellas, si son tan majestuosas ¿qué proceso tienen?
Las águilas viven 70 años, pero a sus cuarenta años, ellas comienzan a morir ¿morir? ¿Qué clase de muerte? su plumaje se vuelve pesado, tanto que no le permite volar adecuadamente, su pico se encorva tanto que comienza a hacerse daño a ella misma, sus garras han crecido tanto que les es casi imposible sujetar a sus presas, en ese momento, ellas se enfrentan a una difícil decisión: Mueren o se enfrentan a una dolorosa renovación.
Esa renovación dura aproximadamente 150 días, lo primero que hacen es volar al lugar más alejado y alto posible, donde se encuentran solas, luego comienzan a golpear sus picos contra la piedra o alguna superficie dura, lo hacen una y otra vez hasta que su encorvado pico se cae, esperan un tiempo hasta que este ha crecido nuevamente, pero esto no termina aquí, cuando ya ha crecido, comienzan a arrancar sus garras, deben esperar a que estas crezcan, cuando ya lo han hecho, con ellas, comienzan a arrancar las plumas de sus alas, después de que hayan crecido nuevamente, ellas pueden vivir otros treinta años. Impresionante ¿no?
¿Qué podemos aprender de esto? ¿Han escuchado de la Zona de Confort? ese lugar en el que estamos completamente cómodos, es el lugar que conocemos a la perfección, muchas veces, por estar en esta zona, nos estancamos, somos víctimas de abusos, no sólo de otras personas hacia nosotros, sino de nosotros contra nosotros mismos, no avanzamos, permanecemos en un estado de inconciencia en el que morimos lentamente, quizá, también nos hemos acostumbrado a imitar a los demás, puede que llevemos un estilo de vida equivocado, sólo porque es lo más popular, lo más común, es un estado que nos absorbe.
Cuando decidimos cambiar, hacer lo mejor para nosotros (que no les hace daño a los demás) comienza esa lucha interior y ese proceso que se nos hace tan, pero tan difícil, debemos entender ¿cuáles son las cosas que debemos cambiar? ¿Cómo vamos a cambiarlo? ¿Estamos dispuestos a pagar el precio? debemos saber que los procesos no son fáciles, pero son necesarios, quizá debamos dejar aquellas cosas que no nos hacen bien, un ejemplo de eso es el alcohol, me dirán ¿qué tiene que ver el alcohol en esto? es sólo algo que tomaré como ejemplo.
¿Cómo te sientes después de beber? la respuesta es fatal, después de haberte (posiblemente) humillado a ti mismo, por los efectos de esto, al día siguiente tu propio cuerpo te dice que tomaste una mala decisión y que lo estabas envenenando, eso se conoce como resaca, se está tan acostumbrado a imitar a los demás que eso se vuelve algo normal, ¿qué pasa cuando alguien decide dejar el alcohol? (no sólo hablo de los alcohólicos) su cuerpo comienza a pedirlo, a desintoxicarse, no es un proceso fácil y hay muchos que vuelven a recaer.
Muchas veces después de decidir hacer un cambio en nuestras vidas, vemos que no es tan fácil como llegamos a pensar, es una lucha contra nosotros mismos, que terminará cuando hayamos llegado a nuestro objetivo, cuando por fin hayamos conquistado todo lo que es bueno para nosotros, ahí y sólo ahí viviéramos “Terina años más”
Seamos como el águila, que no se deja vencer por sí misma, sino que conoce que está llamada para algo más grande, puede que hayas caído, pero sé que te levantarás, aunque estés tambaleándote y tropieces, se vale caer de pie, no somos perfectos, pero debemos estar en esa búsqueda constante de crecimiento ¡Ánimo! ¡Sé cómo el águila!
~Si tienes algo que contar o a alguien con quién conversar o desahogarte, estoy aquí para ti~