Mientras desayunábamos el domingo en la mañana, Tomas me preguntó si quería ir con él al departamento de Henry y Andie y dado que me moría de ganas de ver a Andie después de lo que pasó anoche, rápidamente le dije que si por lo que después de comer y arreglar la cocina nos dirigimos al departamento del novio de mi hermano y la mujer en la que no dejo de pensar.
Una vez que llegamos y los saludamos, nos sentamos en la sala —yo convenientemente junto a Andie—y comenzamos a ver Capitán América. Debo admitir que realmente no le preste mucha atención a la película pues lo único que hacía era mirar a Andie. Mientras estaba a su lado, pude notar que Andie se encontraba bastante tensa pero como no quería invadir su espacio decidí no preguntarle nada al respecto.
Cuando llego la hora de la cena nadie quería cocinar por lo que terminamos ordenando pizza así que media hora después estábamos los 4 desperdigados por la sala mientras cada uno tiene un plato lleno de una de las mejores comidas del mundo.
—Chicos, por qué no nos dicen como les fue ayer en la boda —dice Tomas mirándonos pícaramente.
—Nos fue bastante bien supongo, Martha quiere que nos reunamos cuando ella y Tobías vuelvan de su luna de miel y Patricia realmente se puso muy celosa —respondo tranquilamente.
—Exacto —dice Andie—, fue de hecho una noche bastante divertida.
— ¿No pasó nada más? —pregunta Henry mirándonos sospechosamente.
Andie y yo nos miramos a los ojos por unos segundos antes de desviar la mirada y comenzar a negar con la cabeza.
— ¿Seguros? —pregunta Tomas uniéndose.
—Bueno, en realidad paso otra cosa —digo notando como Andie se pone cada vez más nerviosa, supongo que no quiere que los chicos se enteren de lo que ocurrió anoche.
— ¿Que pasó? —pregunta Tomas realmente interesado.
—Andie me dijo que accedieron a ir con nosotros a la convención de libros disfrazados como Magnus y Alec —apenas esas palabras salen de mi boca puedo ver como Andie respira aliviada.
—Pues sí, esta semana comencé a leer los libros y son realmente interesantes —dice Tomas—. Pero siendo honesto pensé que había pasado algo más entre ustedes.
—Yo pensé lo mismo —agrega Henry—, se están comportando muy diferente entre ustedes.
— ¿En serio piensan eso? —Pregunta Andie desconcertada—, yo creo que estamos actuando igual que siempre.
—Tal vez un poco más civiles entre nosotros pero eso es solo por ustedes —agrego—. Estuvimos hablando ayer y nos dimos cuenta de que debemos tratarnos un poco mejor por el bien de su relación, no queremos que nuestras peleas hagan que ustedes peleen.
—No podría haberlo dicho mejor, amigo —dice Andie sonriendo fugazmente.
— ¿Ven? —Dice mi hermano luego de unos segundos—. Sabía que algo paso entre ustedes ayer, de verdad me alegra que intenten ser amigos.
—A mí también —replica Andie con una sonrisa.
Comemos mientras hablamos sobre diversas cosas incluyendo series, películas, libros y música, y gracias a dicha conversación descubro que Andie y yo de hecho tenemos muchas cosas en común lo que causa que yo me sienta cada vez mejor respecto al hecho de que estoy comenzando a desarrollar sentimientos por ella. Así que cuando ya es de noche y tenemos que irnos, comienzo a pensar en la mejor forma de decirle que me gusta, y mucho.
Lastimosamente, el lunes Andie no se presenta a trabajar y cuándo le pregunto a Grecia si sabe el motivo de su ausencia, esta me dice que Andie se siente mal lo cual me deja confundido pues anoche se veía muy bien.
Decido no pensar en ello y continuar con mi trabajo, a la hora de la salida me despido de todos y me dirijo a mi departamento. Al llegar a mi hogar, veo que mi hermano aún no ha llegado por lo que comienzo a preparar la cena para los dos.
Justo cuando la cena esta lista mi hermano llega así que comenzamos a comer mientras hablamos de cómo fue nuestro día. Al terminar de comer, mientras Tomas comienza a lavar los platos y yo me quedo a su lado hablando, alguien toca la puerta y cómo no esperábamos a nadie, me acerco a abrirla confundido. Al abrir la puerta veo que del otro lado se encuentra Henry sosteniendo varios recipientes de comida en sus manos.
— ¿Te molesta si me quedo aquí esta noche? —me pregunta Henry al segundo de verme.
—En lo absoluto, pasa —respondo esperando a que entre para cerrar la puerta—, Tomas está en la cocina.
Nos dirigimos a la cocina justo cuando Tomas está terminando con los platos y después de saludar a su novio mira con curiosidad lo que tiene en sus manos.
— ¿Qué traes ahí? —pregunta mientras lo ayuda a colocar los recipientes en la isla de la cocina.
—Helado de vainilla y miel, cupcakes de chocolate, galletas con chispas de chocolate y tarta de manzana.
— ¿Asaltaste una pastelería? —pregunto bromeando.
—No, todo esto me lo dio Andie —responde Henry abriendo los envases—, debe estar nerviosa por algo. Siempre que algo le preocupa comienza a hornear como loca.
— ¿Se encuentra bien? —pregunto preocupado pues recuerdo que Grecia me dijo que estaba enferma.