Mi segundo nombre es desastre.

Extra 8: Una pregunta importante.

—Estoy increíblemente cansada —dice Andie mientras entra en el departamento.

—Yo también estoy muy cansado —respondo mientras cierro la puerta de nuestro hogar.

Si, leyeron bien. Nuestro hogar.

Y es que luego de que mi hermano y Henry se comprometieran, prácticamente vivían juntos por lo que cuando Henry se quedaba en mi departamento yo me quedaba con Andie y cuando Tomas se quedaba en el departamento de Henry, Andie se quedaba conmigo. Por lo que hace 6 meses cuando Henry y Tomas se casaron, Andie y yo decidimos vivir juntos en su departamento mientras que mi hermano y su ahora esposo se quedaron en mi antiguo departamento.

—Tus sobrinos tienen mucha energía —digo mientras entramos a nuestro cuarto y Andie comienza a desvestirse para meterse en la ducha mientras que yo me pongo ropa más cómoda.

—Lo sé, pero igualmente amo cuidarlos y sé que a ti también te gusta, por eso nos tienen como niñeros honorarios —dice Andie entrando al baño.

—Eso lo se cariño, pero igual tengo permitido quejarme. Bueno iré a preparar la cena —digo dándole un beso para luego irme a la cocina.

Comienzo a preparar la cena un tanto nervioso mientras escucho el sonido de la ducha de fondo y cuando ya estoy a punto de terminar, el ruido de la ducha se apaga y unos minutos después Andie sale del cuarto usando solamente una de mis camisas encima de su ropa interior. Se acerca a ayudarme y una vez que terminamos, tomamos los platos y nos sentamos a comer en la isla de la cocina.

— ¿Ya Elías te dijo cuál es el sexo del bebé? —le pregunto a Andie mientras internamente estoy juntando valor para hacerle la pregunta que he querido hacerle desde hace unos cuantos meses.

—No, él y Amy quieren que sea una sorpresa —responde resoplando.

Varias cosas han pasado en este último año: Mi hermano y Henry se casaron, Amy y Elías están a punto de tener un bebé, Rissa tiene varios meses saliendo con Richard. Y lo más importante de todo, Andie y yo tenemos más de un año juntos, escribimos un libro en conjunto y estamos a punto de comprometernos —suponiendo que ella diga que si—.

—No puedes culparlos por querer que sea sorpresa —digo con falsa calma.

—Lo sé, pero entonces a ellos no debería importarles si les regalo algo blanco y sin personalidad —responde encogiéndose de hombros.

—Después de que nazca tendrás más oportunidades de regalarle cosas.

—Pues sí.

Continuamos comiendo mientras hablamos animadamente sobre la salida de compras que haremos mañana y el almuerzo que tenemos planeado con Henry y Tomas, una vez que terminamos de comer comenzamos a lavar los platos y arreglar la cocina para luego sentarnos en la sala a ver televisión.

Pasamos varios minutos viendo televisión en silencio mientras me pongo cada vez más nervioso y finalmente después de infundirme valor me levanto del sofá donde estábamos acurrucados para buscar en el cuarto el regalo que tenía preparado.

Cuando decidí proponerle matrimonio a Andie, supe de inmediato la forma en la que quería hacerlo así que después de buscar el anillo perfecto junto a mi hermano y Henry, hablé con Grecia para ver si mi idea era posible. Decir que se emocionó es un eufemismo por lo que luego de felicitarme y prometerme que no le diría nada a nadie, comenzamos a trabajar en la sorpresa que hace dos días finalmente estuvo toda lista.

—Esto es para ti —le digo a Andie mientras le entrego el paquete envuelto en papel asegurándome que tengo la caja con el anillo en mi bolsillo.

Rasga la envoltura para descubrir un libro, pero este no es solo un libro cualquiera, es el libro que Andie y yo escribimos juntos. Mientras lo sostiene en sus manos una gran sonrisa aparece en su rostro y solo esa sonrisa hace que me enamore aún más de ella.

— ¿Cómo lo conseguiste? Se supone que el libro será publicado dentro de 2 meses —pregunta incrédula.

—Le pedí a Grecia si podía imprimir uno para ti, es importante.

— ¿Por qué es importante? —pregunta con curiosidad.

—Ábrelo —respondo sonriendo nerviosamente.

Abre el libro y mirando fijamente la primera página noto el momento exacto en el que lee lo que escribí para ella.

 

“Este es tan solo el principio de una grandiosa aventura.

Andie, cariño ¿Me harías el honor de iniciar conmigo la aventura más grande de todas?”

 

— ¿Qué quieres decir? —pregunta mirándome fijamente.

—Andie, amor mío ¿Me harías el honor de casarte conmigo? —pregunto arrodillándome mientras abro la caja que contiene el anillo.

—Oh por dios si —exclama para luego lanzarse a mis brazos—, me encantaría.

Mientras pongo el anillo en su dedo soy recompensado por la sonrisa más increíblemente hermosa del mundo y estoy seguro de que este se convertirá en uno de los mejores momentos de mi vida.




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