¿DÍA NORMAL?

Era una mañana como cualquiera,en sí era otro día sin mucha emoción como los demás...bueno eso creía yo,iba caminando por el pasillo del instituto como de costumbre llegue a mi taquilla dispuesta a dejar mi morral y dejar lo necesario para la clase del día.

-¡Hola Agnes!.-Dice Andrómeda mi mejor amiga acercándose.

-Thomson.-Dije sonriendo

Andrómeda es una de mis mejores amigas desde que tengo uso de razón, se puede decir que es mi polo a tierra, amo a esa chica con mi vida es como la hermana que nunca tuve.

-¿Por qué no fuiste a la fiesta de Jane?-Cuestiona Andrómeda algo enfadada según el tono de su voz.

-Sabes bien que ese tipo de cosas no se me dan muchos, me quedé en casa.-Respondí mientras me disponía a caminar rumbo al salón.

-Estabas espiando a Owen ¿no es así?-Dice con una sonrisa burlona.

-No se de que hablas cariño estás delirando-Digo volcando los ojos algo frustrada .

-Claro, lo que digas acosadora-Dice haciendo énfasis en la última palabra por lo cual se gana mirada de odio y por aquello obtengo una tonta risita de su parte.

-¿Acosadora? ¿Quien? ¿De que hablan pequeñas arpías?-Habla una voz ronca y muy familiar,al girar me encuentro con el demente de Sam Parks, mi mejor amigo aquel idiota que ha estado en todo momento a nuestro lado, desde el mejor hasta el peor sin excepción alguna.

-¡Sami!-Dice Andrómeda o bueno más bien grita.

-y bien de qué hablan pequeñas-Dice Sam mientras pasa sus brazos sobre nosotras y nos disponemos caminar.

-Hablamos de que nuestra pequeña Agnes está siendo una pervertida con tu hermano-Dice Andrómeda mientras enarca una ceja y ríe.

-¿Por qué no me sorprende? Mi hermano te trae babeando desde que terminamos la primaria pequitas-Dice Sam con su típico tono relajado y comprensivo que tanto adoro.

-No es cierto, Owen es solo un amigo, es tu hermano y no lo veo como nada más-Dije un tanto frustrada

-Se van a casar y van a follar todos lo días, tendrán mini Owens y minis tu-Dice Andrómeda cantando por los pasillos como la desquiciada que suele ser, llamando la atención de todo aquel que pasaba y estaba por los pasillos, y  así después de soportar un sin fin de comentarios sin sentido llegamos al salón.

A paso lento camine a mi asiento que curiosamente era junto al misterioso Alexander Keldysh, un chico ruso que vive sumergido en su mundo y del cual casi nadie sabe nada, debo admitir que por años he sentido curiosidad por saber de su vida, pero no me atrevo a acercarme pues siendo honesta por mucha curiosidad que tenga prefiero conservar la distancia con él.

Al momento de sentarme siento su penetrante mirada sobre mi pero prefiero hacer caso omiso y sacar las cosas necesarias para la clase.

-Buenos días Alumnos saquen su tarea y dejenla sobre el escritorio-Entró al salón diciendo la profesora Amy Holmes

Sin esperar mucho puse la carpeta con el trabajo sobre el escritorio,me sumergí en mis pensamientos y las preguntas de siempre volvieron a invadir mis pensamientos.¿Encontraré ese amor verdadero?¿Como sabre si es la persona indicada? ¿Sentiré esa corriente eléctrica invadirme al momento en que nuestras manos rocen?¿Sentiré esa sensación de tranquilidad cuando esté con esa persona?,estaba tan perdida en mi propio mundo imaginado mi anhelada historia de amor que no me había percatado de que me llamaban hasta que un fuerte estruendo me trajo definitivamente a la realidad.

-¡¡¡Stone!!!-grito la maestra dando un fuerte golpe sobre el escritorio-

Miro algo aturdida a mi alrededor y un tanto desconcertada respondí

-Perdón señorita Holmes ¿sucede algo?-Dije intentando ocultar mi nerviosismo, el cual se produjo a causa de los murmullos y risitas de mis compañeros, además de la penetrante mirada de Alexander.

-¿Podría decirme en qué año, en donde y cuanto tiempo duro la literatura medieval?-Dijo Holmes con un tono bastante desafiante.

-y..o..o..yo-La tartamudez se adueño de mi, dejando mi mente en blanco y pasando una gran vergüenza frente a mis no muy queridos compañeros.