Emma:
Siento el aroma del Alfa Alex “ya sé, que no soy loba, pero cuando son mates y eres humana sientes ese aroma único”, no le di tanta importancia, salí del baño y cuando de repente siento como me agarran de la cintura, llevándolo a la pared, subo mi mirada y lo veo “¿Me acaba de empotrar contra la pared?”.
- ¡¡Mia!! – dijo mientras olía mi cuello - ¡Mi Luna!
STOP, STOP ¿Escuche bien, acaba de decir “MIA” y “MI LUNA” ?, debo de estar alucinando “si, eso debe ser” porque él ya tiene a su Luna y es esa tal Isadora.
- ¿Mia? – digo confundida - ¡Claro que no!
- Mi Luna, te espere tanto – esperen dijo “¿Te espere tanto?”.
- ¡¡Vete a la mierda!! – digo enojada por lo que acaba de decir y de seguro no se acuerda que ya tiene Luna
- ¿Qué? – dijo confundido
- A mí no me vengas a decir, “MIA” y mucho menos “MI LUNA”. ¡No soy nada tuyo! – digo separándome de el
- Pero… ¿Qué dices? – dice tratando de acercarse
- Lo que escuchaste – digo retrocediendo
- ¿Por qué?, ¡Si tú eres mi mate! – dice afirmando las últimas palabras
- Porque ya tienes, Luna. ¡No necesitas de mi Alfa Alex! – digo mirándolo a los ojos y transmitiéndole lo enojada que estoy “por no esperarme”
- No me digas Alfa Alex y…
- Bien, Alex – digo interrumpiéndolo – No hay nada más de que hablar, así que mejor me voy – me retiro del lugar, subo las escaleras y me voy a mi habitación
Llego, me descambio y me meto a la cama “para así caer en los brazos de Morfeo”.