Mientras tacho en mi lista el número de una habitación más, me pregunto cuánto tiempo tengo que esperar para tener un mejor empleo, no es que piense que ser camarista sea poca cosa pero el sueldo no me da para lo necesario.
Empujo mi carrito en donde tengo toallas, jabones, papel sanitario y sobre todo el kit de limpieza para dejar impecable el baño. Tomo la canasta azul y me parece raro encontrar la puerta de la habitación 410 semi abierta.
Termino de abrir con mi mano derecha y lo que ven mis ojos es como sacado de un libro. Un hombre está muy golpeado en el suelo, rogando por su vida mientras que dos hombres están de pie frente de a él y uno de ellos le apunta con la pistola.
Uno de ellos dispara al sujeto que ahora está muerto en el suelo, un pequeño grito sale de mi boca, la tapo con mi mano, pero ya es tarde, me han descubierto.