Daniel Gabao
— ¿Entonces?
— ¿Entonces qué?
— ¿me dejas irme?— me pregunta Alexia.
— Nop— le contesto.
—¿Por que no?
— Porque Amaia me va a matar si te dejo ir.
— Claro y el mundo perderia algo tan valioso— me dice con sarcasmo
— Obviamente— le contesto.
— Bueno ya que no me deja ir— se rinde por fin— ¿ me vas a entretener en algo?.
— Podríamos ver peliculas.
— Genial— dice con entusiasmo— ¿en que tele?— señala el cuarto, mi hermana no tiene televisión aquí.
— Vamos a mi cuarto.
— No voy a entrar a tu cuarto.
— Entonces muerete de aburrimiento aquí.
— Te odio— me dice y sale del cuarto.
Yo voy detrás de ella y le dirijo a mi cuarto— El sentimiento es mutuo— le contestó.
Llegamos a mi cuarto y ella se sienta en mi cama, yo me siento a su lado y veo como pone una gran distancia entre los dos— Estoy seguro de que si intento hacerte algo tu me matarías antes de que lo logre— le comento.
— Nunca hay que confiarse.
— Vale, tienes razón.
Sam: ¿En donde estas?
Yo: Estoy algo ocupado, ¿qué pasa?
Sam: ¿nos veremos hoy?
Yo: no lo se, estoy algo ocupado.
Sam: ¿con que estas ocupado?
Yo: con cosas
Sam: ¿vas a venir?
Volteo a ver a la chica que tengo a mi lado la cual está buscando una pelicula, si quiero hablar con Sam pero Amaia me matara por dejarla aquí sola.
— ¿Por que me miras?
— Por nada importante— le respondo.
— Se supone que tu saldrias hoy.
— Si.
— No es necesario que te quedes aquí, te puedes ir.
— Amaia me va a matar.
— Tranquilo, yo no le diré nada.
Me levanté de la cama y salí del cuarto, fui al primer piso y salí de la casa. Ella estara bien aquí sola y Amaia no se va a enterar que la deje porque voy a llegar primero que ella.
Por el camino decidí entrar a una tienda para ver que compraba, verga no la puedo dejar sola, dije que me acercaria a ella y dejarla ahí es todo lo contrario.
Peor Amaia me va a matar si me acerco demás a ella, además no se nada de ella, que tal y tiene novio; me voy a terminar metiendo en problemas y yo también tengo novia. Pero solo me acercaria a Alexia como un amigo así que ni su novio ni mi novia se deberían de enojar.
Sali de la tienda y seguí mi camino hasta llegar, entre a la casa y subí al cuarto; y la vi, acostada en la cama viendo la película.
— ¿No te ibas a ir?— me pregunta al verme.
— Si.
— ¿Entonces?
— ¿Qué?— le pregunto poniéndome a su lado.
— ¿Qué haces aquí?
— No quería dejarte sola— le contesto y le entregó la bolsa de papas que compre.
Ella no volvió a decir nada mas, los dos seguiamos viendo la película no se en que momento pero ambos nos quedamos dormidos, cuando yo desperté la vi aun dormida y por dios juro que estaba hermosa. He visto a mucha chicas en mi vida paro ninguna de ellas es igual a Alexia.
—¿Por que me miras?
— ¿Acaso no puedo?
— No
— Pues ni modo, te veré por mucho tiempo.
— Eso sono raro.
— Es que yo soy algo raro— le contestó.
— ¿Que hora es?
Tomo mi celular y reviso la hora— son las 2:00pm
—Amaia aun no regresa.
— No, no va a regresar en bastante rato.
— ¿Para que estoy aquí?
— No lo se— le contesto— ¿No te saca se quicio Amaia?
— Si, la mayor parte del tiempo me saca de quicio.
— Vaya concordamos en algo
— Si— Hace una pausa antes de continuar— Quiero algo de tomar— me dice cambiando el tema.
— ¿Agua esta bien?
—Sip.
— Bien, en un momento regreso— Salgo del cuarto y voy a la cocina por dos vasos de agua para después regresar a donde estaba— Toma— le digo dándole un vaso.
— Gracias.
— ¿Tienes novio?— le pregunto muy directamente.
— No— me contesta.
Genial no tendré problemas con nadie— Eres muy bonita Alexia.
— Vaya eres bueno mintiendo— me contesta ¿que? no es posible que crea que no lo es.
— ¿No te consideras de esa forma?
— No, ni un poco.
— Pues que mal porque te juro que eres muy bonita.
— Si lo que tu digas— me dice dándome a entender que no me cree pero aun asi veo como sonríe.
— Y sonriendo eres aun mas bonita— le digo.
— Ya callate— Me dice— Tal vez tu y yo seamos bueno amigos.
— O tal vez nos la pasamos en guerra todo el tiempo— Le contestó.
— En la guerra alguien siempre pierde.
— No me importaría perder solamente por ti— le contestó. Entonces creo que esta fue la primera conexión que tuvimos ella y yo.
— ¿Quieres una guerra Daniel?
— Si.
— ¿Estás seguro?
— Si.
— Entonces guerra tendras.
— Que gane el mejor— le digo.
— Buena suerte— me contesta.
— Lo mismo digo.
Antes de poder volver a decir algo se abre la puerta del cuarto interrumpiendo nos.
— Oh, hola— dice Amaia.
— Hola— le contestamos al mismo tiempo.
— Amiga mia sigues aquí— le dice a Alexia.
— Si.
— Que bueno, debo de contarte algo.
— Bueno de echo ya me iba— le dice deteniendo su tren.
— No te vayas, dijiste que estarías aquí cuando yo regresara.
— Y aquí estoy, solo que ya me voy.
— ¿Por qué?
— Porque tu tardaste demasiado en regresar y yo ya me tengo que ir a mi casa.
— Está bien— dice Amaia— nos vemos luego, te acompañaria a la puerta pero me voy a bañar y tu ya sabes donde queda la puerta.
— SI ya se en donde queda, nos vemos luego.
Veo a Amaia salir de mi cuarto y detrás de ella va Alexia, decido seguir a Alexia hasta que se detiene en la sala.
— Dije que yo sabía en donde estaba la puerta— dice girando hacia mi.
— Que tal y lo olvidaste en el camino— le contestó.
— Pues ya ves que no— dice señalando la puerta.
— Okey— le contestó— supongo que tu y yo nos volveremos a ver.
— Así es.
— Adios Alexia.
—Adios Daniel— me dice y veo como sale de la casa.
Mierda, esta guerra la voy a disfrutar como jamás lo he hecho, regreso a mi cuarto y tomo mi celular.
Yo: Tenemos que hablar
Sam: ¿Sobre que?
Yo: sobre nosotros.