Daniel Gabao
Estaba afuera de la escuela esperando a Amelia, no era muy necesario que yo la esperara porque hoy se iría con Alan pero sigo aquí porque hoy es uno de los días en los que Alexia viene por aquí y no se, quiero verla.
— ¿Por que sigues aquí? — me pregunta mi hermana.
— Te estaba esperando.
— Pero hoy no me voy contigo.
— ¿En serio? — le pregunto con fingida confusión a lo que ella solo asiente — Ah pues me he olvidado.
— ¿Qué tanto estas mirando? — me pregunta cuando nota que mi atención esta en todo menos en ella.
— La bonita vista que tenemos — le digo al ubicar a la persona que estaba buscando.
— La vista aquí es una mierda — me contesta sin saber de que estoy hablando yo — Daniel.
— ¿Qué quieres?
— No me estas poniendo atención.
— ¿Estabas diciendo algo importante?
— No.
— Entonces, ¿para que quiere que te ponga atención? — le pregunto haciendo que ella se quede callada — Ah mira ahí esta Alexia — le digo como si apenas la hubiera visto.
Ella voltea hacia todos lados hasta que la ve — Alexia! — le grita desde donde esta, Alexia voltea hacia el lugar de donde provino el grito y vino hacia nosotros.
— Hola — la saluda Amaia.
— Hola — le contesta — Hola Dani — me dice volteando a verme.
— ¿Estas ocupada hoy? — le pregunta Amaia.
— No realmente.
— Genial porque entonces me vas a ayudar — le dice y la toma de la mano para comenzar a jalarla.
— Me van a regañar Amaia — le dice haciendo que se detenga.
— ¿Y eso que? — le pregunta Amaia haciendo que la expresión de Alexia se vuelva confusión.
— Amaia muchas personas si le tienen miedo y respeto a sus padres — le digo.
— No es miedo — me dice Alexia — es solo que no voy a encontrar una explicación para mi desaparición.
— Les dirás que estas con tu increíble mejor amiga — le contesta Amaia con una sonrisa, pero Alexia no le contesta de la misma forma.
— No les puedo decir eso.
— ¿Por que no?
— Porque ellos no saben de nuestra existencia — le respondo yo.
— ¿Tan mala influencia somos?
— ¿Que? — pregunta Alexia — Claro que no, lo que pasa es que ustedes tres son demasiado increíbles como para que personas como ellos sepan de ustedes — le responde Alexia.
— Bien, me convenciste — le responde Amaia con una sonrisa — somos muy increíbles para ser conocidos, pero en serio necesito tu ayuda.
— Voy a intentar zafarme, vale?
— Vale, nos vemos al rato.
Ellas se terminaron de despedir, Alexia se dio la vuela para regresar a donde estaba pero yo estaba justo detrás de ella por lo que chocamos.
— Hola — le digo riendo.
— Hola — me responde de la misma forma — Lo mejor es que ya me vaya.
— Si — le respondo y veo como se va.
— ¿Que te pasa? — me pregunta Amaia.
— ¿A mi? nada.
— Estas sonriendo como tarado.
— Así sonrió siempre — Le contesto — Ya vámonos que tengo cosas que hacer.
— ¿No vamos a esperar a Alan?
— Alan no vino a la escuela — le contesto comenzando a caminar.
Ella no dice nada mas y tan solo me sigue hasta que llegamos a la casa, Amaia tiene la suficiente edad para regresar sola a casa; el problema es que si al dejamos sola termina llegando muy tarde porque se queda entretenida con sus amigos y se termina yendo a otro lugar.
Al llegar a casa me voy directamente a mi cuarto para quitarme el uniforme y dejar mis cosas.
— ¿Ya te vas? — me pregunta Amaia desde mi puerta.
— Ya — le contesto y voy al primer piso — Regreso al rato.
— Me la saludas — me grita desde las escaleras.
Salgo de la casa y camino hasta la de mi madre, entro con mucho cuidado y sin hacer ruido porque no la quiero ver, voy hasta las escalera y me dirijo al cuarto de mi hermana.
— Ya llego tu hermano favorito — le digo al entrar al cuarto.
— ¿Qué haces aquí? — me pregunta desde la cama.
— Pues vine a verte — le contesto acostándome a su lado.
— Normalmente no vienes hoy — me responde — ¿Por que has venido hoy?
— Porque quería verte.
— Y de seguro porque no tienes a nadie mas para hablar — me responde riendo — . ¿Qué quieres decirme?
— Creo que extraño a Samantha.
— ¿Que?
— Es que no lo se — le respondo en un tono frustrado — Hay veces en las que siento que realmente quiero su compañía y que realmente la necesito.
— No seas tan idiota — me dice haciendo una pequeña pausa para tomar aire — Claro que extrañas de su compañía porque se la vivian pegados el uno al otro y eso no significa que se quieran, así que ni se te ocurra llamarla o regresar con ella, entiendes Daniel Gavao.
— Entiendo.
— ¿Solo de eso querías hablar?
— No dejo de pensar en una chica — le confieso.
— ¿En serio?
— Si — le respondo — Es que no se que pasa pero de pronto sentí una necesidad de conocerla y saber mas de ella.
— Pues acércate a ella.
— Esta saliendo con Alan.
— ¿Y eso que? — me pregunta — Que este saliendo con ella no significa que tu no puedas ser su amigo, hazte amigo de ella y conócela; en un futuro no sabes que pasara.
— ¿Solo quieres que sea amigo de ella?
— No es que yo quiera — me contesta — Es lo que ella va a querer.
— Te adoro hermana.
— Lo se, soy la mejor hermana que vas a poder tener en tu vida.
— No me puedo quedar mucho tiempo.
— ¿Por?
— Porque Amaia va a llevar a una amiga a la casa — le respondo — Y Amaia sola en la casa con una amiga significa un gran desastre.
— Amaia es buena causando desastre.
— Si, pero no es buena para arreglarlo.
— No, porque para eso te tiene a ti y a Alan.
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Daniel Gabao
Después de seguir hablando durante un buen rato con Pao regrese a casa, al entrar pude ver a Alexia sola sentada en el sillón.
— Hola — le digo y me siento a su lado.
— Hola.
— Al final si viniste.
— Si, ellos tuvieron que salir a una fiesta de no se que, entonces aproveche.
— ¿No los acompañas a las fiestas?
— No, son fiestas de su familia la cual es increíblemente insoportable, entonces prefiero quedarme en la casa.
— Ah okey — le respondo — ¿Dónde esta Amaia?
— Fue a su cuarto por algo.
— ¿Dónde esta Alan?
— No lo se, es tu mejor amigo no el mío.
— Pero tu eres la que sale con el.
— Mejor amigo mata a cita — me responde — por lo que tu eres el que tiene que saber sobre el no yo.
— ¿Estas molesta o así eres?
— Estoy molesta — me responde — Y también soy así.
— ¿Por que estas molesta?
— Porque tengo unos compañeros que son unos tontos y se la pasan burlándose hasta porque camino — me dice demasiado rápido pero logro entenderle.
— ¿Estas molesta por eso?
— Si.
— No deberías — le digo — Porque ellos siempre serán unos idiotas y no te puedes molestar por eso.
— Tienes razón, pero me sigue molestando el hecho de que no dejen vivir.
— Ignóralos y comienza a vivir tu sola.
Ella estaba apunto de contestarme pero el sonido de la puerta nos interrumpió.
— Hola — nos saluda Alan al vernos.
— Hola — lo saluda Alexia.
— ¿Dónde te has metido? — le pregunto yo.
— Estaba arreglando unos asuntos de la escuela — me responde y se sienta alado de Alexia — ¿Qué haces aquí? — le pregunta.
— Amaia quería que la ayudara en algo.
— ¿En donde esta Amaia?
— Aquí esta Amaia — Nos responde parándose enfrente de nosotros.
— ¿Para que me quieres? — le pregunta Alexia.
— Necesito que me ayudes a escoger que ponerme.
— ¿Es enserio? — le pregunta ella a lo que Amaia solo asiente — No se como no lo has notado pero soy pésima con la moda, literalmente solo me pongo lo primero que encuentro.
— Y con muchas de esas cosas te ves increíble.
— Amaia tu estas ciega — le contesta y Alan y yo solo reímos.
— Anda Aleeee, ayúdame.
— Voy a intentarlo pero no será mi culpa ti te ves terrible.
Amaia no le contesta y solo se va al baño con un montón de ropa.
— ¿A donde va a ir? — pregunta Alan.
— No lo se.
— Eres su mejor amiga — le digo.
— Y tu su hermano — me responde.
— Pues yo no se a donde ira.
— Daniel, ¿viste a Pau hoy?
— Si, ¿por que?
— Porque pensaba ir a verla, pero voy cuando tu vayas — me responde.
— Parecen chicles — dice Alexia — Siempre pegados al otro.
— Algunos tenemos buenas amistades — le dice Alan.
— Algunos no necesitamos estar pegados a otros para poder vivir — le responde Alexia.
Alan estaba apunto de contestarle pero Amaia regreso a donde estaba anteriormente, traía puesto algo que parecía increíblemente ridículo pero no me sorprende en ella porque a ella le vale como la critiquen.
— ¿A donde iras? — le pregunta Alexia.
— Eso no es importante.
— De hecho si es importante.
— Bueno chicos yo los dejo — nos dice Alan parándose del sillón — Me voy a dormir un rato.
— ¿Como me veo? — nos pregunta Amaia.
— Te ves muy colorida — le responde Alexia.
— Hay un montón de personas y yo estoy entre ellas — comienza a decir.
— En definitiva te vería a ti primero — le responde Alexia.
— Genial — responde ella y se vuelve a ir.
— Mi hermana es rara.
— ¿Apenas te das cuenta?
— Si, pero pues es mi hermana y tengo que estar con ella, pero tu la escogiste, ¿por que?
— Porque tal vez soy igual de rara que ella.