Daniel Gabao
— ¿Eres mía?— pregunte tomándola del cuello y acorralándola entre la pared y mi cuerpo.
Y por tercera vez los dos comenzamos a reír antes de que ella logre contestar.
— Pero no se rían— dice mi hermana dejando de grabar.
— Es que esto es ridículo— digo— ¿Por que yo estoy haciendo esto y no Alan?
— Porque me gusta más la química entre ustedes dos— responde— Sin ofender Alan.
— No te preocupes— dice él— Estoy disfrutando de este desastre.
— Muy bien hay que intentarlo una vez más, si no sale lo dejamos.
Y por cuarta vez los dos nos ponemos en nuestras posiciones y esperamos la señal de que ya está grabando.
— ¿Eres mía?— pregunté repitiendo la acción anterior.
Ella se queda callada y me mira con gran seguridad, de alguna forma aleja mi mano y pone la suya en mi cuello mientras yo solo la acerco mas y mas a mi.
— ¿Tu eres mío?— pregunta en un tono frío pero a la vez se puede sentir todo.
— Soy todo tuyo; ahora y siempre— digo saliéndose del guión y estando completamente perdido por ella.
— Y corte— habla mi hermana haciendo que regrese a la realidad— Eso salió mucho mejor de lo imaginaba, muchas gracias por ayudarme— finaliza y se va a su cuarto.
— Yo ya me voy— dice Alan.
— Yo también me voy— dice Alexia y yo la miro— Tengo que llegar a mi casa antes que mi madre— explica antes de que logre preguntar.
— ¿Te llevo?— le pregunta Alan y ella asiente y ambos caminan hacia la puerta.
— Oye espera— la llamó— ¿Vendrás al rato?— le pregunto y con su mirada me da la respuesta— Por favor, es la despedida de Amaia, no puedes faltar— insisto.
— Nos vemos al rato— dice finalmente y después los dos salen de la casa.
No se por alguna razón me siento satisfecho y muy feliz y también me siento un poco cansado; los últimos días me he sentido cansado sin razón alguna así que decido irme a mi habitación y descansar un rato, pero eso deja de ser posible cuando Amaia entra.
— Quiero hablar contigo— dice aventándose hacia mi.
— Primero quítate— digo y ella me hace caso— ¿Qué quieres?
— ¿Por qué golpeaste a Alan?
— Porque quise— respondo— ¿Te puedes salir? estoy cansado
— Dime— comienza a insistir— No me iré hasta que me digas.
— Porque Samantha venía hacia acá— respondo y ella me mira confundida— Y ha Samantha le dan miedo las peleas así que si ella veía que Alan y yo peleábamos se iría— explico y ella me escucha atenta— Y así fue, ahora largo.
— ¿Por eso lo hiciste?— pregunta y yo asiento— Pero parecía que realmente estaban enojados.
Y es porque si lo estábamos, realmente estábamos molestos con el otro y así fue como lo demostramos— Fue tu imaginación— le respondo— ¿Ya te puedes salir?
— De tanto que me corres me iré del país, solo para ya no molestarte.
— No seas tan dramática.
— La cuidaras por mi, ¿cierto?— pregunta y se a quien se refiere— Bueno, tu eres el quien se encarga de cuidar a las personas pero lo harás más cuando me vaya.
— Lo haré, Amaia, la voy a cuidar para que cuando regreses siga aquí.
— Si es que regreso.
— Lo harás, deja el drama de lado.
— No lo puedo dejar porque el drama es parte de mi— responde— ¿Cómo crees que reaccione Alan cuando la vea?
— No va a reaccionar bien— lo sé porque conozco a la perfección a Alan— No lo dejes solo, si?
— Y tu no espantes a Alexia— dice y comienzo a reír.
— ¿Por qué la espantaria?
— Por ser tú.
— Tu no dejarás solo a Alan y yo espantare a Alexia, ¿okey?
— Okey— accede— Me voy para que descanses porque te ves mal— dice y sale de mi cuarto.
Que Alan se vaya con Amaia no fue de nuestras mejores decisiones por el miedo a su reacción; él no reaccionara bien, pero nuestro miedo no es solo con su madre, sabemos que se va a reencontrar con una chica ya sea por casualidad o porque ellos quieren.
Cuando Alan vino con nosotros no quedó en los mejores términos con ella, ella lo hizo mas mierda de lo que Alan estaba y cuando se fue todo empeoró para el; pero aun así Alan sentía que ella era la única persona que lo apoyaba así que se quedó por mucho tiempo, ni siquiera recuerdo que terminaran.
A los pocos minutos de estar dando vueltas en mi cabeza me quedo dormido.
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Daniel Gabao
— Dani— escucho que me llaman entre sueños— Dani.
— Cállate— le digo y la tomo del brazo para comenzar a jalarla pero ella pone resistencia.
— No me quiero acostar— dice pero finalmente lo hace.